Las Juventudes Comunistas releen a Marx a la luz de las luchas actuales

El congreso del Movimiento de Jóvenes Comunistas, reunido del 16 al 18 de abril en Gennevilliers (Hauts de Seine), ha estado atravesado por debates sobre la identidad del proyecto comunista, pero también por la puesta en común de las prácticas militantes.

« La fiebre de la juventud es lo que mantiene al resto del mundo a la temperatura normal. » ¿Los Jóvenes Comunistas han leído a Bernanos, antes que a Marx ? Los debates, tensos a veces, que han tenido lugar este fin de semana, en Gennevilliers, con ocasión de su congreso nacional, prueban en todo caso la vivacidad de la organización de jóvenes, que celebra este año sus noventa años de existencia.

La cuestión de identidad del movimiento comunista, que atraviesa el PCF, no podían permanecer a las puertas del congreso. Una amplia franja de delegados ha reafirmando de esta manera, en un primer texto de orientación, su compromiso con la construcción de un « socialismo del siglo XXI » como « fase transitoria » para ir hacia « una sociedad de emancipación individual y colectiva ». Debates sobre la vanguardia esclarecida, sobre el centralismo democrático y la disciplina de partido. Como para tranquilizar sobre su identidad, a riesgo de « pasar por unos extraterrestres » ante los jóvenes en general, se plantea un delegado.

El enfrentamiento entre trabajadores y patronal

Entre los apasionados de Marx, Lenin y Engels, y los otros, más en contacto con las vivencias de los jóvenes de hoy, y a veces en minoría en el momento de los votos, las diferencias mostradas en los discursos lo son menos en la práctica cotidiana. Fabien Marion ha batallado durante tres días para que la noción de joven trabajador esté en el centro del proyecto de los Jóvenes Comunistas. Él mismo, milita en una unión de jóvenes trabajadores de Aix en Provence. Entero, voz potente, plantea el enfrentamiento entre trabajadores y patronal como base de acción de todo militante comunista. Pero como otros militantes, él, partidario de la lucha de clases no desdeña otras formas más templadas, « de atraer » a la gente : el diario de la unión, « lo deja en los vestuarios » de las empresas donde trabaja con contratos temporales. « Casi clandestinamente » : « en este medio » es difícil mostrarse a la luz del día. Julien Léger más matizado en el discurso, utiliza el mismo modus operandi para difundir l´Humanité, en los transportes colectivos o en el dentista. Un trabajo de transmisión que este miembro de las JC del Val de Marne asimila a « una manera de militar fuera de terrenos trillados ». En este el mismo espíritu, desde 2006, los jóvenes de su departamento recuperan la calle « montando acciones impactantes », por ejemplo construyendo falsas viviendas sociales en la plaza del ayuntamiento de Saint Maur, acciones fuera de la ley.

En 2009 e inicios de 2010 para protestar contra los despidos en Total tras el cierre de la refinería de Dunkerque, bloquearon tres estaciones de servicio del departamento, apoyados por los automovilistas que « daban media vuelta para ir a llenar el depósito en otro sitio ». Agit-prop decidida a nivel local, pero que provoca el efecto bola de nieve, especialmente en la muy roja Federación de Norte. « Prueba de que los desacuerdos políticos no son un freno al trabajo colectivo » bromea Julien.

Puesta en común de experiencias

Sarah Djanti, milita con dificultades en su instituto de Gisors (Eure). « Somos una federación en reconstrucción : diez afiliados, y tres muy distantes. » Ningún local, pocos medios, por tanto ella ha optado por la discusión individual, cara o cara o por correo electrónico. « Gracias al movimiento estudiantil pude darme a conocer, tengo seis o siete contactos dispuestos a afiliarse. » Una prueba más de que si los « debates estratosféricos » que la dirección nacional temía ver instalarse, son la sal del congreso, estos momentos permiten sobre todo la puesta en común de experiencias, hechas de pequeñas y de grandes luchas.

Traducción de J.A.

L´Humanité en español