Por más supuesta tecnología, por más cantidad de armas recientemente adquiridas y por más bravuconería chavista, hay una cosa que nunca tendrá Venezuela: Soldados con experiencia y mentalidad de guerra. En definitiva hay un componente que desequilibra la balanza en la guerra y es el ESPIRITU DEL GUERRERO. Las guerras se ganan en el terreno, no en el cielo ni en el mar. Además hay que tener en cuenta que los soldados colombiano tienen la mejor capacidad nocturna para el combate. A un piloto se le acaba el combustible y le toca volver a su base a cientos de kilometros, mientras que el INFANTE llega y domina el terreno.
Por más supuesta tecnología, por más cantidad de armas recientemente adquiridas y por más bravuconería chavista, hay una cosa que nunca tendrá Venezuela: Soldados con experiencia y mentalidad de guerra. En definitiva hay un componente que desequilibra la balanza en la guerra y es el ESPIRITU DEL GUERRERO. Las guerras se ganan en el terreno, no en el cielo ni en el mar. Además hay que tener en cuenta que los soldados colombiano tienen la mejor capacidad nocturna para el combate. A un piloto se le acaba el combustible y le toca volver a su base a cientos de kilometros, mientras que el INFANTE llega y domina el terreno.