Portada del sitio > El pensador que hizo reflexionar a Colombia

El pensador que hizo reflexionar a Colombia

Publie le Miércoles 2 de marzo de 2005 par Open-Publishing
2 comentarios

Este humanista que puso a pensar a Colombia, de niño fue inquieto, indisciplinado y necio. "Ayudó a divulgar la cultura universal en un país con gran tendencia al provincianismo". "La conversación era su gran disfrute".

Por Alda Livey Mera *

El pensador antioqueño, quien fue docente en la Universidad del Valle desde 1997, leía en varios idiomas. Muchos de los grandes clásicos los leyó en sus idiomas originales, especialmente en francés.

A Estanislao Zuleta la vida se le juntó con la muerte en primavera. A la primera llegó el 3 de febrero de 1935 y la segunda se lo llevó el 17 de febrero de 1990. Y en tan corto lapso de existencia dejó la huella de un pensador que sin escribir un libro, sólo desde la oralidad de la cátedra, trascendió como un humanista integral que puso a pensar a Colombia.

A los 70 años de su nacimiento en Medellín y a los 15 de su fallecimiento en Cali, la Universidad del Valle evocó por estos días, la vida y obra del hombre que en cuarto de bachillerato decidió dejar de ir al colegio para dedicarse a estudiar por su cuenta. A los 24 años ya era profesor de filosofía y derecho en la Universidad Libre de Bogotá.

Sin embargo, el homenaje máximo se lo hizo en vida la Universidad del Valle, de la que fue docente desde 1977, el 21 de noviembre de 1980, cuando le confirió el título Honoris Causa en Psicología.

Ese día, su discurso Elogio de la Dificultad deslumbró a los eruditos y confirmó sus méritos cuando se convirtió en pieza maestra de los círculos intelectuales del país.

No obstante, la sencillez del sabio jamás lo abandonó, ni aún cuando era el conferencista central del Centro Psicoanalítico Sigmund Freud, donde se reunía la crema y nata de la intelectualidad caleña.

Sus clases en el alma mater eran programadas en los auditorios porque el maestro no tenía alumnos sino seguidores de todas las carreras, que no sentían pasar las horas bajo la magia de su oratoria en la que la filosofía no reñía con su sentido del humor. "Gracias por asistir, por insistir y por existir", les decía con frecuencia.

Los laberintos de la cultura universal fueron sus fuentes, no como respuestas acabadas sino de búsqueda y reflexión sobre la existencia humana desde distintas ventanas por donde sólo él osó mirarla.

Sus detractores no alcanzaron a vislumbrar la grandeza del hombre que estudió a los grandes: Freud, Marx, Engels, Dostoievski, Tolstoi, Cervantes, Mann, Proust, Nietzche, Kant, Platón, Hegel... Sólo se centraron en criticar su tufillo cuando dictaba cátedra ebrio. Pero según sus admiradores, precisamente, esos eran los momentos en que el maestro más lúcido era.

Nena Zuleta, hermana

Estanislao desde niño aprendía fácil y entendía rápido. Y desde que aprendió a leer se fascinó por lo que para él fue como una locura: la lectura.

A esa edad daba muestras de su sentido del humor, un poco burletero, salía caminando como las tías, tenía mucha gracia. Era muy inquieto, indisciplinado y necio.

Siempre fue alto y fornido, pero nunca lo vi practicar ningún deporte, sólo jugar ajedrez . Tenía memoria prodigiosa y creo que un coeficiente intelectual muy por encima del común.

Era cariñoso. Sus regalos siempre eran libros -a él una porcelana no le decía nada- y una frase: ’Lea Nenita para que se instruya’, pero yo era más de la fiestecita y él de tertulia intelectual. Y cuando estuvimos más grandecitos, yo fui más de derecha y él más de izquierda, pero nunca me criticó. Respetaba las opiniones de los demás.

Si no tenía plata para los libros, regalaba versos. Una carta suya por pequeña y sencilla que fuera, siempre decía cosas muy bonitas.

Era cuidadoso, galante y muy generoso, compartía todo con los amigos que no tenían. Si tenía que quedarse sin comer, que era de muy buen comer, lo hacía por darle a los demás.

Fue amigo de sus hijos: Pepe (José) fue su gran amigo y ’Ucha’ (Yolandita Zuleta) su debilidad.

José Zuleta (Pepe). Hijo

Estanislao siempre nos inculcó el amor al arte. Todas las noches antes de dormirnos, entre los 6 y los 16 años, nos leyó en voz alta. A través de su voz, conocimos clásicos como La Odisea, La Iliada, Las Mil y Una Noches, El Quijote, Decamerón, los cuentos de Poe, de Chéjov... eso es una formación que no todo el mundo tiene, en ese sentido creo que somos privilegiados.

Era muy cariñoso. Hicimos muchos viajes, le gustaba pasear y las actividades al aire libre, elevábamos cometas o íbamos al mar. Pero como todo padre, independientemente de su condición intelectual, era severo con los castigos.

Estanislao fue un hombre que ayudó a divulgar la cultura universal en un país con una gran tendencia al provincianismo y al ensimismamiento. No había posibilidad de que muchas generaciones entre los años 50 y 90 conocieran la literatura, la filosofía, la historia, el psicoanálisis, y el pensamiento universales y él hizo un gran aporte.

Luis Alfonso Gómez, médico psiquiatra y miembro del Centro Psicoanalítico Sigmund Freud

Lo conocí en el Centro Psicoanalítico, donde estuve siete años y seguimos estudiando en reuniones en su casa tres o cuatro años más.

Tenía una gran valoración de la amistad. Para él era una posición fundamental en la vida y la base de toda relación. Fue un gran amigo y dio pruebas de fidelidades de esa amistad. Era cálido, sencillo, abierto, no tenía distinciones.

La conversación era su gran disfrute. Hacía mucha referencia a El Arte de Conversar, de Montaigne, era un defensor de ese arte como una forma de la amistad, pero también como forma de la elaboración del pensamiento y de goce. Conversar para él era un goce y se ayudaba con licor. Las reuniones en su casa se hacían al calor de unas copas y de literatura, filosofía y siempre disertaba e incitaba a producir ideas.

Los estudiantes asumimos el compromiso de grabarle y desgrabarle sus charlas, de transcribirlas a máquina y tenerlas listas como material de estudio para la próxima. Hice ese trabajo en su curso sobre la Crítica de la Razón Pura, de Kant.

Me asombraba su memoria prodigiosa. Era capaz de recitar fragmentos de obras complejas exactas, sin prepararlos, desde su recuerdo.

Con sus hijos vislumbraba una relación de mucha afectividad y confianza. No era autoritario ni el de la disciplina, los trataba como amigos.

Delfín Ignacio Grueso, vicedecano de investigaciones de la Universidad del Valle

Nuestra relación fue maestro discípulo y desde ahí veo el aporte de Estanislao Zuleta como el de un pensador humanista que estableció lazos entre la filosofía, la literatura, la psicología, la antropología, el psicoanálisis, la economía política y el arte, para lograr una mirada integral que permitió pensar la realidad del país y del mundo contemporáneo.

Y le habló al país de una forma que no se puede hacer cuando se dice sólo desde cada especialidad: fue un intelectual que hacía puentes entre las diferentes disciplinas.

Una de sus consignas más valiosas era la de evitar todo dogmatismo político y encerramiento doctrinario. A cambio de ello, proponía una mirada crítica y autocrítica y el entendimiento de que toda sociedad es una sociedad de conflicto y que por lo tanto no se puede soñar sin sociedad de conflicto.

Proponía entonces vivir maduro para el conflicto, en un mensaje de cómo tramitar razonablemente las diferencias y los pleitos sin caer en la violencia. Es lo más vigente y lo más pertinente de su obra.

Estanislao Zuleta poseía gran capacidad de seducción con la palabra. Lograba cuestionar al estudiante: ¿Para qué lee esto? ¿A dónde trata de llegar? Sus intervenciones eran una fiesta a la inteligencia, a la cultura y al espíritu crítico.

William Ospina, escritor

"No es un mero comentador o divulgador de saberes que acumularon los siglos, sino que asume el riesgo de pensar por sí mismo, sin mejor disciplina que su pasión ni mejor pauta que su inteligencia.

Sus adversarios siempre se atrincheraron en las dificultades de su vida privada, en las relaciones con el alcohol o con sus discípulos, para pretender descalificar su pensamiento. Pero él conocía bien la psicología humana, los dramas de Tolstoi o de Dostoiesvski con el juego, de Poe o de Faulnerk con la bebida, de Baudelaire o de Picasso con los seres que amaron, para temer que esas objeciones ruines pudieran arrojar sombras sobre un pensamiento.

En sus propias palabras

"Estoy muy complacida del homenaje que le han hecho a Estanislao en Cali. Esa ciudad era como su segunda Patria": Yolanda González, Esposa de Estanislao Zuleta.

"Prueba de su falta de vanidad está en la casi indiferencia por la publicación de sus obras": William Ospina, Escritor.

"Sería injusto decir que siempre iba ebrio a las conferencias, pero cuando ocurrió era escandaloso. Todo lo contrario, se preparaba para éstas": Delfín Ignacio Grueso, Vicedecano de investigaciones, Univalle.


Algunas de sus obras

 Arte y Filosofía

 El amor, la Muerte y la Propiedad en Tolstoi.

 Colombia, Violencia, Democracia y Derechos Humanos

 Thomas Mann, La Montaña Mágica y la Llanura Prosaica.

 Pensamiento Pisoanalítico

 Acerca de la ideología Sobre la lectura

 Tribulación y Felicidad del Pensamiento.


Leer tambien:
Estanislao Zuleta y la revolución necesaria, por William Ospina


* Alda Livey Mera, reportera de El Pais

Mensajes

  • Estamos todavía a tiempo de hacerle muchos reconocimientos a este gran pensador. Tal vez el reconocimiento mas importante sea el de presentarlo a nuestros jóvenes en los colegios y universidades.

  • Buenas tardes Alda Livey Mera.

    La Corporación Cultural ESTANISLAO ZULETA, cuya sede principal se encuentra en la ciudad de Medellín, desea contactarte para conversar un poco sobre las actividades que tiene previstas para la conmemoración de los 20 años del fallecimiento del maestro ESTANISLAO ZULETA. Si lo deseas, puedes conocer más acerca de nuestro trabajo en la web www.corpozuleta.org

    Cordial Saludo,

    Corporación Cultural ESTANISLAO ZULETA