Hugo Chávez: canto revolucionario para un feliz cumpleaños.

Hugo Chávez: canto revolucionario para un feliz cumpleaños. Eduardo A. Ortega

Naces en la esencia de la transparencia.

Tus ojos se posan en las muchedumbres que padecen enfermedades sociales.

El dolor ajeno te estremece, te hace pensar. Dolencias que te roban el sueño orgánico, no el sueño de los sueños, esa masa misteriosa de los pensamientos sin noches y sin días, esos mismos que crean los balancines de lo justo y lo injusto.

Tu mirada profunda despeina las paredes oscuras de la ignorancia, la misma dama que seduce el buen vivir, para marearlo, para anularlo.

Te sumerges con tus intenciones en los espacios de los campesinos. De ellos te ocupas de curar la ceguera de lo macabramente fabricado, para que sus mentes y sus manos del hombre rural no se maltraten y se embrutezcan, y así evitar enloquecer el buen sentido de la vida campesina.

Tu llamado no espera a que las condiciones se manifiesten a favor. ¡Tú creas las condiciones!, desafiando a la autoridad autoritaria, poder castrador del saber social. Si hiciera falta doblegas hasta la misma naturaleza, para hacerla servil a las voluntades dignas de los pueblos.

Tu ejército sin miedo se crece ante el enemigo, que pretende combatir con sus mercenarios a las órdenes de los intereses minoritarios.

Basta una ofensa hacia los derechos del pueblo, para que tu carne salte a regular la osadía con tu fuerza de pensamiento, combustible de tus acciones que calman:

El llanto de los niños por hambre,

el pesar de los núcleos sociales por su falta de salud y

la oscuridad que envuelve a la educación. Y con todo esto fecundas la escuela para parir hombres y mujeres que propaguen los principios más elementales del bienestar social.

Sacudes con tu ejército material y de voluntades: el latifundio, la oligarquía y el privilegio robado por las minorías ricas saqueadoras del tesoro público.

Todos los intereses malolientes del enemigo opresor te acechan para brindarte la más cruel de las muertes, motivo principal de esta acción, el haber desmantelado el mal ante los ojos de todos y de todas, haber demostrado que la traición a los pueblos y a su tierra, es en sí, la peor de las traiciones, la oscuridad más oscura, el atentado más atroz a la masa viviente llamada nación, llamada patria.

Le arrebatas la razón al miedo, te la echas al hombro, y gritando ¡a la lucha! , ¡gritando muerte a la muerte!, ¡gritando vida a las muchedumbres!, ¡a los árboles!, ¡a las nubes!, ¡a los ríos!, ¡a los pájaros!, ¡y a todo aquello que justifica la existencia humana, animal y vegetal!. Hasta las piedras ríen con tu ráfaga, con tu ametralladora de vida y muerte a la muerte.

soldadomediatico@yahoo.es

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