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LA COMUNA DE PARÍS (1871) EL PARLAMENTO NACIONAL Y EL PODER POPULAR...

par FREDDY SUBDIAGA

Publie le Martes 11 de agosto de 2015 par FREDDY SUBDIAGA - Open-Publishing

LA COMUNA DE PARÍS (1871), EL PARLAMENTO NACIONAL Y EL PODER POPULAR…

La Comuna de París (1871) fue una experiencia revolucionaria breve, al sucumbir a los setenta y dos días, parando en las manos de la contrarrevolución y a las atrocidades de la clase dominante; este experimento fue lo suficientemente ilustrativo como para constituir un punto esencial en la formación de la teoría marxista del Estado.
En el Manifiesto del Partido Comunista (1847), Carlos Marx y Federico Engels, formularon: a), lo esencial del objetivo de la revolución Social Proletaria, en términos generales, referido a la contradicción creciente entre el desarrollo de las fuerzas productivas y las relaciones de producción capitalistas; b), la materialización de este factor determinante (en última instancia) en la lucha de clases, siendo ésta el motor de la historia de las sociedades dividida en las dos clases antagónicas (Burguesía y Proletariado) y c), el principio metodológico primordial por el que se afirma que las teorías de las y los comunistas no son inventos ni fantasías. Sino la expresión del conjunto de las condiciones objetivas y subjetivas de la lucha de clases existente, del movimiento revolucionario popular, generado por espiral dialéctico e histórico que se está desarrollándose ante nuestros ojos. Y precisamente atendiendo a este principio metodológico fundamental, Carlos Marx, prevé el momento práctico que desde la Comuna se debió ejecutar “la fórmula al fin descubierta” de llevar a cabo la destrucción de “la máquina burocrática-militar del Estado burgués” y la forma concreta que debe adoptar el poder político la Clase Obrera.
Este ejemplo histórico no puede ser obviado hoy, por el proletariado revolucionario, menos aún por la Clase Obrera y su vanguardia ideopolítica, en la actual confrontación y agudización de las contradicciones (Capital-Trabajo / Nación-Imperio) en la presente lucha de clases que se recrudece en nuestra patria bolivariana, y, que la contrarrevolución intensifica sus acciones criminales y fascistas (Guerra antieconómica; boicot patronal a la producción de obras, bienes y servicios; violación de las Leyes del Poder Popular; saboteo del suministro y distribución de alimentos, vestido, entre otros insumos y materiales) con el apoyo de la burguesía transnacional y el asesoramiento y financiamiento del departamento de Estado del gobierno del imperio estadounidense.
Perder de vista, todo ese complot conspirativo ejecutado muy solapadamente por la ética capitalista que se expresa en esas reminiscencias del Estado burgués que heredamos, eso sería volver a repetir las ingenuidades políticas y errores que cometió el proletariado francés, en la Comuna de París de 1871, uno de los episodios más grandes e inspiradores de la historia de la clase obrera.
LA ASAMBLEA NACIONAL (Parlamento Nacional)
Sin la menor duda, la gran mayoría de nuestra ciudadanía, tanto de las zonas rurales y urbanas de ésta PATRIA BOLIVARIANA VENEZOLANA, están a favor de la paz, y, los votos de las trabajadoras y los trabajadores del campo y de la ciudad en las cercanas elecciones a la Asamblea Nacional el próximo 6 de Diciembre, se deben expresar con voluntad política patriótica y revolucionaria a favor de las candidatas y los candidatos del proceso liberador revolucionario, que no deben vacilar en trabajar en la elaboración de Leyes inexorables que empoderen a las ciudadanas y ciudadanos para hacer objetiva y efectiva el Ejercicio de la Soberanía Popular (Poder Popular) con perspectivas a continuar fortaleciendo el tránsito de la construcción del SOCIALISMO CIENTÍFICO. De lo contrario, socialdemócratas, conservadores y monárquicos, repetirán la criminal experiencia de la Asamblea francesa que nombró jefe de gobierno a un empedernido reaccionario: Adolphe Thiers. Que acelero el choque entre París y la mayoría "rural" de la Asamblea, que por tener mayoría capitalina fue inevitable mantener el poder político de la clase obrera. Desatándose la mayor política reaccionaria, fratricida e implacable de esa Asamblea Nacional que provocaba constantemente a los parisinos, a los que calificaba de criminales y asesinos. Epítetos que hoy, utilizan las y los alienados y borregos de esta oligarquía apátrida conspiradora y fascista serviles del imperio más asesino que la humanidad ha experimentado en todo el siglo XX y continúa con sus amenazas hegemónicas, explotadora y expoliadora de los sagrados intereses de las Obreras y Obreros de las naciones de Nuestra América y del resto del mundo, en este siglo XXI.

El Poder Popular (Soberanía Popular)
Detrás de la fachada de neutralidad del Estado burgués, se ocultan los intereses de la clase dominante. No obstante, en períodos normales la gente se acostumbra a aceptarla sin cuestionar nada. Les parece normal e inmutable. Esto es comprensible puesto que nace con ella, y les rodea durante toda la vida. Sólo en momentos de graves crisis que sacuden la sociedad capitalista hasta sus cimientos, la gente empieza a romper con el peso muerto del hábito, la rutina y la tradición, y se enfrenta con la cruda realidad. En este momento, cuando los oprimidos empiezan a levantarse contra sus opresores, el Estado revela sus auténticos colores.
En ciertos períodos, cuando la lucha de clases se agrava y queda en un punto muerto, en que la clase dominante no es capaz de seguir gobernando con los viejos métodos, pero la clase obrera, paralizada por sus direcciones, aún no está en condiciones para derrumbarla, la tendencia del Estado burgués de separarse de la sociedad y adquirir cada vez más independencia, se agudiza.

Estamos precisamente en esta agudización, donde el punto de quiebre se acelera y que como nos lo alerto el Comandante Ernesto “Che” Guevara, no se puede hacer revolución con las viejas y amelladas herramientas jurídicas del capitalismo, si bien es cierto, que las Leyes del Poder Popular están contaminadas de los virus del derecho burgués, éstas permiten al proletariado y al movimiento revolucionario popular crear la plataforma sociojurídico para generar una nueva institucionalidad revolucionaria, donde la participación, el protagonismo y la corresponsabilidad sea el pivote central de planificar, organizar, procesar, acumular, distribuir y controlar la producción de obras, bienes y servicios; por la clase obrera, como fruto en la toma de decisiones en ejercicio del Poder Popular no tutelado por las instituciones añejadas del Estado burgués.

De estas premisas, debemos concluir que el Poder Popular, no puede ser una entelequia, sino debe ser carne, estructura ósea, nervios y sangre del pueblo trabajador, es decir, debe ser poder vivo, teórico y práctico de la dinámica de las fuerzas socioproductivas que domina la ciencia y la técnica y, a su vez, propietarios de los medios y objetos de producir. Por lo tanto, los cinco grandes objetivos históricos del Plan Económico y Social de la Nación 2013 – 2019, no pueden quedar en letra muerta, éste no es la panacea, pero es el punto de partida para que las y los trabajadores asuman con conciencia de Clase Obrera profundice en la transición hacia el socialismo científico: no puede ser una quimera los objetivo estratégicos:

1.1.1.1.- Consolidar la Unidad de la Clase Trabajadora y de sus capas profesionales…
1.1.3.1.- Formar las organizaciones del Poder Popular en proceso de planificación, coordinación, control y administración de servicios que eleven el vivir bien.
1.1.3.3.- Transferir al Poder Popular, en corresponsabilidad, competencias, servicios y otras atribuciones…
1.2.10.4.- Fortalecer los planes estratégicos de contingencia en el sector de hidrocarburos, minerías y gas, que incorpore la participación del Poder Popular…
1.4.1.- Lograr la Soberanía Alimentaria para garantizar el sagrado derecho a la alimentación de nuestro pueblo.
1.4.2.- Acelerar la democratización del acceso de los campesinos y campesinas, productores y productoras…a los recursos necesarios para la producción (tierra, agua, riego, semillas, capital)…
2.1.- Propulsar la transformación del sistema económico, en función de la transición al socialismo bolivariano, trascendiendo el modelo rentista petrolero capitalista hacia el modelo económico productivo socialista, basado en el desarrollo de las fuerzas productivas.

Estos objetivos estratégicos, entre otros del plan de la patria sólo serán realidad, siempre y cuando la nueva Asamblea Nacional y Bloque Popular Revolucionario, asuman su rol histórica de demoler esa maquinaria del Estado burgués.

Desde el Glorioso Partido Comunista de Venezuela, evaluamos que se ha hecho reiterativo y costumbre referirse a los consejos comunales y comunas como únicas instancias del poder popular pero tutelado por el Estado burgués, ante tal desviación ideológica se propone ampliar el radio de acción de las instancias del poder popular, el mismo se nutrirá de LOS CONSEJOS SOCIALISTAS DE TRABAJADORES Y TRABAJADORAS, los consejos de campesinos y campesinas, los consejos de pescadores y pescadora, consejos de artesanos y artesanas entre otras expresiones orgánicas del movimiento del proletariado revolucionario. Que profundizaran en la arquitectura del nuevo Estado Democrático Popular Revolucionario.

¡VIVA LA CLASE OBRERA REVOLUCIONARIA!
¡VIVA EL PROLETARIADO REVOLUCIONARIO INTERNACIONAL!
¡VIVA LA REVOLUCIÓN BOLIVARIANA!
¡VIVA LA UNIDAD LATINOAMERICANA CARIBEÑA!
¡VIVA EL SOCIALISMO CIENTÍFICO!
¡PATRIA O MUERTE! ¡LUHAREMOS VENCEREMOS!

¡LA CLASE OBRERA MANUAL E INTELECTAUAL PA´ LA ASAMBLEA!

FREDDY SUBDIAGA
MILITANTE DEL GLORIOSO PARTIDO COMUNISTA DE VENEZUELA.