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Allá Juanes con su vida

Publie le Domingo 16 de agosto de 2009 par Open-Publishing

2009 AGOSTO 15

No estoy de acuerdo con las quemas de discos o libros y obras de
ningún artista. Puede que sean dichos artistas comunistas o fascistas,
pero no estoy de acuerdo con la destrucción del arte en ninguno de sus
soportes, por parte de nadie.
Para quemadores de discos y libros hemos tenido ya bastante con los
castristas, y no necesito que nadie lo haga a nombre de los exiliados
cubanos. A nombre personal, asumiendo la responsabilidad
personalmente, y ganándose una percepción bastante poco deseable, es
cosa de ellos, pero no a nombre de todos nosotros.

Que Juanes quiera cantar frente a la imagen del criminal del che
guevara escudándose -como tantos otros- en Martí, es su
responsabilidad. Tendrá que vivir con eso. Si quiere hacerlo en
compañía de tipos detestables que promulgan el fusilamiento y la
prisión para los que no pensamos como ellos, es su responsabilidad
también, y en todo caso, su derecho. Y como todos tenemos derechos,
pues el mío y el de todo el que así lo considere es oponerse a esto.
Ahora, de ahí a quemar su obra y quemar una camisa negra y decir que
habría que quemarlo a él también hay una distancia, y simplemente no
comparto esas “formas de protesta” -aunque también es el derecho de
los que protestan, en su libertad de opinión, acción y expresión.
Cosas de la democracia, que no existe hoy en Cuba.

No creo que nadie tiene el derecho, menos aún un periódico floridano,
de tratar de pintarnos a todos del mismo color con la misma brocha que
para eso está castro, la seguridad del estado, y el Granma.

No digo que mi forma de protesta sea mejor ni peor, pero pensemos en
que imagen estaría más interesada la prensa. Seguramente están más
interesados en poner gráficas de gente que quema discos y vocifera,
que reproducir los artículos de numerosos bloggers de diferentes
tendencias, o cartas de artistas, o de miembros del público. Claro,
eso vende menos, y en una sociedad donde la prensa pretende
estupidizarnos a todos las figuritas venden más que artículos que
llamen al pensamiento y que expongan la monstruosidad del apoyo al
castrismo con elementos de la razón. Eso no, eso no lo quiere la
prensa. Como tampoco entrevistan a músicos cubanos residentes en Cuba,
cuya obra está prohibida. Me refiero a la prensa y la televisión. Es
más llamativo poner una entrevista con Amaury Pérez y quizás tratar de
entrevistar a Silvio Rodríguez que comunicarse con un músico prohibido
 pero no amordazado, porque no se ha dejado amordazar- como Ciro Díaz
Penedo. La prensa y la televisión sensacionalistas -castrista o no-
tratan de amordazarlo y de no darle espacio a sus opiniones, porque
eso no vende.

Vende más, y promulga una idea del exilio cubano que los apoyadores de
Castro necesitan, el publicar fotografíaas de exiliados exaltados,
destruyendo los discos de Juanes y quemando una camisa, y también
vende más la publicación de declaraciones que los chicos de la prensa
saben muy bien cómo crear, provocar, y fabricar en el calor de los
hechos, y del fuego.

Dejemos que el mercado -Juanes responde a disqueras capitalistas en el
mercado del Sur de la Florida- se encargue de mostrarle a Juanes las
consecuencias de su falta de escrúpulo. Lo de fabricar simpatías por
este personaje, que se están fabricando en la prensa y la televisión,
es un negocio redondo para él y para los ideólogos del castrismo.
Juanes no me inspira otra cosa que lastima -ni siquiera desprecio- con
su desgastado discurso del manual del izquierdista latinoamericano. No
me ha engañado al escoger el lugar, un espacio urbano fascio-castrista
por excelencia, ni sus compañías, ni el espectador gigantesco que
tendrá, la herrumbrosa imagen del che guevara.