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Cúcuta: chavistas colombianos salen de la clandestinidad a debatir revolución bolivariana

Publie le Lunes 4 de abril de 2005 par Open-Publishing

Por Yesid Lancheros

En una oficina adornada con fotos del Che Guevara, con afiches del presidente Hugo Chávez y con poemas que invitan a la fraternidad de los pueblos funciona el Círculo Bolivariano de la Frontera, un grupo de intelectuales colombianos que apoya al mandatario venezolano.

Tras cuatro años en la clandestinidad, temiendo represalias de los "intolerantes", como tildan a sus opositores, decidieron salir a la luz pública en Cúcuta. Y desde hace dos meses arrendaron una oficina en un barrio del oriente, donde los 50 hombres de izquierda se trenzan en candentes debates sobre la revolución bolivariana que puso en marcha Chávez tras alcanzar la Presidencia, en 1998.

El pasado jueves, a las 5 de la tarde, día en que permitieron que alguien externo al círculo entrara a su espacio, el ’plato fuerte’ era la cumbre en Ciudad Guayana (Venezuela) entre Chávez y sus homólogos de Colombia, Álvaro Uribe; de España, José Luis Rodríguez Zapatero, y de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva.

"Quisimos mantener un perfil bajo por seguridad, pero ahora queremos hablar abiertamente sobre nuestra simpatía con el pensamiento bolivariano", explica David Corredor, líder del Polo Democrático y ex candidato a la Alcaldía de Cúcuta en el 2003.

Atrás quedaron los temores y las reuniones secretas que mantuvieron en casas y oficinas particulares que iban rotando mientras bajaba el clima político que rodeó la campaña reeleccionista del líder de sus querencias.

Corredor destacó el reconocimiento de los Círculos Bolivarianos de Caracas, organización que respalda a Chávez y a la que el mismo presidente le dio vida en un simbólico acto en la avenida Bolívar, en diciembre del 2001.

"En la frontera nadie se identifica con el presidente Uribe. Esta zona es chavista por naturaleza", comenta el ex congresista Víctor Castellanos, veterano dirigente nortesantandereano que dirige el Círculo.

En busca de adeptos

Recordó que hace cuatro años, en los pasillos de los edificios públicos, abogados y sindicalistas en su mayoría, se encontraban y hablaban espontáneamente sobre Chávez. "Así nacimos. Luego organizamos reuniones hasta que alquilamos un lugar. Cada uno contribuye con lo que puede para pagar el arriendo", señaló Castellanos.

Para ganar adeptos, el Círculo creó un cineclub que desde febrero proyecta películas todos los sábados a las 3 p.m. y que se paga con aportes voluntarios de los 60 asistentes.

Corredor cuenta que en junio del 2003, cuando fueron a proyectar su primera cinta -La Revolución no será transmitida, documental de dos cineastas irlandesas que repasa el golpe de Estado contra Chávez, en abril del 2002-, tocaron a las puertas del entonces secretario de Cultura departamental, Juan Manuel Villa, quien discretamente argumentó que su mamá era antichavista y se podía disgustar si les prestaba la sala Cote Lamus de la Casa de la Cultura.

Al final accedió. Sin embargo, el mismo día de la proyección canceló el préstamo. El evento lo salvó el diputado Alirio Bautista, quien accedió a pedir el salón a su nombre.

Este no fue el único tropiezo. Entre los 250 invitados habían incluido a la plana mayor de la política nortesantandereana -gobernador, alcalde, líderes populares, historiadores-. Ninguno asistió. Aún así, la cinta fue exhibida a 105 espectadores.

El Círculo sabe que no es fácil para la izquierda irrumpir en una sociedad conservadora, y menos cuando son muchos los opositores a Chávez. Por eso hoy, cada vez que organizan alguna actividad, sus simpatizantes temen que se produzca algún acto de violencia contra alguno de los integrantes.

Con todo, están decididos a mantenerse a la vista pública, eso sí, sin dejar de echar ’pullas’ al presidente venezolano. "Sus grandes debilidades están en la corrupción de su gobierno y la alta presencia de militares en el Estado", cuestiona Pedro Parra, líder sindical de Termotasajero que forma parte de la cofradía chavista a este lado de la frontera.


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