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Bolivia: Los pongos políticos

Publie le Viernes 2 de diciembre de 2005 par Open-Publishing

Por Mario Ronald Duran Chuquimia*

En Bolivia, pese a los decretos de Bolívar, de Sucre, de Andrés de Santa Cruz, que anulaban la servidumbre gratuita, esta se siguió practicando pues la independencia solo significo que el encomendero se convirtiese en hacendado y el encomendado indígena en siervo. Esta práctica en Bolivia asignaba funciones a los siervos y tenía nombres extraídos del aymará y/o quechua, pongo era el siervo indígena asignado para todas las labores en casa de los patrones, mitani era la persona de sexo femenino que cocinaba para los patrones, un retrato de cruel realismo es descrito por la prosa de Jesús Lara [2]. Las sucesivas rebeliones campesinas pretenderían la destrucción del sistema de dominio ejercido por las minorías blancoides, propietarias del gobierno y de la tierra.

Mariano Melgarejo (presidente por asonada militar 1865 -1871), aduciendo que las tierras que pertenecían a la población aymara y quechua, no tenían una función productiva y no pagaban impuestos, mediante ley de expropiación, vendió las tierras a quienes podían pagarlas y repartió las tierras entre sus acólitos, dicho mecanismo fue utilizado para sanear las arcas fiscales ya deterioradas por la vida disoluta del dictador, la resistencia campesina fue vencida a descarga de fusil y metralla de cañón para pesar de las k’orawas [3], palos y machetes de los indígenas. Después de agotada la resistencia, el solar otorgado por los nuevos propietarios al indígena obligaba a este a prestar servicios gratuitos al patrón en la hacienda o en la ciudad.

La guerra federal (1897), entre José Manuel Pando y Severo Fernandez Alonso, que en realidad fue de la ascendiente economía del estaño en contra de los intereses mineros argentíferos ya en decadencia, se inclinaría a favor de Pando cuando este contó con el apoyo de las montoneras indígenas lideradas por Pablo Zarate Willka, mas cuando las masas indígenas pretendieron el autogobierno, sus líderes fueron fusilados y el régimen de servidumbre no cambio para nada. El siervo campesino cambiaba su amargo sino cuando se hacia obrero de socavón, en los tiempos del auge del estaño se convertía en victima de salario de explotación.

La guerra del Chaco (1932 - 1935), entre los países mas pobres de América Latina, Paraguay y Bolivia, logro lo que mas de ciento siete años de vida republicana, no habían hecho, la creación de la conciencia de nación, el señorito citadino, conocía al repete [4] indígena, los pobladores de las minas al oriental dueño de haciendas y a los siringueros, esclavos de la goma y la castaña y afloraban los sentimientos sobre la creación de un nuevo país, pero no era suficiente. Aún después de concluida la guerra se leía en periódicos de la época, un anuncio: "se alquila pongo con taquia", siervo indígena que no costaba ni siquiera su alimento, la taquia era el excremento animal desecado por el candente sol de la puna utilizado como combustible para que el pongo cocine su alimento, los alquileres pagados eran cobrados por el gamonal.

La revolución de 1952, llevada a cabo por el joven Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR), recupero la propiedad de los yacimientos mineros, otorgo tierras al campesino y elimino la odiosa servidumbre; en algunos lugares, los patrones fueron fusilados y en general, los bienes y la tierra repartidos, los fusiles distribuidos entre los campesinos que se convertirían en defensores de la revolución. La Reforma Agraria distribuirá la tierra pero no fomentaría el desarrollo de las comunidades campesinas. Eso si, la revolución acabo con el pongueaje .

Pero, en el nuevo milenio, el pongueaje ha renacido, los pongos no son ahora los siervos indígenas, ni los patrones utilizan látigos para someterlos, ha aparecido el nuevo pongo , el pongo político, ese que trabaja gratis en las elecciones. Elecciones de 1997, de 1999, del 2002, del 2004, del 2005, en todos los procesos electorales actúa el nuevo pongo, ya no es sometido por las amenazas de castigo sino por una promesa, la promesa del empleo, pues tiene la esperanza de que si el partido al cual sirve gana las elecciones, este en mérito a sus trabajos, le otorgue una pega [5]. Este siervo, no tiene extracción social definida: puede ser el profesional que no encuentra empleo, u obrero, que solo encuentra empleo de salario mínimo de subsistencia, y si lo encuentran padecen de subempleo, subcontratación, ni tampoco tiene el color de piel definido, pues es moreno o blancoide.

Deformación económica mediante, el Estado boliviano es el mayor empleador, y estos empleos dependen del partido de turno, masacres blancas se registran cada cambio de gobierno, y la pelea por pegas se hace latente después del cambio de gobierno, unos pocos son beneficiados, el resto, los mas, son defraudados. El nuevo gamonal es ya aquel que apuesta dineros para hacerse del poder, las mas de las veces, para beneficio propio. Es la nueva servidumbre que obliga a asistir a las proclamaciones de los candidatos, a aplaudir sus discursos, a esperar algunas monedas durante la campaña electoral, sino es que las ha dado como aporte, a reír y sonreír cuando su amo sonríe, a alabarlo y alabar sus ideas. A trasnocharse pegando afiches y pintando paredes para el partido. A votar por el y el partido. El pongo político padece de una servidumbre que destroza el alma, pues es voluntaria.

El Alto/Jacha-marka, a los pies del nevado Chacaltaya, 30 de Noviembre de 2005.

(*) El autor fue Secretario Ejecutivo de la Confederación Universitaria Boliviana (CUB).

Notas :


[1Jesús Lara, escritor boliviano, la novela social por el escrita tiene un fuerte realismo indigenista.

[2Jesús Lara, escritor boliviano, la novela social por el escrita tiene un fuerte realismo indigenista.

[3Honda, arma que sirve para propulsar piedras a distancias considerables.

[4Repete, a la hora de repartir el mísera alimento durante la Guerra del Chaco, los reclutas indígenas, pedían la repetición de la exigua ración, en un mal castellano, de ahí el denominativo.

[5En el argot boliviano, la pega es una fuente laboral.