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EE.UU. busca implicar a Ecuador, en conflicto colombiano
Publie le Viernes 15 de julio de 2005 par Open-PublishingPor Eduardo Andrade Bone
Desde la caída del títere Lucio Gutiérrez en Ecuador, los Estados Unidos ha venido desplegando todos los esfuerzos y presiones para que el gobierno de Alfredo Palacios, le preste apoyo al testaferro Uribe en su lucha contra la guerrilla, que este último tiempo le ha asestado duros golpes al ejército colombiano y a los mercenarios de los grupos paramilitares que trabajan al servicio del Imperio.
Pero los estados Unidos, no sólo busca involucrar a Ecuador en el conflicto, sino que además, busca la propia desestabilización del presidente Palacios, pues nunca ha sido del agrado de las políticas neofascistas y de rapiña de la Casa Blanca.
De allí, que no es raro el traslado de Gutiérrez hacia los EE.UU. pues con este lacayo, el terrorista número uno del mundo G.W. Bush, pretende reestablecer un control total sobre el Ecuador, para que así juegue un papel de apoyo importante a Álvaro Uribe uno de los pocos criados que le queda en la región.
Frente a esta situación el canciller ecuatoriano Antonio Parra expresó que "sería una locura” que Ecuador se involucrara en el conflicto interno de Colombia.
En entrevista exclusivas para la revista Vistazo que apareció en estos días, Parra señaló que “el propio estado colombiano admite que hay un conflicto cuando habla de internacionalizarlo, es decir involucrar a otros países en él. Es una guerra desde hace 50 años. No tapemos el sol con un dedo", enfatizó.
“Ser parte activa de ese conflicto sería una locura” para Ecuador, agregó Parra. Luego índico que "en Colombia existe un conflicto armado y nuestro país es neutral frente a ese conflicto”.
“Primero, quiero recordarles que Colombia fue neutral cuando Perú nos atacó. Eso no hay que olvidar. Segundo, no tenemos por qué meternos en una guerra ajena y tercero, no tenemos por qué hacer el trabajo que le corresponde a Colombia, que no ejerce con cuidado su soberanía en su frontera sur”, expresó, para la revista
Parra puntualizó que “Ecuador no intervendrá en el problema colombiano. Primero, como principio constitucional ecuatoriano, rechazamos la intervención de un país en otro. Segundo, respetamos la autodeterminación de los pueblos. Tercero, privilegiamos sobre todo el interés nacional”.
Álvaro Uribe, recientemente viajó a España con el objeto de recabar apoyo del gobierno de Rodríguez Zapatero y de la Unión Europea, para poder llevar a cabo los planes de la Casa Blanca, ante el conflicto colombiano. En su visita a España, Uribe tuvo que realizar una serie de malabarismo políticos y comerciales para poder obtener la ayuda española.
Todo esto ocurre en los momentos en que su régimen está seriamente cuestionado por la violación sistemática de los derechos humanos por parte del Ejército colombiano, las fuerzas de seguridad y los paramilitares. Además Uribe está acusado de tener lazos muy estrechos con el narcotráfico.
Álvaro Uribe, entre otras cosas, ha recibido una invitación especial del terrorista Bush, para agosto próximo, con el objeto de definir la agenda a seguir en lo que respecta a los TLC, que es resistido por los latifundistas colombianos, también se busca diseñar una estrategia más efectiva contra la guerrilla, además de tener bajo su control el narcotráfico y los recursos naturales que posee Colombia.
Pero tal vez lo más importante de este encuentro, es buscar la mejor fórmula para involucrar a Ecuador en el conflicto, de manera de ampliarlo a provocaciones sistemática contra Venezuela y producir así la caída de Hugo Chávez.
Recordemos finalmente, que el gobierno neofascista de G.W. Bush ha comenzado una campaña en todo los frentes contra Chávez, con el objeto de desestabilizar el gobierno venezolano y terminar con la revolución bolivariana. Para ello, necesita a Ecuador, Brasil y todos los lacayos y mercenarios que le sean necesario para llevar a cabo su su política fascista en la región y así ampliar el conflicto, en una América Latina donde crece y crece la movilización antiimperialista y antineoliberal.