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El Ecuador se calienta

Publie le Lunes 28 de febrero de 2005 par Open-Publishing

Por Leovani García

El presidente ecuatoriano, Lucio Gutiérrez

El amplio rechazo al arresto del ex ministro de Defensa ex general José Gallardo, la compra de conciencia en el Parlamento por el gobierno y nuevas acciones de la oposición evidencian hoy un calentamiento del escenario político ecuatoriano.

Desde hace casi cuatro meses, cuando la oposición -Izquierda Democrática (ID), el movimiento indígena Pachakutik y los social cristianos (PSC)- intentaron sin éxito enjuiciar en el Congreso al presidente Lucio Gutiérrez, la estabilidad nacional se ha tambaleado.

Tales pasos dieron lugar a una ofensiva gubernamental, caracterizada por la búsqueda de alianza en el Legislativo y la compra de conciencia, que provocó el surgimiento de una nueva mayoría en el hemiciclo favorable a Gutiérrez.

La consolidación de un bloque parlamentario progubernamental propició asimismo una avalancha de cambios en los poderes judiciales, calificados por opositores, empresarios y medios de prensa nacionales de inconstitucionales.

Los tribunales Constitucional (TC), Supremo Electoral (TSE) y la Corte Suprema de Justicia (CSJ), que estaban bajo el control del PSC, pasaron a manos de los partidos Roldosista Ecuatoriano (PRE), del ex presidente Abdalá Bucarám, y Renovador Institucional Acción Nacional, del multimillonaria Alvaro Noboa.

En medio de este escenario, en que todos (oposición y gobierno) se acusan recíprocamente de abuso de poder y corrupción, la situación se complica con reproches de ajustes de cuentas y venganzas entre las facciones y grupos de intereses enfrentados.

Gutiérrez se jacta asimismo de emprender una lucha a muerte contra la corrupción, pero su alianza con el PRE, de Bucarám, y el Prian, dos de las más corruptas agrupaciones según la prensa nacional, desprestigia esa batalla.

El líder del PRE y ex presidente ecuatoriano se exilió en Panamá en 1997 después de un breve mandato de seis meses que concluyó al declararle el Congreso ’incapaz mental para gobernar’ y está acusado de llevarse varios millones de dólares del Estado.

La concentración del poder en torno al gobierno, al adueñarse de los poderes judiciales, dio lugar a dos multitudinarias marchas, una en Guayaquil y otro en Quito, en las cuales no faltaron los reclamos por la salida del jefe de Estado.

La oposición reunió en esta capital a más de dos mil nacionales que gritaron ’Fuera Gutiérrez’ y demandaron la rectificación del Ejecutivo para retornar al Estado de Derecho en el Ecuador.

La ofensiva emprendida permitió que algunas voces del bloque parlamentario progubernamental, en especial diputados independientes, reconocieran la necesidad de cesar la CSJ y otras instancias.

Sin embargo, la reacción del régimen frente a la demanda masiva y frontal de la ciudadanía, muestra un espíritu de revancha y no de conciliación

El gobierno ofreció los tribunales provinciales electorales a los simpatizantes y en especial a los independientes, para aplacar los ánimos de cambios en el hemiciclo ecuatoriano.

A los legisladores sin pertenencia política les fueron entregados 28 puestos de las instancias electorales provinciales.

Ese reparto causó un rechazo inmediato de las tiendas políticas contrarias a Gutiérrez, que amenazaron con abandonar el Parlamento e instalar una Asamblea paralela sin antes del miércoles próximo no se analiza el tema de la reorganización de la CSJ, el TC y el TSE.

A esta situación se suma el arresto del general José Gallardo, acusado de formar parte de una estafa al Estado por la compra de armas argentinas durante el conflicto armado con Perú de febrero de 1995.

Las reacciones a la detención de Gallardo fueron inmediatas y contundentes, con el alcalde de Quito, Paco Moncayo, afirmando que se trataba de ’una venganza inspirada desde Panamá’ (de Bucarám).

Si con esta orden de prisión se quiso crear un clima de combate a la corrupción, se consiguió todo lo contrario; un malestar en amplios sectores de opinión de la población y de las Fuerzas Armadas.

Ex altos oficiales del Ejército aseguran ahora que la justicia esta politizada y que existe descontento en los mandos militares, en especial de las Fuerzas Terrestre.

Las propuestas y pasos del presidente no encuentran consenso en la oposición y son cuestionadas hasta por la influyente Iglesia católica, la cual manifestó esta semana su temor por la situación del país, que corre el riesgo de caer en un ’oscuro foso de ilegalidad’.

Círculos políticos sostienen que cada día son más las voces que avisan que Ecuador va hacia una situación imprevisible que pone en peligro su tambaleada estabilidad.