"Con mi ignorancia no te metas"

“Con mi ignorancia no te metas”

José Gregorio González Márquez
caminosaltair@hotmail.com

No nos asombra la cantidad de opiniones contrarias que emite la oposición a la nueva Ley orgánica de Educación aprobada el pasado 15 de agosto. La mayoría de esas opiniones las dan personajes que desconocen el espíritu de la ley y se atreven a interpretarla de acuerdo a su conveniencia. Verdades, medias verdades y mentiras han llenado gran parte de los espacios de opinión. Uno se queda sorprendido con el cinismo demostrado por quienes adversan al gobierno del presidente Hugo Chávez cuando discuten sobre el contenido de la LOE. Antes de ser aprobada y cuando aún se debatía, las huestes golpistas comenzaron la campaña de terrorismo mediático afirmando que la patria potestad de los niños la asumiría el estado cuando se decretara la LOE. Por supuesto, quienes están detrás de esa campaña buscan distorsionar la realidad pretendiendo crear miedo entre la población. Es doloroso ver el grado de ignorancia y de insensibilidad que todavía existe en algunos estamentos sociales de nuestra población.
Quienes hemos ejercido la docencia por muchos años conocemos la realidad educativa del país. Sabemos que históricamente la educación venezolana respondió a los intereses de los partidos políticos; que siempre se copiaron modelos instrumentados en otros países y que se ceñían a patrones establecidos para obedecer a una sociedad consumista y capitalista. La Venezuela de hoy es otra. Desde la aprobación de la Constitución de 1999, poco a poco se ha logrado instaurar una sociedad más igualitaria. Las leyes aprobadas desde entonces refieren en sus contenidos el humanismo que debe caracterizar un estado que se preocupa por sus ciudadanos.
Sabemos que la nueva Ley de Educación toca intereses políticos y económicos. No dudamos que para los colegios privados representa un duro golpe dejar de percibir cantidades inmensas de dinero pues ya no fijan el cobro de mensualidades y matrículas a criterio de especulador; o que los dueños de esas instituciones deben garantizarle estabilidad laboral a sus trabajadores y ya no pueden botarlos cuando les venga en gana. Las universidades públicas dejarán de ser feudos controlados por las mafias para convertirse en verdaderos centros de participación social. Cuando las autoridades, profesores y dirigentes estudiantiles se oponen a la ley, no defienden la autonomía universitaria si no la cuota de poder que le han asignado.
El artículo 3 de la LOE expresa claramente sus principios. Habla de educación para la democracia participativa y protagónica, responsabilidad social, igualdad sin discriminación, libertad y emancipación, cultura, equidad. Entonces donde está el totalitarismo. Lean, analicen, discutan la Ley de Educación; dejen de lado la oposición a ultranza, la ignorancia.