¿Serán, en verdad, estos jóvenes provenientes de diversos lugares de Venezuela, los llamados a constituir la vanguardia de la revolución bolivariana o es que en un plan maquiavélico subyacente, algunos funcionarios del gobierno planean tenerlos como mano de obra barata, aprovechándose del dinero ahorrado en nómina y venderle la ilusión al comandante Chávez de unos jóvenes preparados para la batalla de las ideas?
Esa pregunta la redactaba en una de las pocas hojas de papel blanco que había llevado de Venezuela, en una de las mesas de la sala de juegos de la CUJAE, Escuela de Trabajo Social, en Ciudad de la Habana, Cuba. Mi primera impresión, en realidad fue de duda, ¿Que resultados tendría aquel experimento? Porque era innegable que aquello que estaba presenciando era un experimento. ¿De donde surgió esa idea de enviar jóvenes a Cuba, para ser formados como "luchadores sociales bolivarianos"? ¿Por que no se realizó en el país, con instructores Venezolanos y con herramientas adaptadas a nuestra propia realidad? Estas y muchas otras preguntas rondaban por mi mente. Tal vez desde ese instante me propuse desentrañar esta maraña de inconsistencias, vaguedades, simplificaciones de la realidad y aberraciones políticos-ideológicas, que constituyen el Frente Francisco de Miranda.
La iniciativa, al parecer, partió de Freddy Bernal, Alcalde de Caracas (quien además también fue el verdadero iniciador de la Misión Barrio Adentro). Este, en un viaje que realizara a Cuba, le planteó a la dirigencia cubana, crear una "Escuela de Cuadros" para estudiantes venezolanos. Este curso duraría aproximadamente siete meses y fueron enviados jóvenes venezolanos de Caracas y otras partes del país.
La instrucción haría énfasis en la formación ideológica, política, militar y bolivariana y en ese aspecto algunos instructores eran militantes del Ejército de Liberación Nacional (ELN), colombiano. Más tarde la idea decidieron "masificarla", aunque las características del Curso antes mencionado diferiría notablemente del "pensum" que se diseñaría para la formación de los llamados "luchadores sociales Bolivarianos", que mas tarde integrarían el Frente Francisco de Miranda.
Este curso se centraría en el "trabajo social" como forma de la estrategia política. El primero de estos cursos mencionados, fue solo un antecedente y su realización no tuvo nunca nada que ver con el Frente Francisco de Miranda de Luchadores Sociales Bolivarianos.
Un señor adusto y de gruesos bigotes, como una línea horizontal sobre una roca, llamado Julio Montes, en ese momento embajador de Venezuela en la Habana, fue el primer director del FFMLSB. Pero en realidad la idea se llevó a cabo con la anuencia y el consentimiento (orden), de las más altas instancias de ambos gobiernos: entre Fidel Castro y Hugo Chávez. Venezuela pondría la "materia prima" y ellos, los cubanos, la maquinaria de producción educativa a escala cuasi industrial: las Escuelas de Trabajadores Sociales, diseminadas a lo largo y ancho de la Isla. A decir verdad, los textos de estudios fueron adaptados y editados especialmente para estudiantes Venezolanos, y tuvieron el cuidado, tanto en los textos como en las clases de no mencionar la palabra "socialismo", cosa que para ese momento no estaba planteada en Venezuela.
A pesar de esto, siempre se notó que las clases estaban diseñadas para estudiantes Cubanos, y no podía ser de otra manera. Todo el cuerpo docente, algunos de larga experiencia, y hasta con Maestrías y Doctorados, otros recién egresados de las Universidades cubanas, no podían transmitir otra visión del mundo más allá de su propia realidad y de la sociedad que ellos digna y tenazmente se empeñan en construir.
Pero en mi opinión, esta enseñanza producida en tan corto tiempo, resultó contraproducente, y ha sido la causa y el origen de todas las crisis, que como un pecado original, ha sufrido el FFMLSB, en el poco tiempo de su existencia.
Todo proceso educativo, cualquiera que sea, tiene que propender a esclarecer las mentes, aclarar dudas, incentivar caminos para la reflexión y la investigación social y personal. Afirmar el ser. Lo que sucedió en Cuba, con los estudiantes Venezolanos, fue que muchos llegaron mas confundidos de lo que se fueron. Comprendieron en un dos por tres que todos tenían "vocación de revolucionarios". Que para transformarse en revolucionarios solo había que hacer un curso en Cuba. Nunca había visto en mi vida la banalización más total de un proceso que tiene que ver más con la conciencia individual que con un destino colectivo, aunque se relacionen y se impliquen. Lo que se logró fue que se banalizara un proceso que cuesta años de reflexión y estudio: La toma de conciencia. Creyeron que la "toma de conciencia" era como tomarse un "pomito" de agua mineral de los que distribuían para hidratarse en las salidas a la ciudad histórica de la Habana.
Para mucha de la gente del FFMLSB, ser "revolucionario", era algo facial y epidérmico: una especie de "mascara social". Eran revolucionarios sin haber sido fogueados, probados, sin control de calidad. Y el problema fue que les dieron poder y no lo sabían, o no habían tenido tiempo para digerirlo.
El FFMLSB, fue proyectado sobre una base político-ideológica: ser la punta de lanza de una vanguardia revolucionaria, pero hasta ahora nada esta más lejos de esta realidad. Sus dirigentes se convirtieron en tiempo record en una especie de élite malcriada, en una "aristocracia" revolucionaria, porque se creen mimados por el líder, y se sienten los hijos de papá revolución, cuando aun faltan varias generaciones por delante, que puedan arrogarse tal credencial. ¡Mentira!, los jóvenes entre 18 y 35 somos los hijos de la cuarta república, y traemos todos los vicios y todos los prejuicios de un sistema que queremos, los que por lo menos nos sentimos verdaderos revolucionarios, sinceramente abolir de la faz de la tierra.
Esos seudo-dirigentes del FFM, están totalmente desconectados de la realidad político-social del país, y así como en Cuba fueron neutralizados de sus instintos básicos y de sus energías libidinales y creativas, también pudieron haber sido atraídos por cualquier esquema ideológico que les prometiera el paraíso a través de la música estridente y las drogas sintéticas, porque para ellos lo importante no es pensar sino creer: es la fe contra la razón y sus ideas son absolutamente peregrinas.
Y cuando expresan "sus ideas" es porque fueron programados.
Cuando estos seudo-dirigentes hablan pareciera que reprodujeran una cinta magnetofónica situada en alguna zona de sus cerebros. Cuando hablan, se les siente la vacuidad, la resonancia de ese vacío, en la disociación, entre lo que dicen y su expresión facial lo cual no tiene correspondencia, sino que presentan un rostro rígido, sin expresión o mas bien con una única expresión como en las máscaras.
En cuanto al perfil de estos seudo-dirigentes, mas allá de los temperamentos personales de cada quien, se ha creado, individuos que propugnan el mando autoritario, el sectarismo, la compulsión y la coacción ante cualquier opinión que plantee ideas distintas y formas de organización y conducción diferentes. Y muchos de ellos no se dan cuenta que están siendo utilizados para impulsar ideologías de las cuales ellos mismos no están totalmente conscientes, como ciertas formas de stalinismo, que evidentemente se manifiestan en sus prácticas políticas de dirección, expresadas en el hecho de considerar cualquier crítica, negándola y tachándola de contrarrevolucionaria, como estoy seguro que si llegan a leer este artículo lo consideraran bajo ese aspecto.
Los dirigentes del FFMLSB, creen erróneamente (y quien sabe quien se lo dijo) que el Frente Francisco de Miranda ha tenido una evolución dialéctica, desde su primeros proyectos socio-políticos, hasta su estado actual. Un organismo se dice que se ha transformado dialécticamente cuando ha sabido incorporar, a lo largo de su desarrollo, diversos elementos que en un momento determinado, cambian su naturaleza de manera cualitativa. Pero esto no se decreta ni se asume, sino que son transformaciones que sufren los procesos de acuerdo a ciertas leyes, que son de difícil ponderación.
Ellos dicen que el Frente se ha transformado dialécticamente, pero creo mas bien que ha involucionado, ya que no ha logrado adaptar e incorporar los diversos elementos y situaciones que han sufrido. Es decir, que no han aprendido de ello. Baste un ejemplo. Las crisis (emergencia ideológica, emergencia organizativa) no les han enseñado que la causa principal de que estas se produjeran, fue el rechazo a un tipo de mando autoritario, y a la falta de democracia interna, que se vive dentro de esta organización. Estos son sustituidos por el llamado "centralismo democrático", que ya se sabe después de décadas de haber sido aplicado, que no es centralista, ni tampoco es democrático.
Una organización, debe tener sus órganos de dirección y formas de funcionamiento y control pero lo que nunca puede hacer, sin faltar a la honestidad, es querer aplicar hacia afuera, lo que es incapaz de aplicar a lo interno. Es decir, no puedes propugnar la democracia participativa y protagónica hacia el pueblo, cuando hacia dentro, estos principios son vedados a tu militancia.¿Con que moral? Estos seudo-dirigentes hasta ahora lo que han hecho es "gerenciar" las crisis y ponerles nombres (emergencia ideológica, organizativa, período especial, ¡que ridiculez!) y de una manera acomodaticia, justificar sus propios fracasos, e inconsecuencias.
El Frente Francisco de Miranda, nació de la idea y de la voluntad política de uno de los más grandes dirigentes del siglo XX, el Comandante Fidel Castro, y del presidente Hugo Chávez. Su concepción del trabajo político desde el punto de vista de lo social, fue correcto. La metodología de Investigación-Acción Participativa, IAP (que fue olvidada) era la estrategia más coherente y valida, para generar acciones que condujeran a la transformación social. Dicha metodología que fue estudiada en Cuba, nunca se aplicó dentro de las tareas que debíamos realizar con el pueblo. En cambio, nuestro brigadistas fueron rechazados, por ese mismo pueblo a quien debíamos servir, principalmente por la actitud prepotente y el desden con que asumimos dicho trabajo.
El Frente Francisco de Miranda, puede constituirse en una herramienta válida, para llevar a cabo las transformaciones sociales que requiere la sociedad Venezolana. Mi opinión es que esta concepción fue desvirtuada en la práctica y puede convertirse (sino no lo ha hecho ya), en un instrumento de coacción y control social, en nombre de la revolución, en instrumento de concepciones autoritarias acerca del poder, y de ideologías políticas dentro del campo de la izquierda ya superadas históricamente. Nosotros debemos ser capaces de generar nuestras propias formas organizativas y plantear nuestras propias líneas de conducción, de acuerdo a nuestra idiosincrasia como pueblo venezolano. Debemos comenzar a generar un debate de altura dentro de las bases del FFMLSB, para transformarlo en verdadero instrumento para las luchas de nuestro pueblo.
Ordene sobre este fraude…
¿Serán, en verdad, estos jóvenes provenientes de diversos lugares de Venezuela, los llamados a constituir la vanguardia de la revolución bolivariana o es que en un plan maquiavélico subyacente, algunos funcionarios del gobierno planean tenerlos como mano de obra barata, aprovechándose del dinero ahorrado en nómina y venderle la ilusión al comandante Chávez de unos jóvenes preparados para la batalla de las ideas?
Esa pregunta la redactaba en una de las pocas hojas de papel blanco que había llevado de Venezuela, en una de las mesas de la sala de juegos de la CUJAE, Escuela de Trabajo Social, en Ciudad de la Habana, Cuba. Mi primera impresión, en realidad fue de duda, ¿Que resultados tendría aquel experimento? Porque era innegable que aquello que estaba presenciando era un experimento. ¿De donde surgió esa idea de enviar jóvenes a Cuba, para ser formados como "luchadores sociales bolivarianos"? ¿Por que no se realizó en el país, con instructores Venezolanos y con herramientas adaptadas a nuestra propia realidad? Estas y muchas otras preguntas rondaban por mi mente. Tal vez desde ese instante me propuse desentrañar esta maraña de inconsistencias, vaguedades, simplificaciones de la realidad y aberraciones políticos-ideológicas, que constituyen el Frente Francisco de Miranda.
La iniciativa, al parecer, partió de Freddy Bernal, Alcalde de Caracas (quien además también fue el verdadero iniciador de la Misión Barrio Adentro). Este, en un viaje que realizara a Cuba, le planteó a la dirigencia cubana, crear una "Escuela de Cuadros" para estudiantes venezolanos. Este curso duraría aproximadamente siete meses y fueron enviados jóvenes venezolanos de Caracas y otras partes del país.
La instrucción haría énfasis en la formación ideológica, política, militar y bolivariana y en ese aspecto algunos instructores eran militantes del Ejército de Liberación Nacional (ELN), colombiano. Más tarde la idea decidieron "masificarla", aunque las características del Curso antes mencionado diferiría notablemente del "pensum" que se diseñaría para la formación de los llamados "luchadores sociales Bolivarianos", que mas tarde integrarían el Frente Francisco de Miranda.
Este curso se centraría en el "trabajo social" como forma de la estrategia política. El primero de estos cursos mencionados, fue solo un antecedente y su realización no tuvo nunca nada que ver con el Frente Francisco de Miranda de Luchadores Sociales Bolivarianos.
Un señor adusto y de gruesos bigotes, como una línea horizontal sobre una roca, llamado Julio Montes, en ese momento embajador de Venezuela en la Habana, fue el primer director del FFMLSB. Pero en realidad la idea se llevó a cabo con la anuencia y el consentimiento (orden), de las más altas instancias de ambos gobiernos: entre Fidel Castro y Hugo Chávez. Venezuela pondría la "materia prima" y ellos, los cubanos, la maquinaria de producción educativa a escala cuasi industrial: las Escuelas de Trabajadores Sociales, diseminadas a lo largo y ancho de la Isla. A decir verdad, los textos de estudios fueron adaptados y editados especialmente para estudiantes Venezolanos, y tuvieron el cuidado, tanto en los textos como en las clases de no mencionar la palabra "socialismo", cosa que para ese momento no estaba planteada en Venezuela.
A pesar de esto, siempre se notó que las clases estaban diseñadas para estudiantes Cubanos, y no podía ser de otra manera. Todo el cuerpo docente, algunos de larga experiencia, y hasta con Maestrías y Doctorados, otros recién egresados de las Universidades cubanas, no podían transmitir otra visión del mundo más allá de su propia realidad y de la sociedad que ellos digna y tenazmente se empeñan en construir.
Pero en mi opinión, esta enseñanza producida en tan corto tiempo, resultó contraproducente, y ha sido la causa y el origen de todas las crisis, que como un pecado original, ha sufrido el FFMLSB, en el poco tiempo de su existencia.
Todo proceso educativo, cualquiera que sea, tiene que propender a esclarecer las mentes, aclarar dudas, incentivar caminos para la reflexión y la investigación social y personal. Afirmar el ser. Lo que sucedió en Cuba, con los estudiantes Venezolanos, fue que muchos llegaron mas confundidos de lo que se fueron. Comprendieron en un dos por tres que todos tenían "vocación de revolucionarios". Que para transformarse en revolucionarios solo había que hacer un curso en Cuba. Nunca había visto en mi vida la banalización más total de un proceso que tiene que ver más con la conciencia individual que con un destino colectivo, aunque se relacionen y se impliquen. Lo que se logró fue que se banalizara un proceso que cuesta años de reflexión y estudio: La toma de conciencia. Creyeron que la "toma de conciencia" era como tomarse un "pomito" de agua mineral de los que distribuían para hidratarse en las salidas a la ciudad histórica de la Habana.
Para mucha de la gente del FFMLSB, ser "revolucionario", era algo facial y epidérmico: una especie de "mascara social". Eran revolucionarios sin haber sido fogueados, probados, sin control de calidad. Y el problema fue que les dieron poder y no lo sabían, o no habían tenido tiempo para digerirlo.
El FFMLSB, fue proyectado sobre una base político-ideológica: ser la punta de lanza de una vanguardia revolucionaria, pero hasta ahora nada esta más lejos de esta realidad. Sus dirigentes se convirtieron en tiempo record en una especie de élite malcriada, en una "aristocracia" revolucionaria, porque se creen mimados por el líder, y se sienten los hijos de papá revolución, cuando aun faltan varias generaciones por delante, que puedan arrogarse tal credencial. ¡Mentira!, los jóvenes entre 18 y 35 somos los hijos de la cuarta república, y traemos todos los vicios y todos los prejuicios de un sistema que queremos, los que por lo menos nos sentimos verdaderos revolucionarios, sinceramente abolir de la faz de la tierra.
Esos seudo-dirigentes del FFM, están totalmente desconectados de la realidad político-social del país, y así como en Cuba fueron neutralizados de sus instintos básicos y de sus energías libidinales y creativas, también pudieron haber sido atraídos por cualquier esquema ideológico que les prometiera el paraíso a través de la música estridente y las drogas sintéticas, porque para ellos lo importante no es pensar sino creer: es la fe contra la razón y sus ideas son absolutamente peregrinas.
Y cuando expresan "sus ideas" es porque fueron programados.
Cuando estos seudo-dirigentes hablan pareciera que reprodujeran una cinta magnetofónica situada en alguna zona de sus cerebros. Cuando hablan, se les siente la vacuidad, la resonancia de ese vacío, en la disociación, entre lo que dicen y su expresión facial lo cual no tiene correspondencia, sino que presentan un rostro rígido, sin expresión o mas bien con una única expresión como en las máscaras.
En cuanto al perfil de estos seudo-dirigentes, mas allá de los temperamentos personales de cada quien, se ha creado, individuos que propugnan el mando autoritario, el sectarismo, la compulsión y la coacción ante cualquier opinión que plantee ideas distintas y formas de organización y conducción diferentes. Y muchos de ellos no se dan cuenta que están siendo utilizados para impulsar ideologías de las cuales ellos mismos no están totalmente conscientes, como ciertas formas de stalinismo, que evidentemente se manifiestan en sus prácticas políticas de dirección, expresadas en el hecho de considerar cualquier crítica, negándola y tachándola de contrarrevolucionaria, como estoy seguro que si llegan a leer este artículo lo consideraran bajo ese aspecto.
Los dirigentes del FFMLSB, creen erróneamente (y quien sabe quien se lo dijo) que el Frente Francisco de Miranda ha tenido una evolución dialéctica, desde su primeros proyectos socio-políticos, hasta su estado actual. Un organismo se dice que se ha transformado dialécticamente cuando ha sabido incorporar, a lo largo de su desarrollo, diversos elementos que en un momento determinado, cambian su naturaleza de manera cualitativa. Pero esto no se decreta ni se asume, sino que son transformaciones que sufren los procesos de acuerdo a ciertas leyes, que son de difícil ponderación.
Ellos dicen que el Frente se ha transformado dialécticamente, pero creo mas bien que ha involucionado, ya que no ha logrado adaptar e incorporar los diversos elementos y situaciones que han sufrido. Es decir, que no han aprendido de ello. Baste un ejemplo. Las crisis (emergencia ideológica, emergencia organizativa) no les han enseñado que la causa principal de que estas se produjeran, fue el rechazo a un tipo de mando autoritario, y a la falta de democracia interna, que se vive dentro de esta organización. Estos son sustituidos por el llamado "centralismo democrático", que ya se sabe después de décadas de haber sido aplicado, que no es centralista, ni tampoco es democrático.
Una organización, debe tener sus órganos de dirección y formas de funcionamiento y control pero lo que nunca puede hacer, sin faltar a la honestidad, es querer aplicar hacia afuera, lo que es incapaz de aplicar a lo interno. Es decir, no puedes propugnar la democracia participativa y protagónica hacia el pueblo, cuando hacia dentro, estos principios son vedados a tu militancia.¿Con que moral? Estos seudo-dirigentes hasta ahora lo que han hecho es "gerenciar" las crisis y ponerles nombres (emergencia ideológica, organizativa, período especial, ¡que ridiculez!) y de una manera acomodaticia, justificar sus propios fracasos, e inconsecuencias.
El Frente Francisco de Miranda, nació de la idea y de la voluntad política de uno de los más grandes dirigentes del siglo XX, el Comandante Fidel Castro, y del presidente Hugo Chávez. Su concepción del trabajo político desde el punto de vista de lo social, fue correcto. La metodología de Investigación-Acción Participativa, IAP (que fue olvidada) era la estrategia más coherente y valida, para generar acciones que condujeran a la transformación social. Dicha metodología que fue estudiada en Cuba, nunca se aplicó dentro de las tareas que debíamos realizar con el pueblo. En cambio, nuestro brigadistas fueron rechazados, por ese mismo pueblo a quien debíamos servir, principalmente por la actitud prepotente y el desden con que asumimos dicho trabajo.
El Frente Francisco de Miranda, puede constituirse en una herramienta válida, para llevar a cabo las transformaciones sociales que requiere la sociedad Venezolana. Mi opinión es que esta concepción fue desvirtuada en la práctica y puede convertirse (sino no lo ha hecho ya), en un instrumento de coacción y control social, en nombre de la revolución, en instrumento de concepciones autoritarias acerca del poder, y de ideologías políticas dentro del campo de la izquierda ya superadas históricamente. Nosotros debemos ser capaces de generar nuestras propias formas organizativas y plantear nuestras propias líneas de conducción, de acuerdo a nuestra idiosincrasia como pueblo venezolano. Debemos comenzar a generar un debate de altura dentro de las bases del FFMLSB, para transformarlo en verdadero instrumento para las luchas de nuestro pueblo.