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La historia de Montaña Verde, Honduras*

Publie le Miércoles 22 de diciembre de 2004 par Open-Publishing


por Luca Martinelli

“Los opresores son cobardes y muy pronto van a desmayar. Pues son muy ricos pero son pocos, nosotros somos pobres pero somos muchos y los gatitos unidos derribaremos al tigre”.

Así, en una carta escrita el 21 de noviembre 2004 en el centro Penal de Gracias, Marcelino Miranda, líder indigena de la comunidad lenca de Montaña Verde, Municipio de Gracias, Departamento de Lempira, en Honduras, saludaba a amigos y amigas, los companeros que en todo el mundo han acompañado el caso humano y judicial suyo y de su hermano Leonardo.

Se renova ahora la esperanza para los hermanos Miranda, después de que una reciente (11 noviembre 2004) sentencia de la Corte Suprema del país ha volcado la condena a 25 años de cárcel que les fue conminada en el Diciembre de 2003, acusándolos del homicidio de Juan Reyes Gómez, acontecido en el 2001, derribando la decisión del Tribunal de Apelación, que en el Junio 2004 había rechazado la instancia presentada por la defensa de Leonardo y Marcelino.

En un comunicado de prensa difundido justo después de la sentencia de la Corte Suprema, Amnestia Internacional ha estimado, según las declaraciones, a los dos líderes lenca como prisionieros políticos, y las acusaciones contra ellos como montadas ad hoc para impedir que siguieran con su importante trabajo político a favor del reconocimiento de los derechos de los pueblos indigenos de Honduras y de la defensa del medio ambiente.

“La sentecia contra Leonardo y Marcelino Miranda fue marcada por irregularidades, por faltas de pruebas, por la parcialidad en el considerar a los testigos. Fueron considerados sólo los testigos de la acusación, mientras que fueron ignoradas las declaraciones de los testigos de la defensa”, segun declara AI. Que sigue, “las acusaciones en contra de los hermanos Miranda no respondían a acciones criminales, sino al intento de impedir sus actividades para proteger el medio ambiente y la propriedad de la tierra en sus comunidades. Los abusos contra los pueblos indigenas de Honduras [...] siguen preocupando Amnestia Internacional desde años. Las acusaciones contra los hermanos Mirandas tienen por fin dificultar la lucha por el reconocimiento de los derechos de propriedad de la tierra de sus comunidades, y están protegidas por fuertes intereses económicos y políticos que se oponen al trabajo a favor de las comunidades”.

Presos a partir del 8 de enero de 2003, despues de un verdadero operativo militar, al que también parteciparon agentes de las fuerzas especiales (los Cobras), Leonardo y Marcelino sufrieron desde el primer momento golpes y torturas, que siguieron en la cárcel. Muchas fueron las amenazas de muerte en contra de ellos, según el COPINH, el Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras, que en un comunicado del Julio pasado apelaba a una movilización internacional a favor de los dos líderes lenca, después de la sentencia de la Corte de Apelación de Santa Rosa del Copan, que confirmaba la condena del Tribunal de Gracias respecto a los dos hermanos.

“En todo el camino de la comunidad hasta Potrerillos, siguieron golpeándoles, primero bajando a Marcelino y luego a Leonardo. Marcelino fue obligado a cargar unos fusiles amarrados en su cuello, y sumergieron la cabeza de Leonardo repetidas veces en una quebrada, hasta medio ahogarse. También durante el trayecto en carro hacia Gracias, fueron torturados - les apagaron cigarrillos en sus caras y orejas, y los golpearon. También ya en la celda en la sede de la Policía Nacional, entraron unos agentes policiales para golpearlos. Fueron remitidos al hospital, donde Leonardo, que entró inconsciente, tuvo que quedarse recuperando, y donde llegaron agentes de la Investigación Interna de la Policía para presionar que la enfermera los sacara o almenos para que los quitara el suero. También en abril del 2003, fueron torturados por dos agentes Cobras que habían participado en el operativo de enero” (Copinh, 2004).

La historia de Montaña Verde...

La historia de Montaña Verde es una de las muchas historias de violencia y de diaria negación de los derechos humanos de los pueblos indígenas. Una ordinaria historia centroamericana, que ve contrapuestos por un lado los ricos latifundistas, interesados por el control de la tierra, las fuentes de agua y del comercio de la preciosa madera de las selvas vírgenes de las comunidades, y por el otro la población autóctona, que vigila y protege los recursos naturales presentes en su territorio.

Los lencas de Montaña Verde están asociados al COPINH, que lleva casi diez años acompañando la lucha de la comunidad por el reconocimiento jurídico del derecho a la proprietad en las tierras ocupadas más de docientos años atrás.

En 2000 el “Instituto Nacional Agrario (INA) atendió a la petición (presentada por el COPINH y los lencas de Montaña Verde) y se comprometió a emetir un título de propriedad del ayuntamiento a favor de la comunidad de Montaña Verde, o bien los habitanntes de la zona. L’INA emitió un comunicado ordenando que ningún civil ni privado hubiera podido realizar convenios y contratos con objecto de adquirirlas tierras de Montaña Verde, porque ya estaba en acto el proceso de reconocimiento de la propriedad a favor de la comunidad indígena que vivía allí”, segun escribe Marcelino Miranda en el relato Pensamiento en tiempos difíciles (Montaña Verde), algo como una autobiografia escrita en la cárcel de Gracias y difundida por el COPINH.

Creemos que el estado de adelantamiento de los tramites jurídicos para la legalización de los derechos de los comuneros de Montaña Verde parece haber agravado la actitud de los terratenientes, que empezaron, con el apoyo cómplice de las fuerzas de policía, una política de sistemáticas represiones en contra a los líderes de la comunidad.

En el año 2000 Marcelino y su hermano Secundino fueron detenidos con la acusación de haber ocupado ilegalmente terrenos de prorpiedad de Demetrio Benítez. En 2001 les tocó a Felipe Bejerano, vice-presidente del Consejo indígena de Montaña Verde, y, en el Febrero de 2002, la misma suerte le tocó a Luis Benitez, también miembro del Consejo.

Luis y Felipe, acusados de robo y perjuicio, fueron puestos en libertad sólo en el Abril de 2003, después de que ya se llevó a cabo el operativo que llevó presos los dos hermanos.

....y las de sus enemigos !

Los intereses econónomicos ligados a las tierras de Montaña Verdes son fuertes, así que la lucha de los indígenas lencas afiliados al COPINH tuvo fuertes repercusiones en todo el país.

Aun mas, en cuanto los enemigos de la comunidad resultan ligados a los fuertes poderes del país.

“Son terratenientes poderosos que forman parte del élite de Honduras. La familia Calix Urtecho, por ejemplo, que ha sido la fuerza que más ha causado problemas en la región, tiene conexiones políticas y militares. El ex-Capitán Mario Calix Urtecho, que murió hace unos dos años, también era un de los máximos líderes del Partido Nacional durante los años 1980s. Un de sus hijos es abogado, notario, y actualmente es diputado en el Congreso Nacional, por el mismo Partido Nacional que está en el poder. Otros familiares incluyen un policía de alto rango, Wilfredo Urtecho Jeamborde, que estuvo al mando de un operativo de desalojo en los 1990s en la región de Guaymas, Yoro, en el cual fueron torturados y asesinados unos campesinos. Tanto Wilfredo Urtecho Jeamborde como Mario Calix Urtecho recibieron cursos de entrenamiento en la Escuela de las Américas, mejor conocida como la Escuela de los Asesinos”, según una denuncia del COPINH.

Honduras, bajo el estival del imperio.

El fracaso del sistema judicial hondureño, denunciado por AI en el caso de los hermanos Miranda, es sólo la punta de un iceberg. L’economia hondureña va a la deriva, y el País está a la merced de los intereses de los EE.UU., del Banco Mundial, y del Banco Interamericano de Desarollo (BID), entre el Plan Puebla Panamá y el CAFTA (el Acuerdo de Libre Comercio entre los paises centroamericano y los Estado Unidos).

Como en los años Veinte, cuando el país estaba controlado por entero por las compañias bananeras U.S.A United Fruit Company (UFCo, hoy Chiquita) y Standard Fruit, que tenían en sus manos la economía de Honduras (a las exportaciones de bananas correspondía el 88% del comercio exterior), hoy todavia el pequeño País centroamericano representa un lugar estratégico y que ocupar, según los intereses económicos de las transnacionales y los conflictos de las guerras civiles .

Siguen aún hoy, como en los Setenta y Ochenta, cuando se hicieron más duros los conflictos armados en Centro America y se desarollaron levantamientos insurrecionales y de liberación, los entrenamientos en territorio hondureño de las tropas y de los cuerpos especiales. En el cuartel del Comando Sur de Palmerola, en las cercanías de la ciudad de Comayagua, donde fueron preparadas las tropas de los Contras, se ha rescontrado en el ultimo año también la presencia de integrantes de los ejercitos sudamericano.

Mientras tanto Honduras participó en la desdichada misión en Iraq y - fiel a los dictamenes de Washington - el presidente Ricardo Maduro y su Gobierno propusieron que Cuba fuera condenada por el ONU por la violación de los derechos humanos, “corriendo a arrodillarse delante de la solicitud de los EE.UU pero sin consultar al pueblo hondureño” (Copinh 2004), olvidando el aportación de millares de equipos voluntarios de médicos cubanos, que prestan su obra en las comunidades de su malparado país.

Luca Martinelli

* El presente articolo fue escrito en Italiano y publicado en Italia por Carta, www.carta.org. Agradecemos Anna Negri para su apoyo en la traduccion al Español.

http://bellaciao.org/it/article.php3?id_article=6811