EL SÍNDROME EGIPCIO

Por: Carlos Bongcam

El diario El Mercurio de Chile informa hoy domingo 4 de diciembre de 2005 que en la ciudad de Sohag, ubicada a unos cuatrocientos kilómetros al sur de El Cairo, veintidós días atrás nació una niña cuyo nombre es Nada Saber Abu El Ela, con una tercera mano que crece en su espalda (Nota: el nombre de la niña es el auténtico).

Según informó hoy el diario egipcio «Al Masri Alyaum», que publica una fotografía con el insólito fenómeno, el médico, Kamal Abdel Halim, que forma parte del equipo médico responsable del caso, afirmó que la causa de este caso raro es la relación de parentesco entre sus progenitores: el padre es primo de la madre de su esposa.

Este fenómeno, caracterizado por tener al menos una mano extra y que ahora ha sido bautizado como el «Síndrome Egipcio», es de común ocurrencia en Chile, donde los hijos de primos, naturales y políticos, los cuñados y hasta los descendientes de compadres y de los amigos políticos, nacen con una o varias manitos extras.

En este país sudamericano, considerado como la punta de los yanquis en la región, las personas con manos extras (vale decir los primos, hijos de primos, cuñados, de los gobernantes, por supuesto) tienen derecho a cobrar dobles sueldos públicos, por razones obvias, y a ejercer asesorías múltiples con manos libres.

Este fenómeno físico de las manitos extras se ha mantenido siempre en estricto secreto y jamás es mostrado en público por los favorecidos.

Quienes tienen manos de más pertenecen de derecho a la Cofradía de los Manos Múltiples (C.M.M). Estas personas se reconocen entre ellas saludándose con golpecitos en la espalda con los cuales confirman que el interlocutor tiene al menos una manito en aquella región del cuerpo y de esa forma los ciudadanos que los observan no se percatan del verdadero sentido del palmoteo.

Mientras en la provincia de Asiut, en Egipto, los médicos han decidido extirpar la tercera mano de la niña Nada Saber Abu El Ela, la Cofradía de los Manos Múltiples se ha movilizado para detener aquella operación y traer a la pequeña al país, por la vía de la adopción o de la fuerza, ya que se le augura un gran futuro en Chile.