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Asamblea anual de la Organización de Estados Americanos (OEA) en casa de su patrón, los EEUU

Publie le Domingo 5 de junio de 2005 par Open-Publishing

Por Antonio Maira

Nada menos que en Florida y en presencia de la “halcona” Condolezza Rice; de Roger Noriega, el experto del intervencionismo en América Latina; y del gobernador Jeb Bush, el muñidor electoral de su hermano George. Tal vez para aprovechar su sabiduría y experiencia, los dos primeros hablarán de la Libertad; el tercero honrará su propio historial y el de la familia discurseando sobre Democracia. Se pasará por allí el mismísimo presidente Bush para insistir sobre esos mismos valores “a la estadounidense” y para promocionar el Acuerdo de Libre Comercio para Centroamérica. No podrá hablar mucho de su “guerra antiterrorista” después del escándalo de Posada Carriles, y de todos los documentos que han visto la luz en estos días. Tampoco de Derechos Humanos después del Informe de Amnistía Internacional que les ha dado el gran premio en todas las violaciones.

Bush aprovechará el viaje a Fort Lauderdale para relanzar su discurso hemisférico: la promoción de la Libertad, la Democracia y el libre comercio. "El lunes viajaré a Florida para discutir el CAFTA con líderes del hemisferio -dijo Bush-. Estoy ansioso por explicarles que es un buen negocio para los trabajadores, los productores agrícolas y las pequeñas empresas en Estados Unidos y a través de continente". Lo hará ante gobernantes complacientes mientras los cinco países afectados: Costa Rica, Guatemala, Honduras, Nicaragua, El Salvador y la República Dominicana, están convulsionados por fuertes manifestaciones de protesta.

Menos fácil tendrá lo de los derechos humanos. Lástima lo del informe de Amnistía Internacional: ha puesto como los trapos a Estados Unidos.

El informe y las aclaraciones posteriores de Amnistía Internacional, en debate con unos furiosos Bush y Cheney, no dejaron títere con cabeza. “Graves violaciones de los derechos humanos en el marco de la “guerra antiterrorista”, violación sistemática y masiva de la Convención de Naciones Unidas contra la Tortura, “brecha entre las referencias de Washington a la justicia y a la libertad, y la realidad”. Pero además AI no se mordió la boca al analizar las intervenciones “democratizadoras” de los EEUU: En Afganistán han provocado “una espiral de anarquía e inestabilidad”, en Iraq “la violencia se ha tornado endémica” y en Haití -tema central en la Asamblea de la OEA- “se les permitió retomar puestos de poder a individuos responsables de graves violaciones de los derechos humanos”.

La conclusión de AI también incide en la reunión de los “Estados Americanos”. “Si Bush y su gobierno se tomasen en serio la libertad y la dignidad humana, deberían respetar la ley y los derechos humanos en el contexto de su guerra contra el terrorismo".

El apoyo a la construcción en América Latina de “una región democrática” sólo es un discurso ante cómplices cínicos y dirigido a unos medios de comunicación -Falsimedia- muy desprestigiados.

Habrá, por supuesto, alguna referencia a Cuba pero completamente asordinada por la campaña contra el terrorismo que en estos últimos meses ha realizado, con enorme éxito, La Habana.

Venezuela defenderá otra organización continental y se opondrá a las intervenciones en nombre de la Carta de la mano de los Estados Unidos.

El “compromiso” de Bush de "acabar con la tiranía en el mundo” no es formulable en Fort Lauderdale.

Hablarán de la corrupción y del tráfico de drogas para mantener abiertos dos “motivos” de intervención.

Los EEUU pretenden llevar a esta cumbre anual de la OEA un tema nuevo: el de los diagnósticos de crisis y las intervenciones preventivas. Dicho con lenguaje imperial: la creación de un sistema que permita a los países anticiparse a una crisis política. Ha sonado mucho en los últimos días la creación de una Oficina en Washington, con esta función de localización de crisis, pero que además se ocupa de la “democratización” y la “estabilización” cuándo las “crisis” sean resueltas.

El embajador de Venezuela ante la OEA ha señalado que lo que busca Washington es “un sistema de monitoreo” sobre los países del continente.

No está el horno para esos bollos en países que recuerdan muy bien el otro gran sistema de prevención de crisis que impuso EEUU en el continente: El plan Cóndor”.

Ahí cerquita de Fort Lauderdale, en la misma Florida, tienen un recuerdo vivo: Luís Posada Carriles.


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