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Lo que escuché decir de Irak

Publie le Martes 5 de julio de 2005 par Open-Publishing

Por Eliot Weinberger

En 1992, un año después de la primera Guerra del Golfo , escuché a Dick Cheney, entonces secretario de la Defensa, decir que EE.UU. había sido sabio en no invadir Bagdad y hundirse en los problemas de intentar tomar y gobernar Irak. Le escuché decir: La pregunta en mi mente es ¿Cuántas bajas norteamericanas vale Saddam? Y la respuesta es: no muchas.

En febrero del 2001, escuché a Colin Powell decir que Saddam Hussein no había desarrollado una significante capacidad con respecto a las armas de destrucción masiva. Él es incapaz de proyectar poder convencional contra su vecinos.

Ese mismo mes, escuché que un informe de la CIA declaró: No tenemos ninguna evidencia directa que Irak ha usado el período desde Zorro del Desierto para reconstruir su programa de armas de destrucción masiva.

En julio del 2001, escuché a Condoleezza Rice decir: Podemos mantenerle alejado de sus armas. Sus fuerzas militares no han sido reconstruidas.

El 11 de septiembre del 2001, seis horas después de los ataques, escuché que Donald Rumsfeld dijo que podría ser una oportunidad para atacar Irak. Escuché que él dijo: Vamos con todo. Hay que barrerlos a todos. Estén relacionados o no.

Escuché que Condoleezza Rice preguntó: ¿Cómo capitalizaría usted en estas oportunidades?

Escuché que el 17 de septiembre, el presidente firmó un documento marcado como ultra secreto que ordenaba al Pentágono comenzar la planificación para la invasión y que, algunos meses después, secreta e ilegalmente desvió $700 millones de dólares aprobados por el Congreso para las operaciones en Afganistán para preparar el nuevo frente de batalla.

En febrero del 2002, escuché que un alto comandante militar anónimo dijo: Estamos moviendo personal militar y de inteligencia y recursos fuera de Afganistán para prepararnos para una futura guerra en Irak.

Escuché que el presidente dijo que Irak es una amenaza de urgencia especia y que no existen dudas que el régimen Iraquí continúa poseyendo y ocultando algunas de las armas más letales que se han inventado en la vida.

Escuché al vicepresidente decir: En una simple afirmación, no existen dudas que Saddam Hussein tiene ahora armas de destrucción masiva.

Escuché que el presidente dijo en el Congreso: El peligro para nuestro país es grave. El peligro para nuestro país está creciendo. El régimen está buscando una bomba nuclear, y con el material podría construir una bomba dentro de un año.

Escuché al presidente decir: Los peligros que enfrentamos sólo empeorarán mes a mes y de año a año. Ignorar estas amenazas es animarlos. Cada día que pasa podría ser aquel en que el régimen Iraquí entregara Antrax o el gas nervioso VX o, algún día, una arma nuclear a un aliado terrorista.

Escuché al presidente, en su discurso del State of the Union address, decir que Irak estaba escondiendo materiales suficiente para producir 25,000 litros de ántrax, 38,000 litros de toxina del botulismo y 500 toneladas de Sarin, mostaza y gas nervioso VX.

Escuché que el presidente dijo que Irak había intentado comprar uranio que mas tarde se especificó como óxido de uranio yellowcake de Nigeria y miles de tubos de aluminio que servirían para la producción de armas nucleares.

Escuché al vice presidente decir: Nosotros sabemos que él estaba dispuesto absolutamente a intentar adquirir armas nucleares y creemos que él, de hecho, ha reconstituido armas nucleares.

Escuché al presidente decir: Imagine a esos 19 secuestradores con otras armas y otros planes, esta vez armados por Saddam Hussein. Bastaría una botella, un frasco, una caja derramada en este país para provocar un día de horror como ninguno de lo que hemos conocido alguna vez.

Escuché a Donald Rumsfeld decir: Algunos sostienen que la amenaza nuclear de Irak no es inminente. Yo no estaría tan seguro.

Escuché al presidente decir: Norteamérica no debe ignorar la amenaza que se cierne recoge sobre nosotros. Se enfrenta una clara evidencia de peligro, no podemos esperar por la prueba final de la cortina de humo que podría venir como una nube en forma de hongo.

Escuché a Condoleezza Rice decir: "No queremos que ’la cortina de humo’ sea una nube en forma de hongo.

Escuché al embajador norteamericano en la Unión europea decirles a los europeos: Usted tuvieron a Hitler en Europa y nadie realmente hizo algo sobre él. El mismo tipo de persona está en Bagdad.

Escuché a Colin Powell decir en las Naciones Unidas: Ellos pueden producir tantos agentes biológicos disecados en un solo mes para matar miles de miles de personas. Saddam Hussein nunca ha respondido por las inmensas cantidades de armamento químico: 550 proyectiles de artillería con gas mostaza, 30,000 proyectiles vacíos y bastantes recursos para aumentar su reserva de existencias a tanto como 500 toneladas de agentes químicos. Nuestra estimación conservadora es que Irak hoy en día, tiene una reserva de existencias de entre 100 y 500 toneladas de armas de agentes químicos. Incluso el número inferior de 100 toneladas de agentes, le permitiría a Saddam Hussein causar muertes masivas por más de 100 millas cuadradas de territorio, una área casi cinco veces el tamaño de Manhattan.

Escuche decir a Colin Powell: Cada afirmación que hago hoy es respaldada por fuentes, sólidas fuentes. Éstas no son declaraciones. Lo que les estamos entregando son hechos y conclusiones basadas en sólida inteligencia.

Escuche al presidente decir: Irak tiene una flota creciente de vehículos aéreos tripulados y no tripulados que podrían usarse para dispersar químicos o armas biológicas sobre extensas áreas. Escuche que él dijo que Irak podría lanzar un ataque biológico o químico en un tiempo tan pequeño como 45 minutos después que se de la orden.

Escuche a Tony Blair decir: Se nos pide que aceptemos que Saddam decidió destruir esas armas. Yo digo que tal demanda es palpablemente absurda.

Escuche al presidente decir: Sabemos que Irak y al-Qaida ha tenido contactos de alto nivel que se remontan a una década. Hemos sabido que Irak ha entrenado a los miembros de al-Qaida en la fabricación de bombas, venenos y gases mortales. La alianza con los terroristas podría permitir al régimen de Irak atacar EEUU sin dejar alguna huella.

Escuche al vicepresidente decir: Existe una aplastante evidencia que había una conexión entre al-Qaida y el gobierno Iraquí. Estoy muy seguro que existe una relación establecida allí.

Escuche a Colin Powell decir: Los oficiales Iraquíes niegan imputaciones de lazos con al-Qaida. Estas negaciones simplemente no son creíbles.

Escuche a Condoleezza Rice decir: Existe claros contactos entre al-Qaida y Saddam Hussein que pueden documentarse.

Escuche al presidente decir: Usted no puede distinguir entre al-Qaida y Saddam.

Escuche a Donald Rumsfeld decir: Imagine un 11 de septiembre con armas de destrucción masiva. No serían tres mil, serían decenas de miles de hombres, mujeres y niños inocentes.

Escuché decir a Colin Powell en el Senado que el momento de la verdad está viniendo: Esto no es sólo un ejercicio académico o que los Estados Unidos estén en un ataque de resentimiento. Estamos hablando sobre armas reales. Estamos hablando sobre Antrax. Estamos hablando sobre la toxina del botulismo. Estamos hablando sobre programas de armas nucleares.

Escuché a Donald Rumsfeld decir: Ningún estado terrorista supone una amenaza mayor o inmediata a la seguridad de nuestro pueblo.

Escuché al presidente, encrispado en irritación, decir: Este negocio sobre más tiempo, ¿Cuánto tiempo necesitamos para ver claramente que él no está desarmando? Él está dilatando. Él está engañando. Él está pidiendo tiempo. Él está jugando a las escondidas con los inspectores. En una cosa hay certeza: él no está desarmando. Con toda seguridad nuestros amigos han aprendido las lecciones del pasado. Esto se parece un reestreno de una mala película y yo no estoy interesado en verla.

Escuché que, unos días antes de la autorización para la invasión de Irak, el Pentágono le dijo al Senado, en una sesión de información clasificada como secreta, que Irak podría lanzar Antrax y otras armas biológicas y químicas contra el litoral oriental de los Estados Unidos usando aviones no tripulados.

Escuché que Donald Rumsfeld dijo que no puede entregar ninguna evidencia específica de las armas Iraquíes de destrucción masiva porque podría arriesgarse la misión militar revelando a Bagdad lo que sabe Estados Unidos.

Escuché al portavoz de Pentágono llamar el plan militar "Día A", o "Susto y Terror". Trescientos o cuatrocientos misiles crucero que serían lanzados todos los días, hasta que no exista ningún lugar seguro en Bagdad, hasta que tenga el efecto simultáneo, parecido al efecto de las armas nucleares en Hiroshima, no en días o semanas si no en minutos. Escuché al portavoz decir: Usted está sentado en Bagdad es un general y de pronto treinta de sus principales cuarteles de la división han sido borradas del mapa. Usted también desmontará la ciudad. Con ello quiero decir que usted se libra de su poder, el agua. En dos, tres, cuatro, cinco días ellos estarán física, emocional y psicológicamente agotados. Le escuché decir: Solamente la magnitud de esto nunca se ha visto antes, nunca se ha contemplado.

Escuché al Mayor General Charles Swannack prometer que sus tropas iban a usar un pesado martillo para quebrar una nuez.

Escuché al portavoz del Pentágono decir: Esto no va a ser la guerra del Golfo Pérsico de su padre.

Escuché que la estrategia de Saddam contra la invasión norteamericana sería hacer estallar diques, puentes y yacimientos petrolíferos y cortar los suministros de alimentos desde el sur para que los norteamericanos tuvieran de repente que alimentar a millones de desesperados civiles. Escuché que Bagdad sería rodeada por dos anillos de la élite Guardia Republicana, en posiciones de combate abastecidas con armas y suministros, y provistas con trajes de protección química contra gases venenosos o armas biológicas que usarían contra las tropas norteamericanas.

Escuché al Vice Almirante Lowell Jacoby decirle al Congreso que Saddam emplearía una estrategia de tierra arrasada, destruyendo así los alimentos, transporte, energía y otras infraestructuras, intentando crear un desastre humanitario y que él culparía de todo ello a los norteamericanos.

Escuché que Irak dispararía sus misiles Scud de gran alcance, equipados con químicos o con ojivas biológicas sobre Israel, para simular la guerra como una batalla contra una unión EEUU-israelita y construir apoyo en el mundo árabe.

Escuché que Saddam tenía elaborados e intricados bunkers subterráneos para su protección y que podría ser necesario emplear las bombas nucleares B61-Mod-11 "rompe-bunker" para destruirlos.

Escuché que el vicepresidente dijo que la guerra podría terminar en semanas en lugar de meses.

Escuché a Donald Rumsfeld decir: Podría durar seis días, seis semanas. Yo dudo que dure seis meses.

Escuché que Donald Rumsfeld decir que no existe ninguna duda que las tropas norteamericanas serán bienvenidas: Volviendo a Afganistán, el pueblo estaba en las calles tocando música, festejando, haciendo volar cometas y haciendo todas las cosas que el Taliban y al-Qaida no les permitía hacer.

Escuché al vicepresidente decir: El experto en Medio Oriente, Profesor Fouad Ajami, predice que después de la liberación, las calles de Basra y Bagdad estallarán de seguro en la alegría. Los extremistas en la región tendrán que volver a pensar su estrategia de Jihad. La moderación a lo largo de la región llegará al corazón. Y nuestro talento para hacer avanzar el proceso de paz, Israel-Palestina podría incrementarse.

Escuché al vicepresidente decir: Yo realmente creo que nos saludarán como los libertadores.

Escuché a Tariq Aziz, el ministro del exterior iraquí, decir: Los soldados norteamericanos no serán recibidos con flores. Serán recibidos con balas.

Escuché al presidente decirle al tele-evangelista Pat Robertson: ¡Oh, no!, No vamos a tener ninguna baja.

Escuché al presidente decir que él no había consultado a su padre sobre la próxima guerra: Usted sabe, él es un mal padre para apelar por lo que se refiere a la fuerza. Existe un padre más alto al cual apelo.

Escuché al Primer Ministro de las Islas Salomón expresar su sorpresa al saber que la suya, era una de las naciones afiliadas a la Coalición de los voluntarios: Ignoraba esto completamente.

Escuché al presidente decirle al pueblo Iraquí, la noche antes que comenzara la invasión: Si debemos comenzar una campaña militar, esta será dirigida contra los hombres sin ley que gobiernan vuestro país y no contra ustedes. En el momento que nuestra coalición les quite el poder, les entregaremos los alimentos y medicinas que ustedes necesitan. Destruiremos el aparato de terror. Y nosotros les ayudaremos a construir un nuevo Irak que sea próspero y libre. En un Irak libre no habrá ninguna guerra de agresión más contra sus vecinos, ninguna fábrica más fábrica de venenos, ninguna ejecución más de disidentes, ninguna cámara de tortura y de violaciones. El tirano se irá pronto. El día de vuestra liberación está cercano.

Escuché que él les dijo al pueblo Iraquí: No cederemos hasta que vuestro país sea libre.

Escuché al vicepresidente decir: Para cualquiera ataque normal de incluso los más deslumbradores en la historia militar, aquella de los alemanes en las Ardenas, en la primavera de 1940 o las acciones de Patton en julio de 1944, la presente carrera a Bagdad es inaudita en su velocidad y osadía y en la mínima cantidad de bajas.

Escuché al Coronel David Hackworth decir: ¡Eh es demasiado fácil, derecho por el medio!

Escuché que el portavoz del Pentágono dijo que 95 por ciento de las bajas Iraquíes eran "varones en edad militar".

Escuché a un funcionario de la Media Luna Roja decir: Solamente en un tramo de la carretera, había más de cincuenta automóviles civiles, cada uno con cuatro o cinco personas incineradas en su interior, que estuvieron al sol durante diez o quince días antes de que ellos fueran enterradas en las cercanías por voluntarios. Eso es lo que quedará para sus parientes que vendrán y encontrarán. La guerra es una pena, pero sus remanentes son más peores.

Escuché al director de un hospital en Bagdad decir: "El hospital entero es una sala de emergencia. La naturaleza de las lesiones son tan severas, un cuerpo sin cabeza, alguien con su abdomen abierto".

Escuché a un soldado norteamericano decir: Hay una fotografía del Centro de Comercio Mundial que cuelga sobre mi cama y guardo otra en mi chaleco antibalas. Cada vez que siento compasión por estas personas miro las fotografías. Y pienso: Ellos nos atacaron en casa y ahora es nuestro turno.

Escuché hablar de Hashim, un gordito, terriblemente tímido de 15 años, a quién le gustaba sentarse durante horas junto al río con su jaula de pájaros y que recibió un disparó de alguien de la 4 División de Infantería en un operativo en su pueblo. Cuando se le preguntó por los detalles de la muerte del muchacho, el comandante de la división dijo: Esa persona probablemente estaba en el lugar equivocado en el momento equivocado.

Escuché a un soldado norteamericano decir: Recibimos las piedras tiradas en contra nuestra por niños. Usted quiere darse vuelta y dispararle a uno de esos condenados pequeños, pero usted sabe que no puede hacer eso.

Escuché al portavoz del Pentágono decir que EE.UU. no contaba las bajas civiles: Nuestros esfuerzos se enfocan en destruir las capacidades del enemigo, no tenemos como blanco a los civiles por lo tanto no existe ninguna razón para intentar contar tales muertes imprevistas. Escuché que él dice que, en todo caso, contarlos sería imposible, porque los paramilitares Iraquíes estaban combatiendo con ropa de civil, el ejército estaba usando escudos humanos civiles y muchas de las muertes civiles se debían al fuego anti aéreo Iraquí que sin alcanzar blanco caía a tierra.

Escuché a un soldado norteamericano decir: Lo peor es dispararle a uno de ellos, luego ir en su ayuda, como las regulaciones requieren. Mierda, yo no ayudé a ninguno de ellos. Yo no ayudaría a un fuckers. Había algunos que usted dejó morir. Y había algunos que usted remató. Una vez que se había alcanzado el objetivo, y una vez que les había herido y se está moviendo entre ellos, cualquier cosa que esté allí, usted le dispara nuevamente. Usted no quería ningún prisionero de guerra.

Escuché a Anmar Uday, el médico que cuidó a la soldado Jessica Lynch, decir: Escuchamos los helicópteros. Estábamos sorprendidos. ¿Por qué hacen esto? No había ningún militar. No había ningún soldado en el hospital. Era como en las películas de Hollywood. Ellos gritaban "Go, Go, Go", disparando las armas y luces de bengala y el sonido de explosiones. Ellos hicieron un show: una película de acción como de Sylvester Stallone o Jackie Chan, saltando y gritando, rompiendo las puertas. Todo el tiempo las cámaras filmaban.

Escuché a la soldado Jessica Lynch decir: Me usaron como una manera de simbolizar todo este asunto. Duele la forma como las personas hacen una historia que no tiene nada de verdad. De las historias que ella había combatido y aniquilado valientemente a sus aprehensores y sufrido heridas de bala y puñaladas. Escuché decir: No asumiré el crédito por algo que no hice. De su dramático rescate, la escuché decir: No creo que pasó algo así.’

Escuché que la Cruz Roja dijo que las bajas en Bagdad eran tan altas que los hospitales habían dejado de contarlas.

Escuché a un anciano decir, que después de los 11 miembros de su familia , nietos y bisnietos fueron asesinados cuando un tanque hizo estallar su mini Van: Nuestro hogar es un lugar vacío. Quienes quedamos somos como animales salvajes. Todos lo que podemos hacer es expresar nuestros lamentos.

Cuando la conmoción y los saqueos estallaron, escuché a un hombre en el mercado de Bagdad decir: El crimen más grande de Saddam Husseins es que trajo al ejército norteamericano a Irak.

Cuando la conmoción y los saqueos estallaron, escuché a Donald Rumsfeld decir: Es desorden y la libertad es desordenada.

Y cuando el Museo Nacional fue vaciado y la Biblioteca Nacional incendiada, le escuché decir: Las imágenes que usted está viendo en la televisión, la está viendo nuevamente y nuevamente y otra vez, y es la misma imagen de alguna persona saliendo de algún edificio con un jarrón, y usted lo ve 20 veces, y usted piensa una persona que sale de algún edificio con un jarrón, y usted lo ve veinte veces, y usted piensa: ¡Mi dios!, ¿Habían tantos jarrones?. ¿Es posible que hubieran tantos jarrones en todo el país?

Escuché que 10,000 civiles Iraquíes estaban muertos.

Escuché a Colin Powell decir: Estoy completamente seguro que hay armas de destrucción masiva allí y la evidencia vendrá pronto. Ahora la estamos consiguiendo.

Escuché al presidente decir: Nosotros los encontraremos. Será una cuestión de tiempo para hacerlo.

Escuché a Donald Rumsfeld decir: Sabemos donde están. Están en el área alrededor de Tikrit y Bagdad, y al este, oeste, el sur y norte, un poco.

Escuché que EE.UU. estaba construyendo 14 bases permanentes, capaces de albergar 110,000 soldados, y escuché que Mark Kimmitt, Brigadier General, llamarles un modelo de como podríamos operar en el Medio Oriente. Escuché que EE.UU. estaba construyendo lo que será su más grande embajada en el mundo.

Escuché que sería sólo una cuestión de meses antes que Starbucks y McDonald abrieran locales en Bagdad. Escuché que HSBC tendrían cajeros automáticos por todo el país.

Escuché hablar de las ferias de negocios implementadas por New Bridges Strategies, una empresa consultora que prometía acceso al mercado Iraquí. Escuché que uno de sus socios dijo: Consiguiendo los derechos para distribuir los productos Procter & Gamble serían una mina de oro. Un bien abasteció 7-Eleven podrían abatir a 30 negocios Iraquíes. Un mercado Wal-Mart podría tomar el país.

El 1 de mayo del 2003, escuché al presidente, vestido como piloto de avión de combate, bajo un lienzo en el que se leyó "Misión Cumplida", declarar que las operaciones de combate habían terminado: La batalla de Irak es una victoria en la guerra al terrorismo que empezó el 11 de septiembre del 2001. Le escuché decir: La liberación de Irak es un adelanto crucial en la campaña contra el terror. Nosotros hemos sacado a un aliado de al-Qaida y cortado una fuente de fondos para los terroristas. Y esto es mucho y es cierto: ninguna red terrorista obtendrá armas de destrucción masiva del régimen Iraquí, porque el régimen ya no existe más. En estos 19 meses que cambiaron al mundo, nuestras acciones se han enfocado y se han calculado y se han proporcionado a la ofensiva. No nos hemos olvidado de las víctimas del 11 de septiembre: las últimas llamadas telefónicas, el frío asesinato de niños, las búsquedas en los escombros. Con esos ataques, los terroristas y sus partidarios declararon la guerra a los Estados Unidos. Y la guerra es lo que ellos consiguieron.

El primero de mayo del 2003, escuché que 140 soldados norteamericanos habían muerto en el combate en Irak.

Escuché que Richard Perle les dice a los norteamericanos que se relajen y celebren la victoria. Le escuché decir: Las predicciones de aquellos que se opusieron a esta guerra pueden desecharse como cartuchos gastados.

Escuché al Teniente General Jay Garner decir: Nosotros deberíamos mirarnos en un espejo y sentirnos orgullosos y botar el aire de nuestros pechos y aspirar hasta nuestras barrigas y decir: ¡Condenación, somos Norteamericanos!.

Y después escuché que podía comprar un Aviador de la Fuerza de Élite de 12 pulgadas: George W. Bush, figura de acción: Exactamente con los detalles y totalmente equipado con el traje auténtico, esta figura de acción, de edición limitada, es una meticulosa recreación a escala de 1:6 del Comandante en Jefe durante su histórico aterrizaje en el portaavión. Esta figura que usted puede totalmente poseer ’le lleva’ (AW) una realista cabeza esculpida, un totalmente detallado traje de vuelo de tela, un casco con máscara de oxígeno, chaleco de supervivencia, pantalones G, guarniciones del paracaídas y mucho más.

Escuché que los estrategas del Pentágono habían predicho que el número de soldados de EE.UU. disminuiría a 30,000 a finales del verano.

Yo Escuchéque la primera acción de Paul Bremer como director de la Autoridad Provisional de la coalición en Irak fue despedir a todos los funcionarios de alto grado del Partido Baath, incluyendo a 30,000 funcionarios, policías, profesores y médicos, y despedir a los 400,000 soldados del ejército Iraquí sin paga o pensiones. Dos millones de personas eran dependientes en ese ingreso. Ya que EEUU apoya la propiedad de armas en manos privadas, a los soldados les fue permitido conservar sus armas.

Escuché que solamente en Bagdad centenares de personas habían suido raptadas y violadas; que los hospitales, las tiendas y fábricas estaban siendo saqueadas; que era imposible restaurar la electricidad porque todo el alambre de cobre estaba siendo robado de las plantas de poder.

Escuché a Paul Bremer decir, la Mayoría del país esta, de hecho, en orden y que todos los problemas estaban viniendo de varios cientos de duros terroristas de al-Qaida y de grupos afiliados.

Cuando los ataques contra las tropas americanas aumentan, escuché que los generales discrepan sobre quién esta combatiendo: Fundamentalistas islámicos, remanentes del Partido Baath, mercenarios iraquíes, mercenarios extranjeros o simples ciudadanos que toman venganza por la pérdida de seres queridos. Escuché al presidente y al vicepresidente y los políticos y los reporteros de la televisión llamarles simplemente terroristas.

Escuché al presidente decir: Hay algunos que piensan que las condiciones son tales que ellos pueden atacarnos allí. Mi respuesta es: ¡Déjelos que vengan! Tenemos la fuerza necesaria para ocuparnos de esa situación.

Escuché que 25,000 civiles Iraquíes estaban muertos.

Escuché a Arnold Schwarzenegger, mientras hacía campaña para Gobernador, en Bagdad para una exhibición especial para las tropas de Terminator 3, decir: Esto es realmente salvaje aquí, quiero decir la pobreza, y se ve que no hay dinero, es financieramente desastroso y hay un vacío de dirección, muy parecido a California.

Escuché que el ejército estaba cercando pueblos enteros con alambre de púas, con letreros que decían: Este cerco está aquí para su protección. No se acerque o intente cruzar, o se disparará. En uno de esos pueblos, Escuché que un hombre llamado Tariq dijo: Yo no veo ninguna diferencia entre nosotros y los Palestinos.

Escuché al Capitán Todd Brown decir: "Usted tiene que entender la mente árabe. La única cosa que ellos entienden es fuerza, fuerza, orgullo y salvar la cara".

Escuché que EE.UU., como un regalo del pueblo de EEUU al pueblo Iraquí, había comprometido $18.4 billones de dólares para la reconstrucción de la infraestructura básica, pero que el futuro gobierno Iraquí no tendría nada que decir con respecto en cómo el dinero fue gastado. Escuché que la economía había sido abierto a la propiedad extranjera y que esto no podría cambiarse. Escuché que el ejército Iraquí estaría bajo las órdenes de EE.UU., y que esto no podía cambiarse. Escuché, sin embargo, que toda la administración de la salud y de los hospitales se había puesto en manos iraquíes y que los funcionarios norteamericanos asesores de Salud se había retirado. Escuché a Tommy Thompson, Ministro de salud y servicios humanos, decir que los hospitales de Irak estarían bien si los iraquíes simplemente se lavaran sus manos y limpiaran la mierda de las paredes.

Escuché al Coronel Nathan Sassaman decir: Con una dura dosis de miedo y violencia, y un montón de dinero para proyectos, pienso que podemos convencer a estas personas que estamos aquí para ayudarlos.

Escuché a Richard Perle decir: El próximo año, aproximadamente en este fecha, yo espero que habrá un comercio muy lozano en la región y veremos un rápido desarrollo económico. Y un año después, estaré muy sorprendido si no existe alguna gran plaza en Bagdad, con el nombre del Presidente Bush.

Escuché hablar de la Operación Ivy Ciclone. Escuché hablar de la Operación Vigilant Resolve. Escuché hablar de la Operación Plymouth Rock. Escuché hablar de la Operación Iron Hammer, su nombre tomado de ’Eisenhammer’, el plan Nazi para destruir las soviéticas plantas generadoras de energía.

Escuché que las regulaciones de la fuerza aérea requieren que cualquier bombardeo que probablemente podría producir la muerte de más de 30 civiles debería ser aprobada personalmente por la Secretaría de la Defensa, Escuché que Donald Rumsfeld aprobó cada una de las propuestas.

Escuché al coronel de los marines decir: Usamos Napalm contra esos puentes. Desgraciadamente allí habían personas. No es una manera grata de morir. Escuché que el Pentágono niega estar usando el napalm, diciendo sus bombas incendiarias eran hechas de algo que llamó Mark 77, Escuché que los expertos dicen que Mark 77 es otro nombre para el napalm.

Escuché a un marino describir que es ’muerto-verificado’: Ellos nos enseñan a hacer el ’dead-checking’ cuando estamos limpiando locaciones. Usted pone dos balas en el pecho del tipo y una en su cerebro. Pero cuando usted entra en un cuarto dónde los tipos están heridos, usted no podría saber si ellos están vivos o muertos. Así que ellos nos enseñan el "dead-checking" apretándoles un ojo con la bota, porque generalmente una persona, aún cuando esté fingiendo estar muerto, hará una mueca de dolor si usted lo pincha allí. Si él se mueve, usted le pone una bala en su cerebro. Usted hace esto para mantener la velocidad adquirida que lleva cuando está fluyendo a través de un edificio. Usted no quiere a un tipo levantándose detrás de usted y que le dispara.

Escuché al presidente decir: Nosotros estamos haciendo retroceder la amenaza terrorista, no en las ramas de su influencia, lo hacemos en el corazón de su poder.

Cuando el número de soldados norteamericanos muertos alcanzó los 500, Escuché al Brigadier-general Kimmitt decir: "No creo que los soldados estén mirando las cifras arbitrarias como las cuentas de las bajas como el barómetro de su moral. Ellos saben que tienen una nación detrás de ellos."

Escuché a un soldado norteamericano, mientras estaba junto a su Humvee, decir: "Liberamos Irak. Ahora las personas de aquí no nos quieren aquí, y ¿Adivine qué?, Nosotros tampoco queremos estar aquí. Así que ¿Porqué estamos todavía aquí? ¿Por qué ellos no nos llevan a casa? "

Escuché a Colin Powell decir: "Nosotros no esperamos que sería realmente tan intenso este largo momento."

Escuché a Donald Rumsfeld decir: "Estamos enfrentando una prueba de voluntad."

Escuché al presidente decir: "Encontramos los laboratorios biológicos. Ellos son ilegales. Están contra las resoluciones de las Naciones Unidas, y nosotros hemos descubierto hasta ahora, dos. Y encontraremos más armas con el tiempo. Pero para aquellos que dicen que no hemos encontrado los dispositivos industriales prohibidos o las armas prohibidas, ellos están equivocados, nosotros las encontramos."

Escuché a Tony Blair decir: Se han encontrado "los restos de 400,000 seres humanos han sido encontradas en fosas comunes. Y vi sus palabras repetidas en un folleto gubernamental norteamericano, el Legado del Terror de Irak,: Las Tumbas masivas, y en un sitio web gubernamental norteamericano diciendo que esto representaba un Crimen contra la Humanidad sólo superada por el genocidio de Ruanda de 1994, la matanza camboyana de Pol Pot en los años setenta y el Holocausto Nazi de la Segunda Guerra Mundial".

Escuché al presidente decir: "Hoy, de rodillas, yo agradezco al Buen Señor que haya protegido a aquéllas tropas nuestras en ultramar, y a nuestras tropas de la Coalición y a los iraquíes inocentes que sufren en las manos de algunos de estos insensatas matanzas por las personas que están intentando mover nuestra voluntad."

Escuché que éste fue el primer presidente norteamericano en tiempos de guerra que nunca ha asistido a un entierro de un soldado muerto. Escuché que las fotografías de los ataúdes cubiertos por la bandera que vuelven a casa están prohibidas. Escuché que el Pentágono había renombrado a las bolsas para los cuerpos como "tubos de transferencia".

Escuché a un George Bush padre lloroso, mientras hablaba en la convención anual de la Asociación Nacional de Petroquímicas y de Refinerías, decir que era profundamente ofensiva y desdeñable la forma en que las élites e intelectuales estaban desechando el sembrado de semillas de las libertades humanas básicas en esa problemática parte del mundo. Le escuché decir: "Hiere de una forma horrible, más cuando es su hijo quien está siendo criticado."

Escuché a la madre del presidente decir: "¿Por qué nosotros debemos oír hablar de las bolsas para los cuerpos y de las muertes? ¿Por qué debo yo gastar a mi hermosa mente en algo así? "

Escuché que el 7 por ciento de todas las muertes de militares norteamericanos en Irak eran suicidios, que el 10 por ciento de los soldados evacuados al hospital del ejército en Landstuhl, Alemania, habían sido enviados por asuntos psiquiátricos o por razones de comportamiento psicológico, y que se esperaba que un 20 por ciento del ejército padeciera del Desorden Nervioso Post-traumático.

Escuché al Brigadier-general Kimmitt negar que estaban matando civiles: "Nosotros ejecutamos operaciones sumamente precisas, enfocados sobre personas de la cuales tenemos información de inteligencia en crímenes de violencia contra la Coalición y contra las personas Iraquíes. Y más tarde le escuché decir que los marines estaban recibiendo disparos desde las multitudes que incluían mujeres y niños, y que los marines habían contestado los disparos sólo en autodefensa.

Escuché a Donald Rumsfeld decir que la lucha era el trabajo de delincuentes, bandas y terroristas. Escuché al General Richard Myers, Director de la junta de los Jefes de Personal, decir: No es un levantamiento Shiíta. Muqtada al-Sadr tiene un grupo de seguidores muy pequeño. Escuché que un anónimo oficial de inteligencia había dicho: El "odio a la ocupación norteamericana se ha extendido rápidamente entre los Shiitas, y es ahora tan grande que Mr Sadr y sus fuerzas, representan simplemente un elemento. Destruyendo su Ejército Mehdi, sólo podrían ser posible, destruyendo la Ciudad de Sadr. La Ciudad de Sadr es la parte más poblada de Bagdad. Escuché que, los Sunnis, los ex militantes del Partido Baath y los leales a Saddam habían sido unidos por los jefes tribales Sunnis.

Escuché que había treinta milicias, distintas, ahora en el país. Escuché que los reportes noticiosos de la Tv, rutinariamente se referían a ellos como las fuerzas anti-iraquí.

Escuché que Paul Bremer había cerrado un periódico popular, Al Hawza, debido a su información inexacta.

En el momento que los Shias en la Ciudad de Sadr se alinearon para donar sangre para los Sunnis en Fallujah, escuché a un hombre decir: Nosotros debemos agradecer a Paul Bremer. Él ha unido a Irak finalmente contra él.

Yo Escuchéal presidente decir: Yo no estaría contento si yo o estaba ocupado.

Escuché a Tony Blair decir: Antes que las personas reclamen sobre la ausencia de armas de destrucción masiva, yo sugiero que ellos esperen un tiempo.

Escuché al General Myers decir: Dado el tiempo, "dado el número de prisioneros que ahora estamos interrogando, estoy seguro que vamos a encontrar armas de destrucción masiva".

Escuché al presidente decir: "Se están tomando prisioneros y la información se esta recogiendo. Nuestras firmes acciones continuarán hasta que estos enemigos de la democracia sean tratados."

Escuché a un soldado describir lo que ellos llamaron "la perra en una caja": Ése era el procedimiento normal cuando ellos querían ablandar a un prisionero: métalos durante un tiempo en la maletera y maneje hasta los alrededores. Con capuchas, puedo entender, y amarrados con las cosas plásticas, que yo podía ver. Pero el episodio de la maletera fue de un tipo anormal para mi. Era como un baño turco, permítame explicarlo. En agosto, la temperatura alcanza los 50 grados Celsius en Irak, y usted puede imaginar lo que era estar dentro de un maletero de un Mercedes negro".

Escuché a un Guardia Nacional de Florida decir: "Teníamos una gran martillo que nosotros golpeábamos contra la pared, y eso creaba un eco parecido a una explosión que les asustaba como el infierno para ellos. Si esto no funcionaba nosotros cargábamos una pistola de 9 mm y poniéndola en su cabeza pretendíamos hacerlos pensar que íbamos a dispararles. Una vez usted hizo esto, ellos estaban dispuestos a hacer cualquier cosa que usted quisiera que ellos básicamente hicieran. La forma cómo nosotros tratamos a estos hombres, era incluso dura para los soldados, sobre todo después de darse cuenta que estos combatientes no eran más que pastores."

Escuché a un marine en Campamento Whitehorse decir: "la técnica 50/10 fue usada para quebrar EPW y hacer el trabajo más fácil para los HET para obtener la información de ellos. La técnica 50/10 consistía en hacer que los prisioneros estuvieran de pie durante 50 minutos de una hora, durante diez horas, con una capucha sobre sus cabezas bajo el sol. EPW corresponde a Enemigos Prisioneros de Guerra. HET corresponde a Equipos de Explotación Humana.

Escuché al Capitán Donald Reese, un guardia de prisión, decir: "No era raro ver a las personas sin ropas. Me dijeron que la desnudez completa era un procedimiento de interrogación usado por la inteligencia militar, y nunca pensé mucho sobre eso."

Escuché a Donald Rumsfeld decir: "Yo no he visto nada, hasta aquí, que dice que los abusos de personas fueron perpetrados en el proceso de interrogarlos o para los propósitos de la interrogación".

Escuché a la soldado Lynndie England que fue fotografiada en Abu Ghraib sosteniendo a un prisionero con una traílla decir: "Recibí ordenes de personas con un rango más alto para estar allí, sosteniendo esa traílla, miré la cámara y ellos sacaron las fotos para una PsyOps (Operación Psicológica). Yo realmente no deseaba, quiero decir, quería estar en alguna fotografía. Pensé que era algo raro."

Los Prisioneros 27, 30 y 31 fueron despojados de sus ropas, amarrados juntos, desnudos, tendidos en el piso y forzados a yacer uno junto a otro simulando sexo mientras se tomaban las fotografías. La comida del Prisionero 8 fue arrojada al retrete y se le pidió que la comiera desde allí. Al Prisionero 7 se le pidió que ladrara como un perro mientras policías militares (MP) lo reñían y orinaron sobre él; él fue sodomizado con un bastón policial mientras dos mujeres MP miraban. El Prisionero 3 fue sodomizado con una escoba por una soldado mujer. Al Prisionero 15 se le fotografió de pie sobre una caja con una capucha que le cubría su cabeza y se ataron alambres eléctricos simulados a sus manos y pene. Los Prisioneros 1, 16, 17, 18, 23, 24 y 26 fueron puestos en un montón y fueron obligados a masturbarse mientras se les tomaban fotografías. Un Prisionero no identificado fue fotografiado cubierto con heces con un plátano insertado en su ano. El Prisionero 5 vio a Civil violando un Prisionero varón de 15 años no identificado mientras una soldado mujer tomaba fotografías. Los Prisioneros 5 y 7 fueron desnudados y obligados a ponerse ropa interior de mujeres en sus cabezas. El Prisionero 28, esposado con sus manos atrás, en una ducha, fue declarado muerto cuando un MP (Policía Militar) le quitó el saco de arena de su cabeza y verificó su pulso.

Escuché a Donald Rumsfeld decir: "Si usted está en Washington DC, no puede saber qué está pasando a media noche en alguna de las muchas prisiones alrededor del mundo."

Escuché que la Cruz Roja tenía que cerrar sus oficinas porque era demasiado peligroso. Escuché que General Eléctric y la Siemens Corporation tenían que cerrar sus oficinas. Escuché que Médicos sin Fronteras tenían que retirarse y que los periodistas raramente dejan sus hoteles. Escuché que, después que su oficina principal fue bombardeada, la mayoría del personal de las Naciones Unidas se ha ido. Escuché que el costo de las pólizas de seguro de vida para los pocos hombres de negocios Occidentales que quedan allí, eran de 10,000 dólares por semana.

Escuché a Tom Foley, Director de Desarrollo del Sector Privado de Irak, decir: "Los riesgos de seguridad no son tan malo como aparecen en la televisión. Los civiles occidentales no son los blancos en si. Éstos son riesgos aceptables".

Escuché al portavoz de Paul Bremer decir: "Hemos aislado los bolsones en dónde estamos encontrando problemas."

Escuché que, no pudiendo confiar más en el ejército por ayuda, las empresas privadas de seguridad se han unido para formar el ejército privado más grande del mundo, con sus propios equipos de rescate e inteligencias. Escuché que había 20,000 soldados mercenarios, ahora llamados ’contratistas privados’ en Irak, que ganan cerca de 2000 dólares por día y no sujetos ni a la ley iraquí o norteamericana.

Escuché que 50,000 civiles Iraquíes estaban muertos.

Escuché que, un día en que un auto-bomba mató a tres norteamericanos, Paul Bremer, en su último acto como director de la Autoridad Provisional de la Coalición emitiría leyes que hacen ilegal manejar con solo una mano en el volante o tocar la bocina cuando no había emergencia.

Escuché que el índice de desempleo era ahora de un 70 por ciento, que menos del 1 por ciento de la mano de obra estaba trabajando en la reconstrucción y que EE.UU. había gastado sólo un 2 por ciento de los 18.4 billones de dólares aprobado por el Congreso para la reconstrucción. Escuché que una auditoría oficial no podía encontrar respaldo por 8.8 millones de dólares, dinero iraquí del petróleo entregados a los ministerios iraquíes por la Autoridad Provisional de la Coalición.

Escuché al presidente decir: "Nuestra Unión sigue respaldando a los responsables líderes Iraquíes mientras ellos establecen la creciente autoridad en su país."

Escuché que, unos días antes de que él fuera designado Primer Ministro, Iyad Allawi visitó una Estación de Policía en Bagdad en dónde seis sospechosos insurrectos, vendados y esposados fueron alineados contra una pared. Escuché que, por lo menos 4 norteamericanos y un docena de policías Iraquíes estaban mirando, Allawi sacó una pistola y disparó a cada prisionero en la cabeza. Escuché que él dijo que esta era la forma como debemos tratar a los insurrectos.

El 28 de junio del 2004, con el establecimiento de un gobierno interino, escuché al vicepresidente decir: Después de décadas de control por un dictador brutal, Irak ha sido devuelta a sus justos dueños, el pueblo de Irak.

Éste fue el resumen militar durante un día normal, 22 de julio del 2004, un día que no produjo ningún titular: Dos bombas a orillas del camino explotaron junto a una camioneta y a un Mercedes en áreas separadas de Bagdad, matando a cuatro civiles. Un hombre armado en un Toyota disparó contra un punto de control policíal y escapó. La Policía hirió a tres hombres armados en un punto de control y arrestó a cuatro hombres sospechosos de intento de asesinato. Siete bombas a orilla del camino más explotaron en Bagdad y hombres armados atacaron dos veces a las tropas norteamericanas. La policía desactiva un auto-bomba en Mosul y hombres armados atacaron atacados al chofer occidental de un camión tolva en Tell Afar. Hubo tres ataques con bombas y un ataque con lanza-cohetes contra las tropas norteamericanas en Mosul y otro ataque con rifles de asalto contra las fuerzas de EEUU cerca de Tell Afar. En Taji, un vehículo civil chocó con un vehículo militar norteamericano, matando a seis civiles e hiriendo a otros siete. En Bayji, una mina antitanque explotó bajo un vehículo norteamericano. Hombres armados asesinaron a un dentista en el hospital de Ad Dwar. Hubo 17 explosiones de bomba a orillas del camino contra las fuerzas de EE.UU. en Taji, Baquba, Baqua, Jalula, Tikrit, Paliwoda, Balad, Samarra y Duluiyeh, con ataques por hombres armados sobre las tropas de EEUU en Tikrit y Balad. Un cuerpo acéfalo con un traje anaranjado fue encontrado en el Tigris; se cree pertenece al rehén Búlgaro Ivalyo Kepov. La base aérea de Kirkuk fue atacada. Cinco bombas a orillas de camino contra las fuerzas de EE.UU. en Rutbah, Kalso y Ramadi. Hombres armados atacaron a los norteamericanos en Fallujah y Ramadi. El jefe policíal de Najaf fue raptado. Dos contratistas civiles fueron atacados por hombres armados en Haswah. Una bomba de orilla de camino explotó cerca de Kerbala e Hillah. Las fuerzas internacionales fueron atacadas por hombres armados en al-Qurnah.

Escuché al presidente decir: "Usted puede animar a un enemigo enviando un mensaje mixto. Usted puede desalentar al pueblo iraquí enviando mensajes mixtos. Por ello continuaré dirigiendo con claridad y de una manera resuelta".

Escuché al presidente decir: "Hoy, porque el mundo actuó con valor y claridad moral, los atletas Iraquíes están compitiendo en los Juegos olímpicos. Irak había enviado equipos a los Juegos olímpicos anteriores. Y cuando el presidente comenzó una campaña de avisos con las banderas de Irak y Afganistán con las palabras: En estos Juegos Olímpicos habrá otras dos naciones libres y dos regímenes terroristas menos, Escuché al entrenador Iraquí decir: Irak como equipo no quiere que Mr. Bush nos use para la campaña presidencial. Él puede encontrar otra manera de hacerse propaganda. Escuché que la estrella del mediocampo dice que si él no estuviera jugando fútbol, estaría luchando con la resistencia en

Fallujah: Bush ha cometido tantos crímenes. ¿Cómo se reunirá con su dios habiendo matado a tantos hombres y mujeres?

Escuché que un alto funcionario del ejército británico, anónimo, invocar a los Nazis al describir lo que él vio: Mi visión y la visión de la cadena de mando británica es que el uso de la violencia por parte de los norteamericanos no es proporcional y es una sobre respuesta a la amenaza que ellos están enfrentando. Ellos no ven a las personas Iraquíes de la manera que nosotros las vemos. Ellos los ven como Untermenschen (sub-humanos). Ellos no se preocupan por la pérdida de vidas Iraquíes. Hasta donde ellos están interesados, Irak es un país de bandoleros y todos estamos aquí para matarlos. Es banal, pero las tropas norteamericanas disparan primero y hacen las preguntas después.

Escuché Makki al-Nazzal, quién estaba administrando una clínica en Fallujah, decir, en un inglés sin acento: He sido un necio durante 47 años. Yo creía en la civilización europea y norteamericana.

Escuché a Donald Rumsfeld decir: Jamás creímos que simplemente nos tropezaríamos sobre las armas de destrucción masiva.

Escuché a Condoleezza Rice decir: Nunca esperamos que íbamos abrir los garajes y encontrarlas.

Escuché a Donald Rumsfeld decir: Ellos pueden haber tenido tiempo para destruirlas y yo no se la respuesta.

Escuché a Richard Perle decir: No sabemos dónde buscarlas y nunca supimos dónde buscarlas. Espero que esto tomará menos de doscientos años.

Escuché al presidente decir: Yo sé lo que yo estoy haciendo cuando vine a ganar esta guerra.

Escuché al presidente decir: Yo soy un Presidente de Guerra.

Escuché que 1000 soldados americanos habían muerto y 7000 estaban heridos en combate. Escuché que ahora había un promedio de 87 ataques diarios contra las tropas de EE.UU.

Escuché a Condoleezza Rice decir: No todo ha marchado como nos habría gustado.

Escuché a Colin Powell decir: Nosotros calculamos mal la dificultad.

Escuché a un alto diplomático de EE.UU., anónimo, en Bagdad decir: Estamos tratando con una población que revolotea entre la escasa tolerancia y la sincera hostilidad. Esta idea de una democracia que funcione es demente. Pensamos que habría un alivio después de la soberanía, pero se está desatando todo el infierno.

Escuché al Comandante Thomas Neemeyer decir: La única manera de aplastar totalmente la insurrección de la mente sería matar a la población entera.

Escuché al reportero de CNN, cerca de la tumba de Ali en Najaf, decir: Todo aquello fuera de la mezquita parece sumado.

Escuché a Khudeir Salman que vendía hielo en una carreta tirada por un asno en Najaf decir que él se estaba rindiendo después que los marines francotiradores habían matado a su amigo, otro vendedor de hielo,: Lo encontré esta mañana. El francotirador mató también a su asno . Incluso los chóferes de ambulancias están también asustados para ir a recoger el cuerpo.

Escuché al vicepresidente decir: Tal enemigo no puede detenerse, no puede contenerse, no puede aplacarse, o negociarse con él. Sólo puede destruirse. Y ése es el negocio a la mano.

Escuché a un alto comandante norteamericano decir: Necesitamos tomar una decisión con respecto a cuando deberá cortarse el cáncer de al-Fallujah.

Escuché al Mayor General John Batiste, en las afueras de Samarra decir: Será una lucha rápida y el enemigo va a morirse rápidamente. El mensaje para el pueblo de Samarra es: Paz o no, esto va a ser resuelto.

Escuché al Brigadier General Kimmitt decir: Nuestra paciencia no es eterna.

Escuché al presidente decir: América nunca será expulsada de Irak por un manojo de gamberros y asesinos.

Escuché hablar de la fiesta de matrimonio que fue atacada por aviones norteamericanos, matando a 45 personas, y del fotógrafo de la boda que filmaba la fiesta hasta que fue asesinado. Y aún cuando la cinta fue mostrada en televisión, escuché al Brigadier General Kimmitt decir: No había ninguna evidencia de boda. Puede haber sido algún tipo de celebración. Las personas malas también tienen celebraciones.

Escuché a un hombre Iraquí decir: Juro que vi perros comiéndose el cuerpo de una mujer.

Escuché a un hombre Iraquí decir: Tenemos 700 muertos por lo menos. La mayoría de ellos son niños y mujeres. El hedor de los cuerpos muertos es insufrible en partes de la ciudad.

Escuché a Donald Rumsfeld decir: La muerte tiene una tendencia a animar una visión deprimida de la guerra.

Con ocasión de la visita de Iyad Allawi a los Estados Unidos, escuché al presidente decir: Lo que es importante para las personas norteamericanas es oír la realidad. Y la realidad está exactamente aquí en la forma del Primer Ministro.

Cuando se le preguntó por las tensiones étnicas, escuché a Iyad Allawi decir: No hay ningún problema entre Shiítas Sunnitas, Kurdos Árabes y Turkmen. Normalmente no tenemos ningún problema de naturaleza étnica o religiosa en Irak.

Le escuché decir: No Hay nada, ningún problema, excepto un pequeño bolsón en Fallujah.

Escuché al Coronel Jerry Durrant decir, después de una reunión con los jeques tribales de Ramadi: Un montón de estos tipos han leído historia y ellos me dijeron que el gobierno en Bagdad es como el gobierno de Vichy en Francia durante la Segunda Guerra Mundial.

Escuché a un periodista decir: Yo soy muy casero. Salgo cuando tengo una razón muy buena y una entrevista fijada. Evito la ida a las casas de personas y nunca camino por las calles. No puedo ir a comprar comestibles, no puedo comer en los restaurantes, no puedo entablar una conversación con extraños, no puedo buscar noticias, no puedo manejar algo que no sea un automóvil acorazado, no puedo ir a los escenarios de últimas noticias, no puedo quedar pegado en el tráfico, no puedo hablar inglés afuera, no puedo hacer un viaje caminando, no puedo decir soy un norteamericano, no puedo demorar a los puntos de control, no puedo ser curioso sobre aquello que las personas están diciendo, haciendo, sintiendo.’

Escuché a Donald Rumsfeld decir: Es una parte dura del mundo. Nosotros teníamos algo así como 200 o 300 o 400 personas muertas en muchas de las grandes ciudades de Norteamérica, el año pasado. ¿Cuál es la diferencia? Nosotros no vemos cada noche en la televisión, cada homicidio en cada gran ciudad de los Estados Unidos.

Escuché que 80,000 civiles Iraquíes estaban muertos. Escuché que la guerra ya había costado $225 mil millones de dólares y continúa creciendo a un nivel de $40 mil millones por mes. Escuché que ahora había un promedio de 130 ataques diarios contra las tropas de EE.UU..

Escuché al Capitán John Mountford decir: Me pregunto lo que habría pasado si nosotros hubiésemos trabajado un poco más con los locales.

Escuché que, sólo en el último año, EE.UU. había disparado 127 toneladas de municiones con uranio empobrecido (DU) en Irak, el equivalente radiactivo de aproximadamente diez mil bombas de Nagasaki. Escuché que se creía que el uso masivo de DU en la primera Guerra del Golfo fue la causa primaria de los problemas de salud sufrida por sus 580,400 veteranos de quienes solo 467 fueron heridos durante la guerra misma. Diez años después, 11,000 soldados estaban muertos y 325,000 con invalidez médica. El DU trasportado en el semen lleva a altas proporciones de endometriosis en sus esposas y novias, requiriendo a menudo histerectomías. De los soldados que tuvieron bebés saludables antes de la guerra, 67 por ciento de sus bebés postguerras nacieron con severos defectos, incluyendo la falta de piernas, brazos, órganos u ojos.

Escuché que 380 toneladas de HMX (explosivo de alto punto de fusión) y RDX (explosivo de detonación rápida) se extraviaron desde al-Qaqaa, una de las instalaciones más delicadas del ejército de Irak que no habían sido defendida desde la invasión. Escuché que una libra de estos explosivos eran suficientes para hacer estallar un avión 747 y que estas reservas podrían usarse para hacer un millón de bombas de orilla de caminos que es la causa de mitad las bajas entre las tropas de EE.UU..

Escuché a Donald Rumsfeld decir, cuando se le preguntó por qué las tropas se quedarían más tiempo de guerra que sus tareas normales: Oh, por favor. Las personas son fungibles. Usted puede tenerlos aquí o allí.

Escuché al Coronel Gary Brandl decir: El enemigo tiene una cara. Esa cara es de Satanás. Él está en Fallujah y nosotros vamos a destruirlo.

Escuché que un comandante de marines les dijo a sus hombres: Usted no será juzgado responsable por los hechos como fueron en una percepción retrospectiva sino como le parecieron a usted en ese momento. Si, en su mente, usted disparó para protegerse o proteger a sus hombres, usted está haciendo lo correcto. No importa si después nosotros averiguamos que eliminó a una familia de civiles desarmados.

Escuché a Teniente Coronel Mark Smith decir: Nosotros estamos saliendo hacia dónde viven los tipos malos y vamos a matarlos en su código postal.

Escuché que 15,000 soldados norteamericanos invadieron al-Fallujah mientras los aviones dejaban caer bombas de 500 libras sobre blancos insurgentes. Escuché que ellos destruyeron el Hospital de Emergencia Nazzal en el centro de la ciudad, matando en ese acto a 20 doctores. Escuché que ellos ocuparon el Hospital General de al-Fallujah que el ejército había llamado, centro de propaganda por informar de bajas civiles. Escuché que ellos confiscaron todos los teléfonos móviles y se negaron a permitir que doctores y ambulancias salieran para ayudar a los heridos. Escuché que ellos bombardearon la planta de poder hasta cortar la energía de la ciudad y que el agua estaba cortada. Escuché que cada casa y comercio tenían una gran X roja pintada con spray en la puerta, para indicar que había sido investigada.

Escuché a Donald Rumsfeld decir: Los civiles inocentes en esa ciudad tienen toda la información que necesitan para evitar entrar en el problema. Allí no habrá grandes números de bajas civiles y ciertamente no lo serán por las fuerzas de EE.UU..

Escuché, en una ciudad de 150 mezquitas, ya no se escuchaba el llamado a la oración.

Escuché a Mohammed Abboud contar cómo, imposibilitado de salir de su casa para ir a un hospital (por los francotiradores norteamericanos.AW), él había mirado cómo su hijo de 9 años se desangraba hasta la muerte y cómo, imposibilitado de salir de su casa para ir a enterrarle en un cementerio, había enterrado a su hijo en el jardín.

Escuché a Sami al-Jumaili, un doctor, decir: No hay un solo cirujano en al-Fallujah. Un niño de apenas 13 años murió en mis manos.

Escuché a un soldado norteamericano decir: Ganaremos los corazones y mentes de al-Fallujah librando la ciudad de insurrectos. Estamos haciendo eso, patrullando las calles y matando al enemigo.

Escuché a un soldado norteamericano, un artillero de un Bradley, decir: Básicamente buscaba cualquier pared intacta, usted sabe, sin agujeros en ellas. Y entonces le abríamos los agujeros en ellas.

Escuché a Farhan Salih decir: Mis niños están histéricos de miedo. Están traumatizados por el estruendo pero no hay ningún lugar a donde llevarles.

Escuché que las tropas norteamericanas permitieron a las mujeres y a los niños abandonar la ciudad, pero ordenaron que todos los varones en edad militar, entre 15 y 60 años debían permanecer allí. Escuché que no se permitía entrar alimentos o medicinas a la ciudad.

Escuché que la Cruz Roja decir que por lo menos 800 civiles habían muerto. Escuché decir a Iyad Allawi que no hubo bajas civiles en al-Fallujah.

Escuché que un hombre llamado Abu Sabah decir: Ellos usaron esas bombas raras que le daba al humo una forma nube como un hongo. Luego pedazos pequeños cayeron del cielo con largas colas de humo detrás de ellos. Le escuché que los pedazos de estas bombas explotaron en grandes fuegos que quemaban la piel incluso cuando se ponía agua sobre ella.

Escuché a Kassem Mohammed Ahmed decir: Vi cuando pasaban los tanques sobre personas heridas que estaban en la calle.

Escuché a un hombre llamado Khalil decir: Ellos les dispararon a las mujeres y los ancianos en las calles. Luego los francotiradores le disparaban a cualquiera que tratase de recoger sus cuerpos.

Escuché a Nihida Kadhim, una ama de casa, decir que cuando finalmente le permitieron volver a su casa, ella encontró un mensaje escrito con su lápiz labial en el espejo de sala de estar: FUCK IRAK Y CADA IRAQUÍ EN ÉL.

Escuché al General John Sattler decir que la destrucción de al-Fallujah había roto la columna vertebral de la insurrección.

Escuché que tres cuartas partes de al-Fallujah habían sido demolidas a escombros. Escuché a un soldado norteamericano decir: Es una suerte de maldad que hemos destruido todo, pero por lo menos, nosotrosle hemos dado una oportunidad para un nuevo comienzo.

Escuché que sólo cinco caminos en al-Fallujah permanecerían abiertos. El resto sería sellado con bermas de arena, montañas de tierra. En los puntos de entrada, todos serían fotografiados, se les imprimiría las huellas dactilares y se les scanearía el iris del ojo antes de entregarles las tarjetas de identificación. Todos los ciudadanos estarán obligados a llevar tarjetas de identificación en todo momento y a la vista plena. No se permitirán automóviles privados en la ciudad. Todos los varones serán organizados en brigadas de trabajo para que reconstruyan la ciudad. Ellos serán pagados, pero la participación es obligatoria.

Escuché a Muhammad Kubaissy, un tendero, decir: Aún estoy buscando lo que ellos han estado llamando ’democracia’.

Escuché a un soldado decir que él había hablado con su sacerdote sobre las matanzas de iraquíes y que su sacerdote le había dicho que estaba bien matar por su gobierno con tal de que no lo disfrutara. Después que él había matado a cuatro hombres por lo menos, escuché al soldado decir que él había comenzado a dudar: ¿Dónde chuchas dijo Jesús que está bien matar personas para su gobierno?

Escuché a Donald Rumsfeld decir: No creo que alguien, que yo sepa, de la administración, dijera que Irak tenía armas nucleares.

Escuché a Donald Rumsfeld decir: La coalición no actuó en Irak porque habíamos descubierto nuevas y dramáticas evidencias de la búsqueda por parte de Irak, de armas de destrucción masiva. Nosotros actuamos porque vimos la evidencia ante una dramática nueva luz, a través del prisma de nuestra experiencia en sept/11.

Escuché a un reportero decir a Donald Rumsfeld: Antes de la guerra en Irak, usted estableció el caso muy elocuentemente y dijo que ellos nos darían la bienvenida con los brazos abiertos. Y escuché a Rumsfeld interrumpirlo: Nunca he dicho eso. Nunca lo hice. Usted puede recordarlo bien, pero está pensando en otra persona. Usted no puede encontrarme, de cualquier modo, diciendo algo como esas dos cosas que usted dice que yo dije.

Escuché a Ahmed Chalabi, quien había proporcionado la mayor parte de la información sobre las armas de destrucción masiva, encogerse de hombros y decir: Nosotros somos los héroes en el error. . . Lo que se dijo antes no es importante.

Escuché a Paul Wolfowitz decir: Por razones burocráticas, nos afirmamos en un asunto, las armas de destrucción masiva, como justificación para invadir Irak, porque fue la única razón en la que todos podríamos estar de acuerdo.

Escuché a Condoleezza Rice insistir continuamente: No es como si alguien creyera que Saddam Hussein estaba sin armas de destrucción masiva.

Escuché que el yellowcake de uranio nigeriano fue una farsa legitimada por la inteligencia británica, que los tubos de aluminio no podrían ser usados para armas nucleares, que los laboratorios biológicos móviles producían hidrógeno para los globos metereológicos, que la flota de vehículos aéreos no tripulados etéreos eran un simple modelo de avión a control remoto deteriorado, que Saddam no tenía ningún elaborado bunker subterráneo, que la primera fuente de Colin Powell, de su sólida información de las evidencias que él presentó a las Naciones Unidas, eran de un documento escrito diez años antes por un estudiante graduado. Escuché que, de los 400,000 cuerpos enterrados en fosas comunes, se habían encontrado sólo 5000 cuerpos.

Escuché al Teniente General James Conway decir: Fue una sorpresa para mi en aquel entonces y sigue siendo una sorpresa para mi ahora, el hecho que no hemos descubierto las armas. No es por falta de intento.

Escuché a un reportero preguntarle a Donald Rumsfeld: ¿Si ellos no tenían armas de destrucción masiva, por qué significaban una amenaza inmediata a este país? Escuché a Runfeld contestar: Usted y otros pocos críticos son las únicas personas que he oído el uso de la frase ’amenaza inmediata’. Ha llegado a ser una especie de folklore que eso es lo que pasó. Si usted tiene alguna cita, me gustaría verlas. Y escuché al reportero leer: Ningún estado terrorista supone una amenaza mayor o más inmediata a la seguridad de nuestro pueblo. Rumsfeld contestó: En mi visión de-de la situación, fue que él-él tenía nosotros-nosotros creemos, la mejor inteligencia que nosotros teníamos y otros países tenían y que que creímos y nosotros todavía no sabemos si nosotros sabremos.

Escuché a Saadoon al-Zubaydi, un intérprete que vivió en el palacio presidencial, decir: Por lo menos tres años, Saddam Hussein había estado cansado de la administración del día a día de su régimen. Él no podría resistirlo más: las reuniones, comisiones, despachos, las llamadas telefónicas. Así que él se retiró. . . Solo, aislado, fuera de todo. Él prefirió encerrarse en su oficina, escribiendo novelas.

Escuché al presidente Bush decir que Irak es un ’éxito catastrófico.’

Escuché a Donald Rumsfeld decir: ’Ellos no han ganado ni tan siquiera una sola batalla desde el fin de las mayores operaciones de combate.

Escuché que cientos de escuelas había sido completamente destruidas y miles saqueadas y que la mayoría de las personas pensaban que era demasiado peligroso para enviar sus niños a la escuela. Escuché que no había ningún sistema de bancos. Escuché que en las ciudades tenían sólo diez horas de electricidad al día y que sólo el 60 por ciento de la población tenía acceso a agua potable. Escuché que la desnutrición de los niños era ahora lejos mucho peor que en Uganda o Haití. Escuché que ninguno de los 270,000 bebés nacidos después del comienzo de la guerra había recibido vacunas.

Escuché que el 5 por ciento de los votantes se habían registrado para las próximas elecciones.

Escuché al General John Abizaid decir: No creo que Irak tendrá una elección perfecta. Y, si yo recuerdo, mirando atrás a nuestra propia elección de hace cuatro años atrás, Tampoco fue perfecta.

Escuché a Donald Rumsfeld decir: Digamos que usted intenta llevar a cabo una elección y usted podría tenerla en tres-cuartos o cuatro-quintos del país. Pero en algunos lugares usted no pudo porque la violencia es demasiado grande. Bien, así será. Nada es perfecto en la vida.

Escuché a un ingeniero Iraquí decir: ¿Ir y votar y correr el riesgo de ser despedazado por una bomba o seguido por los insurrectos y asesinado por cooperar con los norteamericanos? ¿Para qué? ¿Para practicar la democracia? ¿Está Usted bromeando?

Escuché al General Muhammad Abdullah Shahwani, el jefe de la inteligencia Iraquí, decir que ahora habían 200,000 combatientes activos en la insurgencia.

Escuché a Donald Rumsfeld decir: Yo no creo que es nuestro trabajo reconstruir ese país. El pueblo Iraquí van a tener que reconstruir ese país durante un período de tiempo. Le escuché decir que, en todo caso, la infraestructura de ese país no fue terriblemente dañada, en absoluto, por la guerra.

Escuché que el embajador norteamericano, John Negroponte, había solicitados que los 3.37 billones de dólares proyectados para el agua, alcantarillado y proyectos de electricidad sean transferidos a seguridad y producción de petróleo.

Escuché que los reporteros de la red al-Jazeera fueron prohibidos indefinidamente. Escuché a Donald Rumsfeld decir: Lo que al-Jazeera está haciendo es vicioso, inexacto e inexcusable.

Escuché que España dejó la coalición de los voluntarios. Hungría se retira; la República Dominicana se retira; Nicaragua se retira; Honduras se retira. Escuché que las Filipinas se habían retirado en primer lugar, después que un camionero filipino fue secuestrado y ejecutado. Noruega, Polonia y los Países Bajos dijeron que ellos se retiraban. Thailandia dijo que estaba saliendo. Bulgaria estaba reduciendo sus pocos centenares de tropas. Moldova disminuye su fuerza de 42 a 12.

Escuché que el presidente había dicho una vez: De aquí a dos años, sólo los Británicos puede estar con nosotros. En algún punto, podemos ser los únicos que se queden. Eso es OK para mi. Nosotros somos América.

Escuché a un reportero preguntarle al Teniente General Jay Garner cuánto tiempo permanecerían las tropas en Irak, y le escuché responder: Tengo la esperanza que estarán un largo tiempo.

Escuché al General Tommy Franks decir: Uno tiene que pensar sobre los números. Pienso que nos comprometeremos con nuestro ejército en Irak para quizás tres, cinco, a quizás diez años.

Escuché que el Pentágono estaba explorando ahora lo que llamó ’Opción El Salvador’, modelada en los escuadrones de la muerte en El Salvador, en los años ochenta, cuando John Negroponte que era embajador en Honduras y cuando Elliott Abrams, ahora consejero de la Casa Blanca en el Medio Oriente, llamaron a la matanza de El Mazote ’nada más que propaganda comunista’. Bajo el plan, EE.UU. aconsejaría, entrenaría y apoyaría a paramilitares en asesinatos y secuestros, incluyendo operativos secretos en la frontera Siria. En el debate para la vice-presidencia, escuché al vicepresidente decir: Hace veinte años nosotros teníamos una situación similar en El Salvador. Nosotros teníamos una insurrección guerrillera que controlaba aproximadamente un tercio del país. . . Y hoy El Salvador está muy bien.

Escuché que 100,000 civiles Iraquíes estaban muertos. Escuché que había ahora un promedio de 150 ataques diarios sobre las tropas de EE.UU.. Escuché que en Bagdad morían 700 personas todos los meses en actividades criminales "no relacionadas con la guerra". Escuché que habían matado a 1400 soldados norteamericanos y que la verdadera cifra de bajas era aproximadamente de 25,000.

Escuché que Donald Rumsfeld había firmado las cartas de condolencia a las familias de los soldados muertos con un timbre. Cuando esto causó un pequeño escándalo, le escuché decir: Me han solicitado que en el futuro firme yo mismo cada carta.

Escuché al presidente decir: La credibilidad de este país está basada en nuestro firme deseo de hacer el mundo más pacífico, y el mundo es ahora más pacífico.

Escuché al presidente decir: Quiero ser el presidente de la paz. Los próximos cuatro años serán años pacíficos.

Escuché al Abogado General, John Ashcroft decir en el día de su renuncia: El objetivo de afianzar la seguridad de los norteamericanos ante el crimen y el terror se ha logrado.

Escuché al presidente decir: Durante algún tiempo estábamos marchando a la guerra. Ahora estamos marchando hacia la paz.

Escuché que el ejército norteamericano había comprado 1,500,000,000 balas para su uso en el próximo año. Eso corresponde a 58 balas para cada adulto y niño Iraquí.

Escuché que Saddam Hussein, en encierro solitario, estaba gastando su tiempo escribiendo poesía, leyendo el Corán, comiendo galletas y panecillos y cuidando de algunas plantas y arbustos. Escuché que él había puesto un círculo de piedras blancas alrededor de un pequeño ciruelo.

Fuente - Traducción: Animalweb - 9/02/2005...