Portada del sitio > Con Obama la crisis se profundiza
Todo comenzó en EEUU con la proliferación de un doloso tipo de hipotecas de alto riesgo dirigidas especialmente a clientes de modestos recursos para adquirir vivienda. Cuentan que el tipo de interés era especial frente a los demás préstamos personales, que las comisiones bancarias eran mayores y que los bancos gringos burlaron el límite que la Reserva Federal había impuesto a la concesión de este tipo de anticipos. Era evidente que una bomba de tiempo había sido activada y que más temprano que tarde, el pueblo trabajador terminaría siendo la víctima.
Finalmente la potente bomba especulativa estalló en la nación que se proclamaba como el modelo de sociedad perfecta ante el mundo y las bases financieras de su fraudulento sistema se calcinaron. Este año las repercusiones sociales derivadas del hecho son cada vez más desastrosas, pues no se trata solo de la quiebra de importantes consorcios bancarios, sino del pacto siniestro entre la elite financiera y el Estado burgués para legitimar el sistema de apropiación indebida y especulación permanentes contra los bolsillos del pueblo.
Nótese que con descaro, por una parte se han consumado auxilios financieros mil millonarios a entidades quebradas como Fannie Mae, Freddie Mac, Merrill Lynch y el complejo Lehman Brothers, entre otros; y por la otra, se desampara a miles de familias trabajadoras que durante meses han estado perdiendo los ahorros de toda su vida, a millares de obreros que siguen siendo despedidos injustificadamente y semejante número de deudores hipotecarios que duermen en las calles luego de que sus hogares fuesen confiscados.
Por estos días, el inquilino de la Casa Blanca no logra convertir en hechos la bondad de sus promesas. Mientras, la complicidad del Bipartidismo gringo sigue jugando con la mayor quiebra mundial de la historia con un plan donde el Departamento del Tesoro y la Reserva Federal otorgaron más de 700.000 millones de dólares para atender la crisis.
Los signos revelan que el aparato burocrático tiene un rumbo predeterminado de política neoliberal que en el mejor de los casos muestra al presidente en indefensión; solo la instalación de unas bases de guerra en Colombia son la novedad nefasta que trae Obama. Su pretendida reforma al sistema de salud parece encaminarse al rechazo del poder legislativo y la nación permanece tan convulsa como en la era de su antecesor republicano.
Hoy cerca de 50 millones de estadounidenses viven el drama de no tener atención médica pública ni privada en un país donde un examen de sangre puede costar entre 500 y 1000 dólares.
http://jesusmanuelsilva.blogspot.com/
(*) Abg. Constitucionalista y Penalista. Profesor Universitario.