La Violencia en Colombia

La violencia desde el Estado. Uribe Vélez es el Laureano Gómez de hoy, escribe José Maria Carbonell.

Por José María Carbonell

El conocido historiador colombiano Orlando Fals Borda, publicó
hace 43 años su más conocido libro “La violencia en Colombia” y lo que
cosechó fue la persecución y el señalamiento de la clase oligárquica en
el poder y hasta la jerarquía de la Iglesia católica (siempre sirviendo
al mejor postor) lo excomulgó por hereje, al decir las verdades de sus
protegidos.

Las causas de la Violencia

Hoy, reedita dicho libro y asegura que está más vigente que nunca. La
agencia de noticias Colprensa publica una entrevista con el
septuagenario historiador que señala, entre otras cosas: "El libro está
totalmente vigente.

Los políticos no hicieron caso a nuestra tesis de que la violencia
tiene sus orígenes en problemas de fondo y nos marginaron. Ahora
resulta que echaron más leña al fuego y no saben cómo controlarlo.

Es necesario regresar a ver el origen. Este libro es un espejo, allí se
van a ver identificados los actuales dirigentes, con otros nombres,
pero haciendo la misma violencia que nuestros padres y abuelos
hicieron". Tesis que confirma la nuestra. La violencia que padecemos
los colombianos es agenciada desde el mismo estado.

Es decir, la violencia que sufrimos los colombianos está basada en
doctrinas foráneas, proimperiales, que han sustentado un ejercicio del
poder excluyente y asesino, que vé al propio connacional colombiano
como “enemigo interno” al que hay que exterminar, o para decirlo más
claramente, un Terrorismo de Estado. Desde el Estado se ha agenciado el
ejercicio de la violencia, hasta el punto de desarrrollarse en la
sociedad colombiana una “cultura de violencia”, no porque nos venga
determinada genéticamente, sino porque, como lo dice el mismo Fals
Borda, al responder la pregunta de ¿Es el colombiano violento por naturaleza?:

"No. Ese es un mito. Es como decir que el campesinado es violento
porque la violencia está en el campo. El campesinado es violento porque
así lo volvieron los hacendados, los terratenientes, los ricos y los
gobernantes.

Hoy llegan al corazón de la familia campesina, les dan un fusil y los
nombran soldados campesinos. Esto daña el corazón de esa familia. Tener
un miembro cuyo oficio es matar va contra toda la tradición campesina
del mundo.

Colombia se está militarizando o paramilitarizando, y eso va en contra
del alma nacional". Violencia física, la visible, pero que es
complementada por la violencia silenciosa, la que no se vé, la
violencia desarrollada desde la estructuras, al impedir el pleno
desarrollo de los niños, que niños mueran de hambre, desnutrición y mal
nutrición, que aún en Colombia mueran niños por enfermedades
transmisibles fácilmente prevenibles, que aún en Colombia niños, y
jóvenes y mujeres y ancianos mueran por falta de atención médicas
porque los hospitales se cierran por falta de recursos, porque “no son
rentables” -según el decir del narcopresidente Álvaro Uribe- en tanto
invierte miles de millones de dólares en la guerra.

Violencia económica al negarle la posibilidad al 21 % de la población
económicamente activa de acceder a un empleo digno que le permita el
sustento y el de su familia. Violencia desde las estructuras que le
niega a los niños el derecho a la educación y permite que hoy el
analfabetismo vaya en crescendo superando el 10 %.

Uribe, el Laureano Gómez de hoy

Dice la agencia Colprensa: “Al preguntarle a Fals Borda por su concepto
sobre el presidente Álvaro Uribe Vélez, afirma que él es el equivalente
a Laureano Gómez, "quien impartió la consigna de ’a sangre y fuego’
para quedarse en el poder a través de la llamada Policía Chulavita, que
debe su nombre a una vereda conservadora de Boyacá donde hubo
reclutamientos". “El escritor señala que los "chulavitas" siembran la
violencia en todas las partes del país donde había paz.” "Hoy, el
presidente Uribe organiza Convivires (sic) en Colombia y pone a
paramilitares como sus favoritos, a pesar de ser los que han cometido
los peores crímenes. En vez de decir chulavita, se dice paramilitar. Es
una lástima tener un gobernante que no entiende la realidad y es
genuflexo con Estados Unidos.

Colombia es ahora un portaaviones de Estados Unidos que mira a
Venezuela, destruyendo no sólo nuestra tradición sino la de toda la
América del Sur e ignorando la historia", dijo.

ANNCOL