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Partido de la Refundación Comunista, MOCIÓN 1 : PARA UNA ALTERNATIVA DE SOCIEDAD

Publie le Miércoles 23 de febrero de 2005 par Open-Publishing
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(primer firmatario: Fausto Bertinotti)

UN NUEVO CICLO POLÍTICO-SOCIAL

El VI Congreso Nacional de nuestro partido se celebra en un momento realmente "extraordinario". Hoy nos enfrentamos a un desafío, el de abrir un nuevo ciclo político-social en Italia y en Europa. Es decir, para derrotar no sólo a la derecha, sino a la política de derechas, y para salir, desde la izquierda, de las políticas neoliberalistas, así como del fracaso y la impotencia estratégica del reformismo.

Nosotros invertimos a fondo en esta posibilidad, y desde luego no porque sobrevaloremos nuestra fuerza ni la de los movimientos y la izquierda alternativa, sino desde la convicción de que son los procesos reales los que radicalizan cada vez más las alternativas de la política y el conflicto. Si bien es cierto que, tanto a la derecha como a la izquierda, se van quedando vacíos los espacios "centristas" (los espacios objetivos, no las recurrentes o, mejor dicho, permanentes pulsiones subjetivas), y que hoy en día, tendencialmente, no se dan ni compromisos ni "soluciones’, ni tan siquiera mediaciones de naturaleza verdaderamente centrista, también lo es que la subjetividad política radical puede jugar un papel decisivo, en absoluto minoritario, en la cualificación de la nueva fase. Por estas razones de fondo, este Congreso gira en torno a la subjetividad política y estratégica de Rifondazione Comunista. Por un lado, se trata de consolidar, actualizándola, la reflexión acumulada en estos años, en una nueva conciencia teórica colectiva. La opción estratégica consiste en situar el centro de gravedad de la acción política en la sociedad, en el conflicto de clases y en los movimientos, y no en las instituciones ni en las relaciones entre las fuerzas políticas. Esta opción ha cobrado especial intensidad gracias a la decisión estratégica adoptada en el pasado Congreso, que confirmamos en éste, y a mayor razón a la luz de las experiencias de los movimientos de estos años. Por otro lado, es esencial dar un salto de calidad en las conexiones entre proyecto y práctica política, entre papel general y presencia en las luchas, entre aumento de la responsabilidad y fuerza organizada del partido, un instrumento más necesario e insustituible que nunca. Por estos motivos de fondo, asumimos la aportación del secretario del PRC -las 15 tesis para el Congreso- como la plataforma más adecuada, gracias a su naturaleza orgánica y sintética, tanto para una discusión democrática, enriquecedora y apasionante, como para un resultado de claridad y transparencia política. Un documento que, en el íter de las discusiones precongresuales y congresuales, podrá y deberá "enmendarse", profundizarse, enriquecerse, desarrollarse de forma analítica y apurarse más, en el sentido de redactar una plataforma política final que los militantes y afiliados construyan personalmente.

BUSH Y LA GUERRA

Precisamente el acontecimiento político más significativo de 2004 -la victoria de George W. Bush en las elecciones presidenciales norteamericanas- confirma la crisis de fondo del neoliberalismo (ideología del Pensamiento Único y de la magnífica y progresiva suerte de la globalización) y de sus versiones más moderadas (representadas en EE.UU. por un Partido Demócrata centrista y sustancialmente soso). La derecha norteamericana ganó sin matizar su patriotismo belicista, sino exaltándolo. Dicho patriotismo reivindica con absoluta arrogancia la misión imperial de Estados Unidos y replantea por entero su modelo social y los valores actualmente dominantes. El capitalismo se separa del pensamiento liberal y recupera los valores de la tradición premoderna (Dios, Patria y Familia), es más, se alía con ella. Una decisión reaccionaria absolutamente coherente con la ideología de la guerra de civilizaciones y el neofundamentalismo occidentalista que la acompaña. De ahí la obsesión por la seguridad, la cancelación o la drástica limitación de las libertades, derechos y culturas progresistas que marcaron el siglo XX. Por otra parte, se está verificando una tentativa de liberalizar y privatizar por completo los bienes comunes -los servicios, la salud y la cultura-, a la que se opone con tenacidad y eficacia el movimiento en favor de otro mundo posible, en Cancún y en el tratado del Mercosur. El Partido de Rifondazione Comunista tiene que seguir apoyando esta oposición con convicción. Se configura, pues, un peligro mayor para la suerte del planeta y de los pueblos, en especial del Sur del mundo, donde también pueden verse procesos tendencialmente opuestos (por ejemplo, en toda América Latina). Por eso, más que nunca, la lucha por la paz debe ser la prioridad de las prioridades, en Irak, en Oriente Medio, en Palestina, huérfana de Arafat, y en África. La guerra de agresión, dos años de ocupación militar, un gobierno fantoche y la promesa de unas elecciones-farsa, están destruyendo Irak y agravando de forma dramática la crisis del área. Por tanto, la inmediata retirada de todas las tropas extranjeras -empezando por las italianas-, que la izquierda alternativa y el movimiento pacifista siempre han reivindicado, es la condición imprescindible para construir la paz y poner en marcha un proceso de transición democrática. En este marco, un paso importante podría consistir en la convocatoria de una verdadera conferencia de paz internacional en la que participen todos los protagonistas del conflicto, incluidos los exponentes de la resistencia interna.

EUROPA

Europa también está viendo cómo se va consumando paulatinamente la "tercera vía", tanto desde el punto de vista político como desde el económico y social. En este sentido, se encuentra verdaderamente ante una encrucijada: O se "americaniza" o, al contrario, exalta el nivel de civilización conquistado gracias a las luchas y los movimientos, tomándolo como base para su construcción y dando lugar, de esta forma, a un verdadero salto de autonomía y subjetividad política. Las actuales clases dirigentes -en particular las de Francia, Alemania y España- intentan eludir de forma evidente esta encrucijada, ya sea con unas decisiones en política internacional fuertemente autónomas respecto a EE.UU., como persiguiendo el objetivo de un auténtico partenariado atlántico y de una potencia militar europea. Pero se trata de un proyecto sustancialmente ilusorio, ya que no puede haber una auténtica autonomía política europea si Europa no rompe con el modelo social norteamericano. Así, los gobiernos que tuvieron el mérito de decir que no a la guerra de Irak son los mismos que, en sus ámbitos nacionales respectivos, están desmantelando el estado del bienestar y su sistema histórico de derechos y garantías. No es casualidad que nos hallemos ante propuestas como la "Directiva Bolkenstein", ni que los gobiernos hayan promulgado de forma unánime una propuesta de Constitución Europea que constitucionaliza la primacía del mercado y deja la paz y los derechos al margen de la identidad europea. De seguir por este camino, la Unión Europea no logrará superar con éxito sus incertidumbres en cuanto a identidad y papel. Por ello, proponemos una gran campaña de masas en contra del Tratado, que deberá llevarse a cabo a todos los niveles, empezando, como es obvio, por el parlamentario. Una lucha política y cultural, a la que hay que dar toda la complejidad necesaria, el despliegue más amplio posible y las herramientas que se consideren más eficaces. La única alternativa posible es la de esa otra Europa en que se sitúan las iniciativas del movimiento, el aumento del conflicto social y de masas, la movilización de los intelectuales no homologados. A este respecto, la fundación del Partido de la Izquierda Europea es el nuevo hecho de la política europea en el que Rifondazione Comunista ha invertido y seguirá invirtiendo, cada vez más, una parte esencial de su trabajo y su identidad, precisamente porque la unificación de los sujetos y subjetividades alternativas que actúan en Europa es esencial, no sólo para acabar con la "americanización" del Viejo Mundo, sino también para construir una realidad institucional capaz de erigirse como interlocutor fuerte de todo el movimiento en favor de otro mundo posible. Una Unión Europea de paz, acogida, solidaridad social, ciudadanía universal, democracia laica y laicidad rica. Sin una izquierda fuerte, no podrá nacer esta Unión. A partir de esta convicción, proponemos que se elija como símbolo del partido el que se utilizó en las elecciones europeas, asumiendo de esta forma la opción estratégica de la Izquierda Europea hasta sus últimas consecuencias.

EL PARTIDO

En estos tres últimos años, Rifondazione Comunista ha conquistado un papel protagonista en la política, en los movimientos y en la sociedad italiana, ganando de sobras el reto de su supervivencia política y de su "necesidad" estratégica. A partir de este reconocimiento -que, por otra parte, procede de una amplia área de la izquierda, y a menudo hasta de nuestros adversarios-, debemos emprender una seria y profunda reflexión sobre el partido. Cada vez resulta más difícil ser un verdadero partido, cada vez es más difícil satisfacer la "demanda compleja" que se vuelca en nosotros, construir y dar vida a un sujeto colectivo capaz de valorizar las prácticas de las mujeres y la diferencia de género. Un "nosotros" en el que se reconozcan tanto los géneros como las generaciones, culturas políticas y experiencias distintas. Estos problemas no son fruto únicamente de nuestros límites subjetivos, que los hay y son muy serios. Hunden sus raíces en las dificultades más generales por las que actualmente atraviesan, sin excepciones, todas las formas organizadas de la política, desde las más antiguas, los partidos, a las más recientes, los movimientos y asociaciones. No bastan, pues, los llamamientos voluntaristas ni las llamadas a la tradición del movimiento obrero, ni tampoco son suficientes los propósitos de innovación y experimentación organizativa que tienen dificultades para traducirse en prácticas orgánicas. Se necesita mucho más para relanzar el partido desde sus círculos y federaciones, se precisa una sistemática labor de estudio y discusión sobre lo que somos y lo que queremos ser, que requiere una investigación específica. Para este objetivo urgente e inaplazable, proponemos que en el año 2005 se celebre una Conferencia Nacional de Organización.

1]

La verdadera novedad del inicio de este siglo es el nacimiento de nuevos movimientos y su capacidad de conectarse en un proceso colectivo. Ella ha hablado al mundo de una nueva posibilidad de transformación.

Refundación Comunista ha sido capaz de entender la naturaleza de estos nuevos movimientos y de predisponerse para recoger las posibilidades que se desprenden de ellos para plantearse, junto a una modificación de la propia política, el contribuir en la construcción de una idea general de reforma de la política vinculada a los protagonistas sociales.

Al mismo tiempo, con una conexión no solo temporal, ha emergido estrepitosamente el fracaso de la globalización capitalista.

Una y otra vuelven a actualizar el asunto de la transformación de la sociedad capitalista.

Esta cuestión se sitúa también a nivel subjetivo por el crecimiento del nivel de conciencia de los movimientos y puede incluirse en la fórmula de los foros sociales de "Otro mundo es posible". El problema está, por lo tanto, planteado pero no está resuelto.

Se ha abierto también otro escenario, el del recrudecimiento de la crisis económica y social y el precipitarse de la guerra en un choque de civilizaciones.

La incertidumbre domina nuestro tiempo.

La disyuntiva "socialismo o barbarie" no está fuera de este tiempo.

2]

En Italia el PRC ha recibido un fuerte respaldo en las recientes elecciones europeas y administrativas (municipales, provinciales y regionales, nt). Ha sido premiado su proyecto político general: su opción estratégica de ser parte integrante del movimiento, su propuesta de apertura al conjunto de la oposición política y social y de construcción de la izquierda alternativa, la innovación de la política y del sujeto de la política, la innovación de la cultura de la teoría política del movimiento obrero. Esta acumulación, que debe ser considerada como patrimonio conseguido por todo el partido, es ahora la base para un desarrollo posterior de la refundación.

Este éxito se ha conseguido en una situación en la que ha estallado la crisis del intento de la derecha de estabilizar el sistema político italiano, el intento basado en el fenómeno complejo neoconservador denominado "berlusconismo". En esta crisis concurren tanto motivaciones objetivas (las grandes tendencias internacionales tras el fracaso de la globalización capitalista) como el impulso dado por el crecimiento de los movimientos. En ellas se ha consumado el fracaso específico del proyecto berlusconiano.

También en Italia se entreabre una fase política y social totalmente nueva, que para afrontarla no basta con remover a Berlusconi, sino que también hay que enfrentar las causas de fondo que lo llevaron a triunfar. El problema es la construcción de una alternativa de sociedad: se trata de reescribir la constitución material del país tras la devastación neoliberal.

3]

Mientras tanto, el neoliberalismo, en crisis como estructura ideológica y como modelo general de política económica y social, busca una nueva vía para volver a proponerse e impedir el despliegue de una nueva política. La nueva versión del neoliberalismo se esconde tras el "realismo" de la supervivencia de la empresa. Incumplidas las grandes promesas, se propone el estado de necesidad. Se pide el reconocimiento del carácter objetivo de las crisis y el carácter indiscutible de las necesidades impuestas por la competitividad internacional. El objetivo es revisar a la baja el sistema de derechos, de las condiciones laborales y del salario con el chantaje de la competitividad como algo objetivo.

Se trata de un ataque insidioso ya que se mimetiza en una realidad concreta y aparente, en la que toma cuerpo un chantaje sobre los trabajadores que apunta a poner en jaque a la política y que intenta destruir el papel del sindicato en la negociación ante el deterioro de las condiciones de los trabajadores y del empleo. Atravez de este camino, la idea es partir de las empresas para afectar el sistema de relaciones sociales, de la legislacion laboral y el estado de bienestar: su primero objectivo es la anulacion de la dimension nacional de los convenios de trabajo.

Esta ofensiva es la base material sobre la que se apoya la hipótesis política neo-centrista, la de una salida suave de la crisis de las derechas y del berlusconismo sin poner en discusión la inspiración de fondo de las políticas neoliberales.

4]

Ante esta nueva ofensiva neoliberal, que se propone asumir el carácter de propuesta global y se dispone a comprometer a un espectro amplio de fuerzas moderadas, tanto en el campo político como sindical, no se puede responder eficazmente de forma defensiva o parcialmente.

Para derrotar esta hipótesis es necesario un salto cualitativo de la oposición política y social. De esta nueva tarea debe hacerse protagonista el campo articulado de las izquierdas interesadas en el proyecto de alternativa, las organizaciones sindicales que han configurado y practicado una nueva autonomía frente al gobierno y la Confindustria, los movimientos y las realidades expresadas en los conflictos laborales y territoriales.

Es necesario que el conjunto de estos sujetos genere una iniciativa unitaria que de cuerpo y visibilidad a un proyecto de unificación de los movimientos. Es necesario trabajar en un proyecto global de movimiento por la reforma de la sociedad italiana. Para ello es necesario trabajar en la construcción de un encuentro de las experiencias críticas y de lucha del mundo del trabajo, de las ciudades y los territorios. Sólo de la conexión con el movimiento de los movimientos, con el movimiento por la paz, con las experiencias de los conflictos sociales y laborales, puede nacer la oposición eficaz y alternativa al nuevo desafío liberal y sólo así puede renacer, aquí y ahora, la política.

5]

Se ha abierto una fase de absoluta inestabilidad. La política está atravesada por dos tendencias opuestas: la de su posible renacimiento o la de su eclipse. La democracia vive una crisis profunda, en la cual puede ser cancelada la misma noción de soberanía popular. Podemos tener por delante un futuro sin democracia. La fase política sigue caracterizándose, en el mundo, en Europa, en Italia, por esta crisis abierta con esas dos salidas. Las mismas elecciones europeas han mostrado, junto a un crecimiento de la oposición a los gobiernos, la manifestación de un malestar profundo y una desconfianza en los sistemas políticos. Esta crisis no afecta sólo a las instituciones sino que implica también a las masas, atravesadas al mismo tiempo por instancias de reapropiación de la política y por pulsiones hacia un alejamiento de ella, una especie de éxodo de una política a su vez separada de la vida cotidiana.

6]

El grande y terrible siglo XX ha visto realizarse, mediante la lucha de clases, la irrupción de las masas en la política y, en su curso, se han dado grandes experiencias de emancipación, las más grandes conocidas hasta el momento. A la vez, sin embargo, el siglo XX ha sido el siglo en el que se han consumado tragedias inenarrables (guerras mundiales, fascismos y nazismos hasta el horror de Auschwitz).

El movimiento obrero ha sido el gran protagonista del siglo pero ha sido derrotado en primer lugar por el fracaso allí donde se constituyó en Estado, en las sociedades post-revolucionarias, en las que las instancias de liberación por las que había nacido se convirtieron tambien en formas de opresión dramática.

La crítica al estalinismo no es, pues, simplemente la crítica a las degeneraciones de aquellos sistemas, sino al núcleo duro que ha determinado aquel final y es por este motivo el punto irrenunciable para construir una nueva idea de comunismo y de una nueva forma de llevarlo a cabo.

Ahora, las experiencias del movimiento, las nuevas practicas sociales y las reflexiones avanzadas con ellas, permiten la elaboración de una crítica al poder, que, también mediante la opción por la no violencia como guía de la actuación colectiva aquí y ahora, contribuye a la búsqueda de una nueva idea y práctica de la política como proceso actual de transformación y de liberación.

Es así como se incorpora al orden del día la posibilidad de una salida de izquierda a la derrota del siglo XX y a la crisis del movimiento obrero. Se puede trabajar así en la construcción de un nuevo movimiento obrero.

La refundación comunista, horizonte de nuestra búsqueda y experimentación, encuentra en este desafío su razón de ser.

7]

La lucha se ha hecho dramática. El estado de guerra permanente se ha incubado en/por la naturaleza misma de la globalización capitalista. Al contrario de lo prometido, en vez de la disolución de los conflictos, ella produce inestabilidad mediante la agudización de las desigualdades mundiales, la concentración de la riqueza y la exasperación de los conflictos. En vez del crecimiento prometido, ella produce crisis. Hasta la competitividad se hace destructiva. La guerra preventiva es el sistema mediante el que se busca una solución imperial a esta inestabilidad. Pero el resultado es producir nuevas y más profundas inestabilidades a las que se responde con posteriores endurecimientos de la guerra según la doctrina de la guerra permanente.

La guerra alimenta el terrorismo, que es hijo y hermano de la guerra. Este terrorismo se presenta como proyecto elaborado en el marco de la autonomía de lo político y es, como la guerra, nuestro adversario irreductible, repulsivo por los medios que utiliza y por los fines que propugna.

La guerra imperial de la administración Bush es una guerra infinita e permanente. Irak es su banco de pruebas. Su desarrollo llevaría a la guerra de civilizaciones.

8]

La paz es el terreno de renacimiento de la política al expresar la exigencia primaria de nuestro tiempo. La paz, es perseguida no simplemente como ausencia de guerra sino como construcción de un nuevo mundo que, rompiendo el dominio imperial, diseña un nuevo orden mundial fundado en la autonomía y el diálogo, en las diversas relaciones sociales y culturales. No sólo es equivocado sino ilusorio pensar en la construcción de este nuevo orden como en parte ha ocurrido en el pasado, o bien mediante la creación de un equilibrio fundado en la fuerza de las armas.

El estímulo fundamental para esta empresa es el nuevo movimiento por la paz, como fuerza desarmada y de desarme, como la otra potencia mundial que ha irrumpido para contestar la guerra y su lógica, para construir una alternativa de civilizacion.

Esta gran novedad desvela la exigencia de la construcción de una nueva subjetividad política organizada que interprete y haga que esta nueva instancia incida en las relaciones económicas, sociales y de los estados. Aquí se encuentra el terreno fundamental de otra Europa en la que el descubrimiento de esta misión pueda, releyendo sus raíces, llevar a cabo un modelo económico, social y cultural alternativo al neoliberalismo y a la guerra. Sobre esto podría apoyarse la autonomía y la independencia de Europa de los Estados Unidos.

El Partido de la Izquierda Europea, del que somos, junto a otros, promotores y fundadores, quiere ser un instrumento para llevar a cabo ese objetivo.

9]

La construcción del nuevo sujeto transformador es el tema crucial para la salida de izquierda de la crisis de la política y de la crisis del movimiento obrero.

Este compromiso exige desplazar el centro de gravedad de la política desde las instituciones y las fuerzas políticas a la sociedad y a los movimientos, es decir, desde la representación a la organización directa de la vida y de las relaciones sociales.

La clave de fondo que caracteriza la naturaleza de la globalización neoliberal es la precariedad. La precariedad se hace condición general que informa los tiempos de trabajo y los tiempos de vida, las relaciones de producción y las relaciones sociales y que penetra hasta el intento de modificar lo viviente.

Los cambios que se han impuesto, por un lado, con la revolución restauradora del nuevo capitalismo sobre el trabajo y, desde el lado contrario, con la naturaleza de los nuevos movimientos, posibilitan una nueva alianza entre las experiencias que reivindican la liberación del trabajo asalariado (el conflicto del trabajo) y las experiencias que defienden liberarse del trabajo asalariado (la construcción de bienes comunes sustraídos a la mercantilización, la construcción y la realización de relaciones y actividades fuera, aunque sea parcialmente, del mercado, la valorización del medio ambiente y los vínculos históricos de los territorios).

Esta nueva alianza permitiría la participación, como elementos decisivos en la construcción de la alternativa, de las culturas y las experiencias críticas.

El ecologismo elabora una crítica de los modelos "desarrollistas" , también de su versión moderada que habla de "desarrollo sostenible". El feminismo es la contribución fundamental para una idea de sociedad y de relaciones sociales basadas en la valorización de la diferencia y de la persona y su contestación al sexismo y al dominio cientificista sobre los cuerpos y lo viviente. El pacifismo y las diversas prácticas de la no violencia se configuran como la construcción de una red de relaciones que contestan el dominio de la ganancia y del poder.

Esta búsqueda teórica, este trabajo político en el interior de las sociedades y en la realización de experiencias originales, constituyen la base fundamental para la construcción de una izquierda alternativa que en Italia comprometa a todas aquellas fuerzas, que lo son o que están interesadas en ésta búsqueda. Ha llegado el momento de su nuevo protagonismo en Italia y en Europa.

10]

Lo que enmarca esta búsqueda es la construcción de la democracia de la participación y del conflicto. No es por casualidad que sea precisamente el carácter progresivo de la Constitución italiana lo que está siendo atacado. Un ataque bajo varias formas: se cancela en la practica el artículo 11 de la Constitución (contra la guerra), se reduce el tema de la emigración, decisivo para la articulación de la sociedad futura, a problema de orden público, se habla de cancelar el carácter antifascista de la República, se minan los caracteres fundamentales de la universalidad de las prestaciones sociales y de la exigibilidad de los derechos en el conjunto del territorio nacional, se vacía de contenido el Parlamento. Sustancialmente se quiere imponer una idea de la democracia demediada. Funcional al modelo neoliberal, bajo el dominio del mercado, por lo tanto inerte y, finalmente, inútil.

La construcción de una democracia participada, en la que la crítica de los movimientos se pueda transformar en una alternativa política y programática de izquierda, es el reto fundamental que tenemos por delante.

La democracia, como fuerza de propulsión de la participación y la paz, como construcción de nuevas relaciones sociales y de estados, están en el primer lugar del renacimiento, aquí y ahora, de un proceso de transformación de la sociedad capitalista.

11]

El problema de la participación en el gobierno de una fuerza antagonista en un país europeo se sitúa en este marco. También la crítica a la toma del poder y al poder mismo no deja de tener consecuencias respecto al modo de concebir el gobierno y a su posicionamiento. En nuestra estrategia, el gobierno no es una opción de valores, sino una variable dependiente de la fase. El gobierno, pues, no es el objetivo o el inicio de la política de alternativa, pero puede ser un paso necesario.

En Italia su necesidad nace en el marco de una coyuntura política muy precisa: la exigencia improrrogable de derrotar al gobierno Berlusconi y construir una alternativa al mismo.

Por ello hoy asumimos el objetivo de crear una coalición de fuerzas para dar vida a una alternativa programática de gobierno en el que el PRC y las fuerzas de la izquierda alternativa en su conjunto estén presentes como protagonistas. La denominamos coalición democrática para definir así su primer objetivo: construir democracia y participación.

La construcción de la democracia participada no es sólo una cuestión de método. Ella es el primer elemento de un programa reformador. La autonomía de los sujetos críticos o socialmente activos no es ya sólo una prerrogativa en defensa de los movimientos y de las organizaciones sociales frente a su alineación, ella se ha convertido hoy en el posible motor del conjunto del proceso reformador y por ello debe transformarse en un punto programático fundamental de la alternativa de gobierno. Esta es la primera reforma necesaria: la de la política y la de la misma concepción del gobierno. De la misma reforma es parte relevante la conquista de una autonomía estratégica de la izquierda alternativa y, con ella, del PRC respecto del gobierno del que podria ser parte, atendiendo al grado de acuerdo programático que se consiga entre todas las fuerzas que hoy están en la oposición al gobierno de Berlusconi.

Para hacerlo el PRC y la izquierda alternativa deben saber pasar también por la experiencia de gobierno, en función del crecimiento cualitativo de los movimientos y de la posibilidad de desplegar una vasta, larga y compleja acción política en la sociedad para la realización del más ambicioso programa de fase.

El objetivo de nuestro compromiso es la derrota de la ley del péndulo, según la cual cuando las izquierdas están en la oposición suscitan esperanzas y expectativas que vienen desatendidas cuando luego asumen tareas de gobierno, determinando así el distanciamiento de la política por parte de amplias masas y creando las condiciones para el retorno de las fuerzas conservadoras.

12]

Un programa de gobierno, en esta fase, debe caracterizarse fundamentalmente por representar una ruptura con las políticas del gobierno Berlusconi, constituyendo una alternativa real y abriendo una vía en la que la autonomía de los movimientos y del conflicto de clases pueda conquistar nuevos espacios de transformación de la sociedad.

Tres son las líneas maestras entorno a las que organizar un programa alternativo,queya desde su inicio debe transmitir al país un mensaje unívoco y un llamamiento a la movilización de todas las energías reformadoras. La primera es el posicionamiento internacional del país por la paz, contra la guerra y el terror, a partir del compromiso de la retirada de las tropas italianas, para parar la guerra en Irak y para construir una Europa de paz en el mundo, de cooperación entre el norte y el sur y de dialogo entre las religiones y las civilizaciones. En segundo lugar, en Italia las políticas del gobierno Berlusconi y la crisis en la cohesión social que han provocado, son un obstáculo que impide el cambio y la puesta en marcha de un nuevo camino. La acción de saneamiento en el terreno civil, económico y social es por ello un compromiso ineludible. La abrogación de la ley 30 (trabajo), de la ley Bossi-Fini (migracon), de la ley Moratti (escuela), por un lado, y la de la fecundación asistida, por otro, marcan la orientación firme y decidida de esta operación política y de su necesidad. Finalmente, la importancia de un programa que ambicione dar cuerpo a las expectativas de cambio que han madurado en la sociedad, debe basarse en el terreno para predisponer al país a proyectar su futuro. Son las grandes reformas de ruptura con el ciclo neoliberal, las reformas que abren la vía a una innovación del modelo general de organización de la sociedad. Ellas pueden ser especificadas en torno a cuatro grandes ejes: la valorización del trabajo y una redistribución de las rentas a favor de los salarios, de los sueldos y las pensiones, la incorporación de un salario social y de una política contra los réditos; la conquista, la cualificación y la extensión de los derechos individuales y colectivos de cara a configurar una nueva ciudadanía social universal, el respeto a la persona y un sistema de garantía y de tutela para tod@s; la constitución de bienes comunes a sustraer de la lógica del mercado mediante la valorización pública del medio ambiente, del territorio y la cultura; la constitución de un nuevo modelo de intervención pública en la economía, desde la programación a la organización de los factores para innovar el modelo económico y social.

13]

El programa de alternativa de sociedad no se puede reducir a un programa de gobierno, ni siquiera al más avanzado. Debe ser entendido como un programa de fase y debe apoyarse en un discurso sobre el capitalismo italiano inserto en el europeo: un discurso sobre el declive actual y sobre una clase dirigente dimisionaria sin capacidad de proyección de futuro, que recurre y se ajusta a las distintas recetas del neoliberalismo como salvavidas. El programa para esta fase es enfocar las visiones de otra Europa y, en ello, de otra Italia, una visión de cómo la prefiguramos dentro de 10-15 años dentro de aquel otro mundo posible que el movimiento de cambio ha vislumbrado. El programa general, en este sentido, de construcción de la alternativa de sociedad no reside sólo (aunque sepamos de su dificultad) en la determinación de las discriminantes programáticas para una alternativa de gobierno a las derechas, sino que requiere la elaboración de un proyecto político y la construcción de un proceso para la transformación en el que la relación con el desarrollo de los movimientos es la palanca principal aunque no suficiente.

Esta es la búsqueda que hemos emprendido. Lo que proponemos ahora es el horizonte de este camino.

Su punto de arranque puede ser el horizonte del programa de fase de las fuerzas del cambio para el conjunto de Europa y para cada uno de sus países, que debe asumir, en esta fase del desarrollo capitalista, una gran ambición, el de la igualdad. Ello se debe concretar en una inmediata ruptura y un cambio de sentido respecto de la tendencia, característica de este nuevo ciclo capitalista, al aumento de las desigualdades, para configurar una etapa comprometida de acercamiento a la igualdad entre las personas y de cambio en profundidad de la relación entre las clases sociales. Dos objetivos estratégicos deben dar cuerpo a esta perspectiva: la conquista del pleno empleo y la conquista de una ciudadanía universal para todas y todos, sean naturales o emigrantes. Esta última debe apoyarse en el marco de derechos sociales, civiles y culturales exigibles e igualmente exigibles accesos garantizados de cualquiera a los bienes comunes: un nuevo estado social supranacional.

El trabajo asalariado, en todas las formas en las que hoy se presenta, sean históricas o inéditas, debería poder conquistar en ese marco y, dentro de una tendencia a la mundialización de los conflictos de clases, un nuevo estatuto de democrácia, de poder y de libertad. Las trabajadoras y los trabajadores deberían poder conquistar, contra la tendencia de las últimas dos décadas, una nueva etapa en el proceso de liberación, mediante la valorización de los componentes cognoscitivos y creativos, directos e indirectos, hoy contenidos en el trabajo y la generalización, si bien en diversos grados, de los directos. Es necesario perseguir la conquista de elementos de autogobierno en las prestaciones laborales y en la relación entre tiempo de trabajo y tiempo de vida. Es necesario conquistar, contra la flexibilización, elementos de "rigidez" para poder satisfacer las propias necesidades individuales y colectivas de las que hacer brotar nuevas formas de control social y de democracia directa y participada. Esta búsqueda en el campo de las luchas como la del sujeto de la transformación, el nuevo movimiento obrero, pueden ser las parteras de la izquierda alternativa en Italia y en Europa.

14]

La izquierda alternativa se construye haciendo y reflexionando sobre lo que se hace, descartando toda tentación de buscar la solución en cualquier cambalache de los grupos profesionalizados de los partidos que están a la izquierda del listone (lista electoral a las elecciones europeas, formada por los componentes más moderados de la coalición el Olivo -Ds, Margarita y socialistas). Otro debe ser el marco de componentes de los que partir y otra la ambición política. Proponemos que se construyan espacios en los que se desarrollen experiencias comunes de trabajo político continuado: comités, círculos, asociaciones, organizaciones autogestionadas en todas las realidades difundidas en el país y en los espacios de conflicto y de experimentación social. Hacemos la propuesta de una autoconvocatoria para una reunión plenaria nacional en la que puedan debatir aquellas experiencias. Una asamblea que convoque a cuantos se reconozcan en esta exigencia y que han participado colectivamente en el camino andado por el movimiento: partidos, sus diversos componentes, sindicatos, expresiones del movimiento, experiencias de gobiernos locales participativos, asociaciones, comités, personas a título individual, para unirse en un recíproco y paritario reconocimiento y definir un proceso compartido y unitario de acción y un proyecto político común. Proponemos la convocatoria abierta y compartida de la asamblea constituyente de la izquierda alternativa. Los tiempos están maduros pero no son ilimitados. Es necesario organizar las disponibilidades y las voluntades, decidiendo entre todos los interesados. Nosotros estamos dispuestos a ello.

15]

Refundación Comunista es interlocutor fundamental de este proyecto y del mismo es uno de sus protagonistas. Ello es así no sólo por su fuerza militante y electoral, por su presencia articulada y capilar en la sociedad. Ante todo lo es por participar en los conflictos y por su capacidad de detectar la gran novedad de los movimientos de este siglo y la relación desarrollada con ellos, sabiendo innovar su propia cultura y propuesta política.

En años difíciles, en los que no parecía haber posibilidad de alguna hipótesis de transformación, Refundación Comunista ha mantenido abierta una búsqueda y una acción política y cultural. Con la construcción de la izquierda alternativa es posible ir más allá y reabrir la política a un proceso general de transformación social, en la que ella pueda ser protagonista.

No está en juego la existencia de Refundación Comunista y su autonomía política y cultural permanecen para hoy y para mañana. Está en juego, por el contrario, la posibilidad de llevar a cabo todos juntos un salto, un verdadero salto de cualidad, como hemos comenzado a hacer en Europa con la fundación del Partido de la Izquierda Europea.

Por ello, una verdadera y profunda reforma del partido, en el sentido de la apertura y la experimentación de nuevas formas de agregación y de relación, es tema fundamental del proceso de la refundación. Muchos podemos compartir este desafío.

Mensajes

  • Buenísimo el artículo, si bien se inscribe en la realidad europea, los aspectos de globalización en la economía, el trabajo y la política exterior del imperio; Hacen que el análisis tenga validez en Latinoamérica.- El tema no es menor debido a que los movimientos refundacionales del PC no se ven por ninguna parte y lo que sí comienza a irrumpir con fuerza son los movimientos anarquistas.-

    Atte
    WILSON ARAYA
    Santiago de Chile
    wilson.araya@gmail.com