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Es la moda, las narconovelas como elixir alienante

par Hector Miolan

Publie le Miércoles 4 de febrero de 2015 par Hector Miolan - Open-Publishing

Por: Héctor Miolán

¿Por qué hay que preocuparse si el pesimismo y la derrota han arropado toda una masa que desborda territorios, geografías, regiones y grandes continentes? Así piensa desgraciadamente una inmensa mayoría, porque le han inoculado la desesperanza, porque le han ennegrecido el panorama, porque le han embrutecido, le han idiotizado y le han cambiado los héroes por antihéroes oficializados, porque la literatura oral, visual y gráfica es romanticona, sentimentaloide y unida a esta la guerrera del héroe del narcotráfico, donde ya los “defensores” de la justicia Birdman, Batman, Superman se le ha dejado al cine para la defensa de las grandes masas del gran desarrollo capitalista y los superhéroes del narcotráfico están en el subdesarrollo de Americalatina, los países del Mediterráneo , África y otros.
El arte novelesco se ha de llevar a la pantalla chica, a la televisión, al video por internet, en los teléfonos celulares en cualquier rincón porque ya está llegando el fin de la caja para dejar de ser el instrumento único de alienación, enajenación, de desequilibrio. Cuando hablo de arte novelesco, no me refiero al gran arte y de gran valor estético, sino a la subcategoría que presentan los grandes grupos de Televisa, Univisión, Telemundo, TV azteca, Caracol de Colombia, por mencionar los más influyentes y vanguardistas (no en el sentido de avance cultural) en el ramo de las series y telenovelas de temas de narcotráfico y sicariato.
A las series del tema en cuestión, no se les pueden llamar, ni enlatados, mucho menos culebrones al estilo español, sino simplemente cultura basura, cultura de desprestigio del gran arte visual desde el punto de vista de una cultura de grandes valores literarios y artísticos, como lo sería la presentación en la pantalla chica de las grandes obras clásicas de la literatura como podría ser una serie sobre Dostoievski y sus obras, lo mismo de Tolstoi, Kafka, Proust, o de clásicos norteamericanos como Faulkner, Dos Passo o latinoamericanos como Gabriel García Márquez, Carlos Fuentes, Borges y sus narrativas cortas o clásicos dominicanos como Bosch, Don Marcio, entre otros.
Pero no, eso no vende, eso no es moda, porque la moda es el narcotráfico, el jefe, el patrón, el de las mujeres “bellas”, de los muchos dólares, de las grandes caletas por usar un término de las narconovelas, los grandes escondites de dinero que se ven en las series y despiertan las ansias y hambres de jóvenes y no muy jóvenes por el dinero no fácil, como se suele decir en el mundo de la realidad, ese dinero o es fácil, es muy difícil, porque acorta la vida, la relativa libertad que se puede vivir dentro de una gran esclavitud metafórica.
Porque la ideología que se tiene es el conjunto de pensamientos, de ideas, tácticas y estrategia en el mundo del crimen organizado, para diferenciarlo del crimen estatal que materializan las leyes y que ponen ciertos peones como militares, policías, jueces, etc.; porque nosotros los dominicanos hemos tenido nuestras novelitas como el tema Najayo, la que se vivió con el caso Figueroa del cual se repartió en grandes series de videos pornográficos ahora se presentará una película, que esconderá la realidad y la pondrá entre dicho y solo será ficción, pero de la mala.
De la influencia de la televisión en este sistema capitalista estoy sumamente convencido es nauseabunda, alienante, intoxicante y de hecho mentirosa, fantasiosa, porque siembra en nuestra gente la desesperanza, el individualismo, presenta hipócritamente a los héroes del narcotráfico como elementos antisociales, culpables únicos de su decisión y no así mismo que le han creado, para que la gente y las grandes masas no piensen en liberarse psicológica y políticamente y creen una nueva cultura. Nos presentan la moda como algo inocente y de los cual ellos no son nada responsable, presentan al revés las causas de los males sociales y culturales.
Ganan grandes sumas de dinero, de Dólares, Euros y otras cosas como el prestigio por haber alienado a las masas, anestesiarla para que no generen mentalmente, se opaquen y lleven a la práctica la idea de enriquecerse rápido y como sea, como tal fue la idea y planes ejecutados de Pablo Emilio Escobar Gaviria, hombre que o sólo fue gran narco o bandolero, sino también un pensante, no fue un tonto, que supo poner a la oligarquía a sus pies, se generó un poder de contrapeso.
Umberto Eco en cuanto al mundo de la cultura escribió apocalíptico e integrados, donde establecía que estaba de acuerdo con ambos, los primeros rechazaban todo la cultura alienante por decir, los últimos estaban plenamente integrados al mundo cultural con todas las cosas positivas y negativas. Qué posición tomar frente a las series de narcotráficos que difunden Univisión, Televisa, Telemundo, Caracol. Asumo la de apocalíptico y no integrado, porque ser partidario de esta basura cultural y ser relativista frente al daño que ha provocado el sistema tecnológico cultural de la televisión de esas naciones vanguardia en narconoveletismo, significa no defender una cultura nacional-popular en contra de esa cultura populista.
Tampoco me provocan las narcoseries televisivas urticarias, porque tengo el valor de verla de manera crítica y de esa manera puedo ser integrado como crítico, porque si no la veo en la televisión o en los canales de internet, no tendría la calidad moral, ni intelectual para sumir una crítica profunda de los hechos, porque la narrativa y descripción esté aunque sea de mala calidad y repetitiva, tal es así que casi todos los actores de una telenovela son los mismos en la próxima, tal es el caso de Camelia la texana en relación a la Reyna del sur, como personajes del Patrón del Mal están en Tiro de Gracia, así por el estilo, todos o casi todos tienen un mismo fondo una mujer fuerte y valiente como Teresa ante un mundo de macho, no solo mexicano, sino global, un jefe como Pablo Escobar, o un Coronel Vallejo en Tiro de Gracia, o un Ángel Velasco de la esquina del diablo.
El argumento central es el mismo, un ceniciento, (surge desde abajo con mucho poder) uno con grandes resentimientos ante los poderosos políticos y oligarcas que corrompen al poder establecido y se hace llamar señor, y eso es verdad porque el poder del dinero en la realidad lo ha encumbrado y sube como la espuma de una cerveza caliente y exhiben el morbo de vencer rutinariamente a quienes lo despreciaban, esa es una verdad, que los medios la presenta al revés y siguen provocando caos, desorden, anarquía social. Porque al final ese héroe o se rinde, colabora o se pudre en las cárceles del poder que lo vapuleó, no en uno u otro momento, sino siempre. Por lo que el papel de héroe en los medios televisivos se lo trastruecan tanto en la ficción como en la realidad, pero al fin sociología y cultura basuras para seguir alienando y desencajando a la gente, a las masas de su verdadero papel ante la historia.

Nueva York, 4/02/15