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EL 23 DE ENERO DE 1958, REFERENCIA HISTÓRICA POR LA DEMOCRACIA POPULAR REVOLUCIO
Publie le Sábado 22 de enero de 2011 par Open-PublishingEL 23 DE ENERO DE 1958, REFERENCIA HISTÓRICA POR LA DEMOCRACIA POPULAR REVOLUCIONARIA.
Como todo proceso revolucionario tiene sus impulsores y, sin la menor duda, sus detractores que a ultranza obstaculizan el avance del mismo, solo con la pretensión de defender los intereses mezquinos de la clase oligárquica en el poder político.
Si bien, es cierto que lo acontecido aquel glorioso 23 de Enero de 1958, no fue cosas del azar o fortuito, sino que fue la expresión de una generación hastiada de tolerar tanta tiranía, humillación, represión y explotación de los sectores más reaccionarios de la burguesía criolla, amparada por la dictadura de Marcos Pérez Jiménez que obedecía a las ordenes del pentágono, que deseaba instalarse como único instrumento hegemónico de explotar, administrar y disponer de nuestra riquezas naturales, entre estas el hierro y el petróleo, sin ninguna restricción del pueblo venezolano.
Esta causa inspiro a las y los mejores hijos del pueblo venezolano de aquella época, forjar la Unidad Popular para el derrocamiento de ese déspota y criminal dictador asesorado y financiado por el imperialismo norteamericano, y, donde los dirigentes del Partido Comunista de Venezuela en la clandestinidad dieron ejemplares hechos de disciplina, templanza revolucionaria, sabiduría y paciencia, junto con el pueblo y demás fuerzas patrióticas, progresistas y democráticas que militaban en URD y AD, en este partido socialdemócrata (AD) se hallaban ocultas las maniobras putchistas, terroristas y anticomunistas de Rómulo Betancourt y de un grupo retrógrado de la dirección de ese partido.
A este acto heroico combatividad de la Unidad Popular, lo antecedieron cuatro notables jornadas a nivel nacional de aquella excelente y valerosa resistencia contra el despotismo de Marcos Pérez Jiménez y su camarilla; resaltándose la huelga petrolero de 1950, la victoria electoral en 1952, cuyo valor político y orgánico de las masas populares se da con la alianza entre URD y el PCV propinándole la primera derrota al régimen impuesto por los norteamericanos que los impulsa a dar el segundo golpe de Estado. La abstención de 1957, Pérez Jiménez y sus secuaces, percatados por la derrota del 1952, no convocan a elecciones, sino que preparan un fraudulento plebiscito, que el movimiento revolucionario popular y pueblo en general no votó. Y desde luego, toda la movilización popular de los estudiantes, obreros y campesinos en las luchas en todos los escenarios al iniciarse el año de 1958.
Al derrocamiento de la dictadura los partidos que estaban en la clandestinidad como el Partido Comunista de Venezuela, que fue sistemáticamente presa de las delaciones y represiones de la policía dictatorial, reordena sus fuerzas y dentro de la Junta Patriótica proponen como eje de las próximas luchas un Programa Mínimo, Alianza Amplia y Victoria Popular; ante esta propuesta de los Comunistas, reacciona en contra Rómulo Betancourt, Rafael Caldera y Jóvito Villalba, quien había obtenido un enérgico respaldo popular en plena dictadura, respaldo que la dirigencia de URD no supieron capitalizar ni consolidar y se entregaron a los brazos del pacto de punto fijo cocinado en 1957 Nueva York, y servido en Caracas en 1959, donde los tres firmantes (AD, COPEI y URD) se comprometían a gobernar juntos, a favor de sus intereses individuales, entregando solapadamente la soberanía del pueblo venezolano al poder de las fuerzas extrajeras en particular al imperio Estadounidense. Lo cierto es que ese pacto se ponía en marcha en las elecciones de 1958, pacto que favorecía a Rafael Caldera, quien no tenía la mínima oportunidad de victoria. A Betancourt, quien con su populismo, demagogia y apoyo del departamento del Estado norteamericano la tenía. Y, para URD, que presentaba un candidato sin partido quien era el Almirante Wolfang Larrazábal, le favorecía ya que podría estar en el gobierno por las tres vias, sin hacer mucho esfuerzo. Traicionándose así el primer intento de instalar la Democracia Popular y Revolucionaria.
Ahora bien, para nadie es un secreto, que sectores oportunista enquistados en el viejo Estado burgués continúan arrastrando esa rémoras betancouristas (sectarismo, exclusión, ventajismo, oportunismo y anticomunismo) que se expresan a lo interno de proceso y sin aspaviento en la oposición recalcitrante de la ultraderecha y en el infantilismo del izquierdismo.
Por lo tanto, este proceso revolucionario de liberación nacional rumbo a construir el Socialismo Científico, debe consolidar el Poder Popular, orientado y dirigido por una Dirección Colectiva Patriótica y Revolucionaria, como base fundamental de la Democracia Revolucionaria, sin obviar el rol protagónico del líder proceso. Cuyas características fundamentales es la Participación y Protagonismo de las y los trabajadores, promoviendo la Multiculturidad y fortaleciendo las bases Etnológicas, como plataforma esencial de la nueva sociedad justa de hecho y derecho social. Y en eso las y los comunistas somos reiterativos en la consolidación de un Frente Amplio Nacional Antiimperialista.
Freddy Subdiaga
Miembro del Comité Central del Partido Comunista de Venezuela