"L´illusioniste». Jacques Tati en poesía animada

Tras las « Triplettes de Belleville » (las trillizas de Belleville), Sylvain Chomet dirige un bello filme de animación que nos lleva tras los pasos de un ilusionista sin trabajo.

Al comienzo, “L´illusioniste” es una carta de amor de un padre a su hija. Este padre, es Jacques Tati.

Habíamos descubierto el universo o­nírico de Sylvain Chomer con “les triplettes de Belleville” (las trillizas de Belleville), un espléndido filme de animación en forma de homenaje al París popular. En su segundo largometraje, el cineasta recupera un guión de Jacques Tati, escrito especialmente para su hija. Aquí nos cuenta las andanzas de un ilusionista. La llegada del rock ha relegado sus espectáculos a la última línea del cartel hasta desaparecer del mismo. Así que elige el exilio para continuar trabajando. En el camino, encuentra a una niña. Se encariña de ella como un padre, ella le sigue porque cree en sus trucos. Los trabajos escasean pero el viejo mago hace todo lo posible para que ella continúe creyendo en los milagros.

Todo parecido con un personaje que haya existido realmente, no es fortuito. Con una economía de diálogos, el cineasta reaviva el género burlesco y la figura de Tati. Poesía y ensueños se conjugan para descubrir el Edimburgo de los años 1950 y el difícil pero necesario final de la inocencia infantil. Este filme, que mezcla el 2D y el 3D, confirma la excelencia de la escuela francesa de animación.

“L´illusioniste” de Sylvain Chomet, 1 h 20 m, Francia 2010.

Traducción de J.A.

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