Atalaya: un capítulo más de la iglesia de arriba

NO SE PUEDE ACTUAR IMPUNEMENTE

Detrás del alboroto -cambio o renovación y nunca restauración- de la imagen del Cristo en la Atalaya , hierve toda la prepotencia de sacerdotes y obispos que se creen el cuentito, inventado por ellos mismos, de que ellos son la divina pomada; los representantes de Dios en la tierra. Sólo así se explica el rosario de arbitrariedades cometidas contra la feligresía y su fervor religioso. Gracias a Dios, queda claro que no se puede actuar impunemente, las consecuencias aparecen y se revelan por donde menos se espera. Lamentablemente, el sistema religioso, como el político, tienen muchas artimañas, pronto, las aguas bajaran a su nivel y todo volverá a la monotonía de una fe insípida que, lejos de transformar el mundo, convive con él y lo sostiene.

DECISIONES DE CAMARILLA

Los cambios en la imagen del “Santo de la Atalaya ”, como le dice la gente, fueron decisiones de camarrilla al mejor estilo de la partidocracia panameña . ¿Qué es lo que les interesó a los que administran la Basílica de Atalaya en la decisión que tomaron respecto a la imagen? ¿Porqué se empecina la iglesia de arriba en tratar como inferiores a la comunidad creyente? La gente tiene derecho a que se le tome en cuenta; a tomar de decisiones sobre sus creencias, tradiciones y costumbres. Como bien dice Paulo Freire: “Nadie libera a nadie, nos liberamos en comunidad”.

LOS INMACULADOS E INFALIBLES CURAS Y OBISPOS

El lema: "Cristiano, la Iglesia eres tu" es sólo eso, lema de campaña para la recolecta de dinero. A la hora de la verdad, siguen siendo ellos, los curas, y sobre todo, los obispos, los que determinan, arbitrariamente, lo que es bueno o malo; lo que conviene o no conviene. Ellos se sienten ungidos para determinar donde está y donde NO está la fe. Variando sus opiniones según el curso que les dicta el sistema. Mantener el sagrado status quo es su verdadera vocación. En lo que no varia posición la iglesia de arriba es en el respaldo al sistema de corrupción que nos desgobierna. En cada oportunidad que tienen, los de la iglesia de arriba, salen a respaldar toda maleanteria del sistema y sus actores. El “pacto ético” que promueve la iglesia entre la partidocracia panameña es una prueba su fidelidad al sistema de corrupción que impera en el país.

UNA FE INFANTIL

Lo acontecido en Atalaya saca a la luz verdades ocultas y bien resguardadas por el perenne oscurantismo y esoterismo que practica la iglesia de arriba. Por un lado nos encontramos con una población “católica” mantenida en la ignorancia de los hechos y significado de la persona de Jesús. El fanatismo religioso que raya en la estupidez ha sido y es alimentado por la propia estructura. La jerarquía condena sistemáticamente todo lo que huela a popular, compromiso y cambio, con la misma premura que premia todo lo que le huela a derecha y mantención del sistema. Atalaya también devela las actitudes dogmáticas y prepotentes de una cúpula que se creen superiores a los demás. Ésta es la actitud con la que la iglesia de arriba trata a todos los mortales. El verdadero carisma del poder religioso siempre ha sido el negocio… lo demás es pura parafernalia, útil para embaucar incautos. Su fe, su religión y su dios funcionan a base de miedo, intimidación y amenaza. Como los politiqueros, muchos de los obispos dan pena y vergüenza.

LOS SOPLOS DEL ESPÍRITU

¿Se han preguntado ustedes como se eligen a los obispos en la Iglesia Católica ? ¿Qué papel juegan en esta elección los sacerdotes? ¿A caso el pueblo de Dios tiene la posibilidad de decir aunque sólo sea una palabrita sobre estas decisiones que afectan la vida de la Iglesia ? Lo que hemos visto en las elecciones del papado, es una muestra de cómo se hacen las maracas en la iglesia de arriba. La mafia vaticana y su estructura internacional desprecian lo que siente y piensa el pueblo de Dios. Ellos toman sus decisiones sin ninguna democracia y todo lo tratan de justificar con los soplos del “espíritu santo”.

LA IGLESIA SON ELLOS… ESO CREEN

Antes de los acontecimientos de Atalaya, la iglesia de arriba ha estado “metiendo las patas” y atropellando al pueblo de Dios de manera constante, con el propósito de dejar establecido que la “iglesia son ellos”. En agosto de 2006, la propia Conferencia Episcopal Panameña encargó a Pablo Varela Server , obispo auxiliar, la destrucción del trabajo de base que realizaba la Pastoral Social-Cáritas . Nombrado para “cortar cabezas”, como el mismo obispo auxiliar Pablo Varela confesó ante el equipo nacional, antes del año, ya había despedido a la gran mayoría del equipo nacional y desmembrado el trabajo en diócesis y parroquias.

LA PERSECUCIÓN CONTINÚA

Todos los grupos religiosos o populares que coordinaban trabajos de educación y de defensa de sus derechos humanos y de vida con Pastoral Social-Cáritas son perseguidos hasta el día de hoy. El nombramiento de Audilio Aguilar en la Diócesis de Colón-Kuna Yala, rápidamente dio sus frutos de muerte en la campaña de persecución permanente que mantiene la iglesia de arriba contra todo lo que huela a Iglesia del pueblo o fe encarnada y vivida en la realidad. La expulsión de los Claretianos era un requisito para quitarle presión a las diabluras de Minara Petaquilla en toda el área de Donoso y Coclesito. Allí la minera con el respaldo de los poderes políticos y religiosos destruye ecosistemas y comunidades campesinas e indígenas. Destruir la coordinación nacional de Pastoral Social era un requisito, antes de la realización del referéndum para a estafa de la ampliación del Canal.

LA IGLESIA DE ABAJO SEGUIRÁ PRESENTE

Las valientes denuncias de misioneros y laicos comprometidos no son divulgadas en los medios masivos y no le hacen cosquilla a la iglesia de arriba. Benancio Hernández , miembro de las Comunidades Eclesiales de Base, ha agarrado a la iglesia de arriba por los cuernos al denunciar el atropello a los derechos humanos y religiosos del campesinado y los propósitos ocultos de estos mafiosos que respaldan, con sus acciones, el poder de los señores y señoras que promueven el desastre de la minería a cielo abierto en Panamá.

Los atalayeros tienen todo el derecho a defenderse de las arbitrariedades y de la prepotencia eclesiástica acostumbrada a mangonear con aureola de santidad. Si bien es cierto que la santidad no está en la imagen, como la fiebre no está en la sábana, igualmente es cierto que la Iglesia es la COMUNIDAD .

Héctor Endara Hill
Colectivo Panamá Profundo
09.01.2009
www.panamaprofundo.org

VERAGUAS

Sigue polémica por imagen de Nazareno

Feligreses exigen a las autoridades eclesiásticas una explicación contundente.

Melquiades Vásquez

PA-DIGITAL

Imagen restaurada.

"El Cristo que está en el templo es el original", así lo indicó Gilberto Hernández, párroco de la Basílica Menor del distrito de Atalaya, quien se encuentra preocupado por los conflictos que se han dado a causa de la restauración realizada.

Aunque admitió que no está autorizado para opinar sobre el tema, ruega a Dios que cesen las intrigas en la comunidad.

A diferencia del sacerdote, Tello Poveda, ex sacristán de la iglesia de Atalaya y residente de este sector veragüense, manifestó que la imagen que se encuentra en la basílica no es la original.

Señaló de manera enfática que las autoridades eclesiásticas deben dar la cara y enfrentar las consecuencias del error, tal como lo hizo monseñor Oscar Mario Brown; sin embargo, esas explicaciones aún no han sido manifestadas al pueblo.

Por otro lado, se trató de conversar con el supuesto restaurador de la imagen, Casimiro Pérez, residente en Palo Verde de Cañazas; pero no se encontraba en su casa.