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Mossad-CIA: Secuestros S.A.

Publie le Lunes 27 de junio de 2005 par Open-Publishing
1 comentario

Cuando las leyes se ignoran y no hay castigo, la historia tiende a repetirse. Sucedió hace 45 años en Argentina; acaba de ocurrir en Italia. En ambos episodios los protagonistas fueron espías de potencias que condenan el terrorismo en su propio territorio pero, fuera de sus fronteras, actúan como pistoleros de Al Capone. En los dos casos, contaban con la impunidad del que nunca será alcanzado por la justicia.

Por Roberto Bardini
(Bambú Press)

A las 20:30 del 11 de mayo de 1960, agentes secretos israelíes secuestraron en las afueras de Buenos Aires a Adolf Eichman, ex coronel de las SS durante la Segunda Guerra Mundial y uno de los principales responsables de la política de captura, deportación y eliminación de judíos del Tercer Reich. El comando estaba dirigido por el ruso Isser Harel, considerado “el padre” del Mossad, el servicio de inteligencia de Israel, quien falleció en febrero de 2003, a los 91 años.

Eichmann -que vivía en Argentina con el nombre falso de Ricardo Klement y trabajaba en la Mercedes Benz- permaneció una semana prisionero en una casa suministrada por colaboradores locales del servicio secreto israelí.

El 19 de mayo llegó a Buenos Aires un avión de la línea El Al y al día siguiente partió a Tel Aviv. Llevaba a bordo un tripulante que se caía de borracho, vestido con uniforme de la empresa aérea, a quien sus compañeros ayudaron a embarcar. Era Eichmann, al que los secuestradores habían saturado con drogas.

El criminal de guerra fue juzgado en Israel en abril de 1961, condenado a muerte en la horca diciembre de ese año y ejecutado en junio de 1962. La politóloga alemana nacionalizada estadounidense Hannah Arendt (1906-1975) cubrió el juicio como enviada del New Yorker y al año siguiente publicó Eichmann en Jerusalén , su famoso estudio sobre la “banalidad del mal”. Arendt, quien dio clases en las universidades de Berkeley, Princeton y Chicago, deja entrever en ese trabajo la posibilidad de crear una jurisdicción internacional para castigar los crímenes contra la humanidad. Propone justicia, no venganza.

Más allá de los sentimientos que pueda provocar un personaje tan detestable como Eichmann, lo cierto es que su secuestro constituyó una grave violación a la soberanía argentina, una muestra de desprecio hacia uno de los primeros países que -bajo la presidencia de Juan Domingo Perón- reconoció al Estado de Israel.

Volvió a suceder, ahora en Italia. La diferencia es que, en esta ocasión, una jueza dictó órdenes de arresto contra trece agentes de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) que hace dos años secuestraron en Milán a un supuesto terrorista islámico y lo trasladaron clandestinamente a El Cairo, donde fue interrogado y sufrió siete meses de torturas.

El hecho ocurrió el 17 de febrero de 2003 y la víctima fue el egipcio Hasan Mustafá Osama Nasr, ex imán de la mezquita de Milán, conocido como Abu Omar y presunto colaborador de la organización terrorista Al Qaeda. La orden de arresto, sin embargo, se retrasó hasta que la jueza Chiara Nobili logró identificar a cada uno de los implicados. Hasta el momento, sólo se conoce al jefe del operativo: Robert Seldom, nacido en Guatemala en 1954, veterano de la “guerra sucia” en América Central y cónsul de Estados Unidos en Milán desde septiembre de 2000 hasta fines de 2004, actualmente sin domicilio conocido.

Los investigadores italianos comprobaron que los secuestradores y el rehén fueron a la base aérea estadounidense de Aviano, donde embarcaron en un jet privado bajo código Spar 92 (que significa “persona no identificable” a bordo) y volaron a otra base estadounidense en Alemania, donde cambiaron de avión. Un Gulfstream de la sociedad de béisbol Red Sox, de Boston, llevó al grupo a El Cairo. Poco después, la policía italiana comprobó que el “cónsul” Seldon también se hallaba en El Cairo y presenciaba a los primeros interrogatorios a Osama Nasr.

Antes del secuestro, los agentes de la CIA estaban alojados en los hoteles más lujosos de Milán: la cuenta de gastos fue de 120 mil euros, sin incluir comidas. El 19 de febrero de 2003, cuando el prisionero ya estaba en Egipto, celebraron el éxito de la operación con una fiesta en el hotel Westin Europe, de Venecia. Después, dos parejas se separaron del grupo y pasaron unos días de placer en hoteles junto al mar.

Según las autoridades egipcias, Osama Nasr fue dejado en libertad. Familiares y amigos del ex religioso musulmán aseguran que está desaparecido . Un portavoz de la CIA en Washington dijo que no hay nada que comentar.

Mensajes

  • Roberto,

    Estoy muy de acuerdo con lo que expresas en tu articulo.

    Desearía saber cómo es la red que escribe para Bella Ciao en Argentina.

    ¿Que es Bambú press?

    Te escribo desde Córdoba, somos un grupo de italianos e italoargentinos militantes de izquierda que nos identificamos con los contenidos del Colectivo BellaCiao.

    Un saludo cordial

    Luciano

    Circulo 29 de Mayo
    prc_argentina@hotmail.com