Portada del sitio > Posada Carriles y el asesinato de Kennedy

Posada Carriles y el asesinato de Kennedy

Publie le Sábado 18 de junio de 2005 par Open-Publishing

Por Deirdre Griswold*

El caso de Luis Posada Carriles, conocido terrorista que las autoridades del gobierno de los Estados Unidos han rehusado extraditar a Venezuela, penetra en el oscuro mundo de las acciones encubiertas de la CIA, especialmente en contra de la Revolución Cubana.

También hay evidencias de que Posada Carriles estaba conectado con el
asesinato del Presidente John F. Kennedy, y que estuvo en la Plaza Dealey de Dallas el día del asesinato.

Posada Carriles pasó nueve años encarcelado en Venezuela por haber sido el
autor intelectual del estallido de una bomba en un avión de una aerolínea
civil cubana mientras volaba hacia Venezuela en 1976, matando a las 73
personas abordo. Se sabe que la CIA sobornó a guardias penales venezolanos
para lograr su escape en 1985. Ese fue el año en que George H.W. Bush se
hizo jefe de la CIA. Uno de los guardias, ahora jubilado, recientemente
describió esos esfuerzos de parte de la CIA en la televisión venezolana.

Posada Carriles también fue detenido, acusado y condenado en Panamá en el
2000 por haber entrado al país con la intención de asesinar al presidente
cubano Fidel Castro, que asistía a una cumbre ibero-americana. Pero la
Presidenta Mireya Moscoso, en uno de sus últimos actos en la presidencia,
perdonó a Posada Carriles y a otros tres terroristas convictos después de
que habían pasado sólo un año en prisión.

Moscoso es parte del antiguo establecimiento político que regresó al poder
en Panamá luego de que los EEUU, bajo al mando del mismo George H.W. Bush,
para entonces presidente, invadiera al país en 1989. Ella pasó muchos años
en Miami, donde tenía relaciones estrechas con líderes de la comunidad de
cubanos exiliados que han colaborado con la CIA desde la victoria de la
Revolución Cubana.

La popularidad de Moscoso en la presidencia de Panamá cayó al punto más bajo
que la de cualquier presidente panameño, y ahora está enfrentando cargos de
corrupción. Ella regaló a todos legisladores panameños lujosos relojes
Cartier y otros artículos de joyería poco antes de un voto sobre el
presupuesto del gobierno. Su secretaria admite haber tenido una congeladora
llena de miles de dólares en efectivo. Sin embargo, esta amiga de la
pandilla de exiliados en Miami dice que es Fidel Castro quien está detrás de
las acusaciones de corrupción. (Diccionario de Figuras Políticas)

Hasta el Congreso notó una conspiración

La conexión entre exiliados cubanos contrarrevolucionarios, la CIA y figuras
del crimen organizado en el asesinato de Kennedy ha sido conocida por mucho
tiempo. A pesar de que la posición oficial del gobierno de los EEUU
permanece que Lee Harvey Oswald fue el único asesino, la mayoría del pueblo
aquí y alrededor del mundo rechaza esa conclusión. Y la única investigación
hecha por el Congreso, por el Comité Especial de la Casa de Representantes
sobre Asesinatos, concluyó en su reporte final que “el Presidente John F.
Kennedy fue probablemente asesinado como resultado de una conspiración”.

Sin embargo, a pesar de toda la evidencia que señala la participación de
derechistas, especialmente los que responsabilizaron a Kennedy por el
fracaso de la invasión de Playa Girón, los medios de comunicación
corporativos siguen burlándose de los “teóricos de conspiración”. Ellos
citan a la Comisión Warren como la máxima autoridad, una comisión que
incluyó al ex director de la CIA, Allen Dulles, el arquitecto de la invasión
de Playa Girón en 1961.

Muchos académicos han investigado el papel jugado por la Operación 40 en el
asesinato de Kennedy. La Operación 40 era un grupo especial dentro de la CIA
establecido con la autorización del Consejo Nacional de Seguridad poco antes
de la invasión de Playa Girón. El historiador Arthur Schlesinger lo mencionó
en un memorando de junio 1961 a Richard Goodwin: “La supuesta meta de la
Operación 40 era la de gobernar territorios liberados en Cuba. Pero el
agente encargado de la CIA, un hombre conocido como Félix, entrenó a los
miembros del grupo en las técnicas de interrogación de tercer grado, tortura
y terrorismo general”.

Ese hombre encargado era Félix Rodríguez, quien en 1967 encabezó el
escuadrón de la CIA que capturó y asesinó a Che Guevara en Bolivia. El tomó
el reloj Rolex del Che, y después lo mostró orgullosamente a los
periodistas. Su casa en Miami está decorada con fotos suyas junto a George
H.W. Bush.

La imagen de Posada Carriles en Cuba

El General Fabián Escalante, ex jefe del contraespionaje cubano, es el autor
de “La Guerra Secreta: Operaciones Encubiertas de la CIA Contra Cuba,
1959-1962”, y “El Complot”, los dos publicados [en inglés] por Ocean Press.
En mayo de este año, el General Escalante habló con el periodista Jean-Guy
Allard sobre el papel de Posada Carriles en la Operación 40 y el asesinato
de Kennedy.

“¿Quiénes en 1963 tenían los recursos para asesinar a Kennedy? ¿Quiénes
tenían los medios y quiénes tenían los motivos para asesinar al presidente
de los EEUU?” preguntó Escalante. “Agentes de la CIA de la Operación 40
quienes estaban vehementemente contra Kennedy. Y entre ellos estaban Orlando
Bosch, Luis Posada Carriles, Antonio Veciana y Félix Rodríguez Mendigutia”.

El testimonio de Chauncey Holt, un agente auto declarado de la CIA y socio
del crimen organizado concurre con esto. En una entrevista video grabada
poco antes de su fallecimiento, Holt identificó a Posada Carriles como uno
de los cubanos exiliados que se encontraba en la Plaza Dealey en el momento
del asesinato de Kennedy.

En su entrevista con Allard, Escalante detalló las muchas operaciones de la
CIA en Latinoamérica en las que participaron cubanos de ese mismo grupo,
originalmente entrenado por la CIA para la invasión de Playa Girón. Estas
incluyen el golpe de estado contra el gobierno del Presidente Salvador
Allende en Chile y subsiguientemente el asesinato en Washington del ex
embajador chileno, Orlando Letelier, así como la guerra de los Contras que
asedió a los Sandinistas en Nicaragua.

Bush, Goss y la Operación 40

En opinión de Escalante, eran los miembros de la Operación 40 quienes tenían
el entrenamiento y la habilidad de puntería certera necesarios para llevar a
cabo el asesinato de Kennedy. El jefe de contraespionaje cubano identificó a
los estadounidenses en el grupo como David Morales, David Phillips, E.
Howard Hunt, William Harvey, Frank Sturgis, Gerry Hemming, John Rosselli
"quien era el segundo comandante de la mafia de Chicago para esa época en el
’62," y Porter Goss. Goss es el director actual de la CIA, nombrado por
George W. Bush, hijo del anterior director de la CIA.

En "Deadly Secrets" ("Secretos fatales"), los escritores Warren Hinkle y
William Turner identificaron a Rafael ’Chi Chi’ Quintero, Luis Posada
Carriles, Félix Rodríguez y Frank Sturgis como miembros de la Operación 40,
bajo el control general de E. Howard Hunt. Hunt y Sturgis estuvieron luego
en prisión por el robo de Watergate y se cree que los dos estuvieron en
Dallas el día en que fue asesinado Kennedy.

Las mismas figuras aparecen una y otra vez, cometiendo actos criminales,
asesinatos y sabotaje para mantener a los países latinoamericanos bajo el
control de los intereses de compañías estadounidenses. Y las mismas figuras
políticas importantes en los Estados Unidos — con la familia Bush
encabezando la lista — son sus patrocinadores y protectores.

Hoy todo el mundo está observando cómo el gobierno estadounidense, que ha
usado el grito de "terrorismo" para iniciar dos guerras sangrientas y para
encarcelar, torturar y asesinar a cantidades innumerables de personas árabes
y musulmanas, trata de resolver qué hacer con Posada Carriles. Él es un
comprobado terrorista que en dos ocasiones ha sido soltado de la cárcel y
protegido por el gobierno invisible de este país, la llamada comunidad de
espionaje. Él es más que una vergüenza para la administración de Bush.

Una cosa es segura: la administración estadounidense jamás dejará que él sea
cuestionado en un foro abierto sobre sus actividades donde podría implicar a
miembros claves de la clase dominante estadounidense y sus operativos
políticos.

*Griswold fue directora ejecutiva del Comité de Investigación por Ciudadanos, el cuál llevó a cabo una investigación independiente del asesinato de Kennedy durante los años de 60.