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MORAL COMUNISTA Y CONTRALORIA SOCIAL

18 de agosto de 2007, 21:32

¿SECUESTRO DEL PSUV O AVANZADA REFORMISTA?
Hermes Florres

Hasta ahora no había querido opinar públicamente sobre el PSUV en consideración al esfuerzo organizativo que se está haciendo y por respeto a los millones de compatriotas que han puesto en esta instancia sus esperanzas de profundización del proceso bolivariano. Sin embargo, se ha encendido una alarma entre los aspirantes a militantes que es necesario observar. Para bien de todos los que vemos la necesidad de avanzar hacia los cambios socialistas. Se trata de la denuncia reiterada sobre el secuestro de los batallones por parte de los oportunistas y los politiqueros de oficio.

En una ocasión escuché a un sabio humorista popular decir: …“Cada vez que toman el poder se encierran en una oficina a estudiar cómo enfrentar su mayor problema: LOS POBRES”…

Entonces yo entendía que su ácido se derramaba perspicazmente hacia esa común y detestable actitud de algunos dirigentes cual es la de asumirse como “redentores del pueblo”, la de creerse en un peldaño superior al del común de los mortales.

Hoy en cambio, dadas las circunstancias históricas que vive nuestro país, creo entender mejor la paradoja y sus implicaciones: Si lo vemos desde el punto de vista cuantitativo, no es difícil observar el gran problema que representamos para este tipo de dirigente, porque los pobres somos mayoría. Ahora, si apelamos a uno de los mayores logros de este proceso, como es el salto cualitativo que ha logrado la población en los últimos años, hablando en términos socioculturales ¿conciencia?, entonces entendemos claramente porqué algunos de ellos se han lanzado como rémoras a colocarle la alfombra al comandante mientras otros han saltado la talanquera ante la convocatoria del Presidente a conformar una instancia unitaria con participación de las bases. Es decir, de la mayoría.

La mayoría de la que hablo y que algunos pretenden desconocer en estos momentos descalificándola despectivamente como mayorías ignorantes, no es gente distinta de los demás, tenemos las mismas necesidades, potencialidades, defectos y también la capacidad de ambición que se nos ha vendido durante años, porque somos tan capitalistas como el que más. Lo único es que hasta ahora no se nos había escuchado, lo único es que “por ahora” no somos poseedores de los medios de producción. Como quiera que sea, no es posible una militancia mientras coexistamos en un Estado que reproduce estas estructuras privilegiantes y procapitalistas.

Hago esta introducción un tanto imprecisa para esbozar una reflexión que considero importante, como es el choque entre las nuevas concepciones sociopolíticas que surgen espontáneamente desde las prácticas cotidianas y por otro lado, los paradigmas estructurales pre-existentes en las organizaciones partidistas. Que debo confesar, más que inevitable, esta coyuntura me parece necesaria en esta nueva fase del proceso revolucionario, pero el fin último va a depender de esa ¿conciencia popular? Y del grado de madurez política que demuestren nuestros actuales dirigentes a la hora de asumir el debate.

Un aspirante a militante, humilde camarada y amigo, manifestaba su preocupación con estas preguntas: ¿si todos somos aspirantes por qué algunos tienen privilegios y dependemos de ellos hasta para la más básica información? ¿Por qué ellos siempre están antes que nosotros?. En este caso me atreví a decirle que que esto cambiaría progresivamente en la medida en que las bases organizadas tomaran posesión de la estructura toda. A lo que me respondió: "El pollo que tiene más buche siempre traga más maiz"... y luego me despachó con otra pregunta: ¿Tú crees que esa gente que hasta ahora ha estado cómoda en un cargo o en un negocio se incorpora al PSUV para ayudar a generar los cambios que necesita la revolución para dar el paso hacia el socialismo? ¿No será más bien que trabajan para cambiar la cosa y dejarla igual? Entonces comprendí que era necesario hacer sentir aquella inquietud más allá de una asamblea, porque la realidad es que estamos rodeados de oportunistas y reformistas cuyo único interés es perpetuar sus privilegios.

A todos nos corresponde, estemos donde estemos, como parte del Gobierno o en las diversas formas orgánicas de la sociedad, abrir los caminos que le sirvan a la revolución. Y darle el verdadero sentido a aquello de "¡PATRIA, SOCIALISMO O MUERTE!!!"