Colombia: El campo lee

Una colección de libros ideada por fundaciones de la empresa privada estimula en los campesinos su amor por los libros y el conocimiento

Cada una de las 140 páginas de cuentos, fábulas y poemas del libro Lecturas para todos los días está en la mente y el corazón de Wílfer Gómez Villada. A sus 11 años, este pequeño que vive en la vereda Lejos del Nido, en El Retiro, Antioquia, es capaz de recitar las líneas de su querido libro rojo. Wílfer es trovero y compone poemas y aquel maravilloso texto, que le regalaron hace apenas siete meses, le ha servido para que su imaginación vuele siempre más lejos.

El libro hace parte de la colección ’Secretos para Contar’, una trilogía de lecturas diseñada y escrita para la gente del campo, ideada y auspiciada por las fundaciones sociales del Holding Corbeta, Éxito, Bancolombia, Suramericana y Argos. Cuando comenzó a planearse la colección se descubrió mediante una encuesta que en 102 hogares campesinos de esta región antioqueña sólo había seis libros: cuatro biblias, un manual de recetas y El Mundo de Sofía, el famoso libro que pone la filosofía al alcance de los niños.

Ese mismo estudio enseñó también que a los campesinos les gusta la lectura, pero no tienen qué leer ni con qué comprar libros. En muchas zonas rurales la comunidad, deseosa de informarse y aprender, acude a las revistas y los periódicos viejos que sus vecinos de los cascos urbanos les recogen y les mandan a lugares que están a horas y días de camino a pie.

Algunos empresarios cercanos al campo y a la vida de las fincas en Antioquia habían tenido parte de esas impresiones. Ellos observaban cómo en diciembre, cuando obsequiaban juguetes o ropa, los labriegos se alegraban, pero notaron que si regalaban un libro había entre las familias, y en especial en los niños, un alborozo inusual. Así nació esta colección de tres textos didácticos que ya se ha distribuido gratuitamente en 47.600 hogares de Antioquia y que antes de septiembre habrá llegado a 52.000 más.

El personaje central del libro Historias y Lugares se llama Fulano de Tal. Habla de esa Antioquia "trozo de montañas enmarcado por valles y selvas" y comienza a narrar el tamaño, la forma y la ubicación del departamento, al tiempo que enseña los cerros, los valles y las montañas de cada región. En el libro de Lecturas para todos los días se recogen fábulas, cuentos y poemas del país y del mundo, ilustrados con obras de pintores y escultores tan cercanos y lejanos como Fernando Botero y Joan Miró. Y en La Casa y el Campo se enseña el origen del agua y otros elementos, descubrimientos e inventos del hombre.

La colección retomó dichos, trabalenguas, retahílas e historias que la gente del campo emplea en su tradición oral para transmitir conocimiento y cultura, de generación en generación. Los libros también se ajustaron a los métodos de enseñanza rural que funcionan en las veredas más alejadas del país, donde sólo hay un maestro y un aula para jóvenes de distintos grados. La acogida del proyecto está demostrando que en el campo la gente, además de estar ávida de material de lectura, disfruta el aprendizaje compartido. "Leen los niños y los padres y aprenden unos de otros", cuentan los coordinadores de Secretos para Contar.

Según el escritor William Ospina, uno de los editores de estos textos que podrían multiplicarse en todo el país, "la lectura es uno de los grandes placeres de la vida. Brinda compañía, esperanza, asombro, entusiasmo; nos lleva lejos, a los países de la realidad y más lejos aún". Eso lo sabe el pequeño Wílfer, quien ya le compuso un poema a los pájaros vencejos que anidan en las Cataratas del Iguazú, entre Brasil y Paraguay, tan lejos de su pobrísima vereda en El Retiro.

Semana