Lucha mediática, mercado del libro y desafíos

Por Alina Martínez C. *

Entre los más prominentes programas profesional y académico, desarrollados en esta XIV Feria Internacional del Libro de La Habana, está el que reunió a más de centenar y medio de editores cubanos ante paneles de autores y especialistas de varios países.

Un ponente cubano expuso que en dos importantes buscadores informáticos del mundo vinculados con el libro sólo aparecen de 292 títulos disponibles, cinco de Cuba por autores residentes en la Isla, y en otro de 120 títulos sólo tres de cubanos.

¿Es cierto o no que hay una selectividad o censura con el libro producido en Cuba? se preguntaba el especialista ante un transparente ejemplo de la manipulación y la censura que se ejerce por el mercado.

Este fue sólo uno de los atractivos temas tratados en los tres días de desarrollo de ese fructífero intercambio teórico, y que llegó a conclusiones innegables: los desafíos son grandes pero puede haber mayor resistencia de editoriales alternativas y escritores no embaucados en la corriente del pensamiento único.

Otra cosa también quedó sumamente clara: una paradoja fundamental del discriminatorio mercado del libro es que pese a la amplitud y rapidez con que se produce un texto, cada vez disminuye más el hábito de la lectura.

De ello dio cuenta el laureado escritor español Juan Madrid, autor de Brigada especial (un serial televisivo que causó gran impacto en Cuba), quien anunció que en su país se editan anualmente 500 mil libros y el 49 por ciento de la población, según encuestas, no ha leído ni uno en los 12 meses.

Otra arista aun más desgarradora del precio que paga el pueblo por el famoso mercado del libro, que mucho tiene que ver con la globalización neoliberal, lo dio a conocer el escritor español Carlos Frabetti, de literatura infantil, quien explicó que las ventas que se producen espontáneamente constituyen solo el 10 por ciento del comercio.

El resto que se denominan por prescripción son las que realizan los distribuidores, quienes junto a los libros para las clases que llevan a las escuelas dejan otros y los maestros les "sugieren" a padres y alumnos que los compren, precisó.

Ante ese vasallaje que incluso invisibiliza a los escritores no convenientes al sistema como es el caso del reconocido ensayista y novelista Andrés Sorel, fue convincente la necesidad de abogar por editoriales alternativas.

Temas de hoy, a contracorriente de los que preconiza el imperio y el neoliberalismo, dieron a la XIV Feria Internacional del Libro tonalidades que la ubican entre las más prestigiosas del orbe.

* Servicio especial de la AIN (Agencia de Información Nacional)