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DE VIDEOJUEGOS GRINGOS PARA CARNE DE CAÑÓN.

Publie le Domingo 5 de junio de 2005 par Open-Publishing

Por Vilma Soto Bermúdez

La noticia me dejó alucinando. Desconocedora del mundo escapista de los videojuegos, especialmente de esos en que la creatividad es anulada y sustituida por metralla, sangre; tácticas y estrategias de destrucción de ciudades, de la más bárbara aniquilación del ser humano... en fin, de todo lo que se mueve, leer que otro de estos llamados “juegos” está llegando vía regalo de padres y madres (abuelos y demás parentela, incluidos) a niños y jóvenes me impactó.

Éste no es solamente un despliegue de sangre a borbotones. Este juego va más allá de la morbosidad a la que nuestros jóvenes aletargados frente a la pantalla del televisor o del monitor -da lo mismo- ya parecen estar acostumbrados. Se trata de un videojuego cargado con la ideología imperialista. Sin sutilezas, sin medias tintas. Su creador es nada menos que el coronel Casey Wardynski, miembro del ejército norteamericano y de cuyo cerebro maquiavélico, ha salido este nefasto proyecto de sometimiento y transculturación.

El videojuego America’s Army (en traducción libre: Ejército americano, nada que ver con Nuestra América) y al que se puede llegar por el ciberespacio, está orientado a las mentes moldeables de jóvenes de catorce años. Según la nota periodística, su objetivo es transmitir la esencia de lo que significa “ser soldado”, claro, digo yo, no un soldado comprometido con los pueblos y su suerte. Para colmo, el juego se describe como “realista”.

Pueden imaginar lo que encontraremos en él: Pura ideología capitalista e imperialista junto a su cara grotesca de violencia y atropello contra los más débiles. Nuestros chicos observarán y harán suyas las artes de la guerra sucia y con solo oprimir los mandos descuartizarán cuerpos... y podría ser que hasta recrearan torturas o se conviertan en los torturadores... Porque si es realista, algo de las torturas e ignominias sucedidas en Irak y Guantánamo -por nombrar algunas de ellas- tendrían que mostrarse a las criaturas inocentes.

Pero hay más. ¿Qué es lo qué está detrás de esta nueva aberración? Sucede que el videojuego es una iniciativa del Ejército del “bonachón” Tío Sam con la meta de reclutar jóvenes a sus disminuidas filas guerreras. Estados Unidos se encuentra en problemas. Desde que invadieron a Irak en el 1992, mermó el desfile de jóvenes reclutados. Incluso en Puerto Rico, su colonia desde el 1898, los jóvenes, antes carne de cañón, lo están pensando dos veces antes de ir a matar o a que los maten en una guerra que no es de ellos. Igual ocurre en sus cincuenta estados.

Así que se tenían que idear un plan para convencer a la juventud de ingresar al “mejor ejército del mundo”, como ellos se autodenominan. De sus conciliábulos nació el videojuego en 1999. En entrevista que le hizo The Washington Post recientemente a su inventor, éste dijo que America’s Army está estructurado como un campamento de entrenamiento real, con variadas etapas de formación, castigos, promociones, misiones, y un largo etcétera. Indicó que el ejército necesitaba de una idea económica y atractiva para el reclutamiento de nuevos soldados. De ahí surgió su videojuego, al que cataloga de “serio” y espejo de la realidad del soldado... Como vemos, sus intensiones son muy “serias”. Se trata de vender y exportar una ideología explotadora, cercenadora y de menosprecio al género humano.

Con la era del internet, quedó atrás el papel ideológico que desempeñaban los cómics de antaño. Todavía hace mella el famoso libro Para leer al pato Donald , de los autores Ariel Dorfman y Armand Mattelard y que sacudió y continúa estremeciendo a sus lectores. En sus páginas, los escritores señalaron cómo detrás de los coloridos personajes de Walt Disney se agazapaban los mensajes subliminales de la ideología capitalista en que se le enseñaba al lector a depender del azar y no del esfuerzo propio para lograr salir hacia adelante como miembros comprometidos de una sociedad. A esto se añade además, la preponderancia de la clase social alta o capitalista que siempre está vigente en las historietas y el sojuzgamiento de los otros a ella. Los tiempos cambian. Pero el mensaje del imperialismo es idéntico. Demoledor.

El imperialismo reconoce que es más fácil enredar a un chico o chica por medio de los videojuegos, el cine, la televisión o el ordenador. La vieja costumbre de leer libros decae entre los más jóvenes. Los padres, agobiados por la explotación, no tienen tiempo ni recursos para guiarlos sabiamente. Ahora la presencia de padre y madre es sustituida por juegos que los mantengan alejados del peligro en las calles. ¿Pero qué juegos? ¿Destuctivos?

Es para preocuparse. El susodicho videojuego, de acuerdo con el coronel, cuenta hasta la fecha con cinco millones de usuarios a nivel mundial; veinte actualizaciones, dos millones de copias en CD y veinte millones de descargas. Para mal de males, el ejército norteamericano concedió licencias a las consolas Xbox de Microsoft y Playstation de Sony.

Con desparpajo, el coronel Wardynski afirma: " Queremos que los jóvenes vean que pueden triunfar en el Ejército , no hace falta que se lo imaginen, pueden ver de lo que son capaces ."

Definitivamente, esto hay que detenerlo.