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Alianza opositora
par José Gregorio González Márquez
Publie le Sábado 1ro de octubre de 2011 par José Gregorio González Márquez - Open-PublishingNada nuevo ha planteado al país la alianza opositora. Anunciar las elecciones del 12 de febrero para elegir un candidato único que los represente, no es relevante; pues muchos de sus seguidores esperaban ver caras nuevas o por lo menos gente digna de asumir el compromiso que se les plantea; pero, la ambición de poder y el deseo de agradar al imperialismo nos les permite pensar en el pueblo venezolano. En los últimos días hemos visto las campañas publicitarias de los candidatos opositores. Todos intentan darse un baño de pueblo; buscan con afán penetrar en los estratos sociales populares, prometen continuar las políticas de gobierno implementadas por el presidente Chávez.
La aparente tranquilidad y paz que reina en las filas de la oposición está marcada por las apetencias personales de cada uno de los candidatos. El falso teatro que montan ante la opinión pública está plagado de trabajo de utilería cuyo fin es apuntalar versiones grotescas de políticos que supuestamente trabajan en función de los colectivos. Hoy aparecen ante el país como redentores, como salvadores dispuestos a resolver problemas ficticios que según ellos afectan a Venezuela.
Son los mismos agentes que han trabajado para el imperio y que detentaron el poder durante cuarenta años; que usufrutuaron los dineros públicos o los desviaron a sus partidos políticos. Los que sin temor a ser juzgados por la justicia aplicaron sistemáticamente asesinatos, torturas y desapariciones forzosas; los que actuaron como cómplices o verdugos en la violación de derechos humanos durante la cuarta república. Los que fomentaron la exclusión y racismo entre el pueblo venezolano. Asimismo, se dedicaron a desconocer los más elementales derechos de quienes elección tras elección los reconocían como sus líderes.
Hoy, la realidad del país es otra. Con la llegada del presidente Chávez, Venezuela cambió. La inclusión de todos los ciudadanos en los proyectos y planes del estado se van concretando. Los beneficios llegan al pueblo y la justicia social se aplica en todos los estamentos de la sociedad.