Comité Pro-Defensa de los Derechos Ciudadanos de Soná

Sin la participación de la comunidad no hay solución a los problemas que padece la comunidad. La lucha contra la Minería a Cielo Abierto (MCA), conocida también como la “industria de la muerte”, es una lucha justa y necesaria que se está desarrollando en varias comunidades. Este es el camino y la alternativa que tiene la población para solucionar sus problemas básicos.

Ningún ser humano, ninguna comunidad puede sentarse a esperar que venga de afuera la solución a sus necesidades básicas comunitarias. Ni los de arriba -politiqueros tramposos y mentirosos-, ni los de abajo -el vanguardismo utilitarista- es competente para resolver los problemas que solo la organización básica comunitaria puede resolver.

El Panamá profundo sufre y vive en carne propia las estupideces del Panamá superficial. Vivimos en un país plagado de neoliberalismo. Aquí, todo lo vende, todo se compra o todo se privatiza. Las autoridades sólo autorizan el robo y el saqueo a las mayorías nacionales. Los empresarios en las empresas o los empresarios que gobiernan, afanados, buscan la forma –legal o no- de hacer más dinero.

La Iglesia oficial de la alta jerarquía cumple su papel de fariseos, maestros de la ley y raza de víboras. Como los empresarios, la alta jerarquía pone su “amor” y su preocupación en el dinero. Las buenas relaciones con la gente de poder dejan tantos beneficios y salpicaduras como las colectas y los diezmos. Mantener sumisos a los empobrecidos es una función que siempre ha realizado la religión de los poderosos. La muerte del Jesús histórico, como la muerte del Jesús resucitado y encarnado en los empobrecidos de hoy, ha sido y es obra de los poderes políticos, económicos y religiosos.

A los mineros lo que es de los mineros, “el pueblo de Soná se ha organizado, y advierte que no desmayarán en su lucha por evitar este ultraje a su tierra” .

Colectivo Panamá Profundo
17.09.2007

Ver: Fiebre de Oro en Soná…