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Los obispos irlandeses encubrían violaciones de niños
Publie le Miércoles 2 de diciembre de 2009 par Open-PublishingPeter Avis
Corresponsal desde Londres. Un sacerdote pedófilo que abusa de un niño, es escandaloso. Un obispo que oculta el abuso, todavía más. ¿Entonces, cómo calificar lo que se ha producido en Irlanda durante los últimos treinta años ? Decenas de sacerdotes han abusado de centenares de niños y la jerarquía de la Iglesia católica ha escondido cuidadosamente estos hechos con la complicidad de la policía. El informe oficial que acaba de desvelar estas poco edificantes prácticas conmociona a toda la nación y desestabiliza de nuevo una institución que ha dominado la vida de generaciones de irlandeses.
En torno a 450 niños fueron víctimas de abusos sexuales practicados por una cincuentena de sacerdotes entre 1975 y 2004. Y los autores de estas sevicias fueron protegidos por los cuatro arzobispos que se han sucedido en la diócesis de Dublín. “Presento a todos los que viven todavía, mis excusas, mi pesar y mi vergüenza” ha declarado el actual arzobispo de la capital irlandesa, Monseñor Diarmuid Martin.
El informe está publicado seis meses después de otra investigación, que reveló decenas de abusos desde los años 1930 hasta los años 1990 en las instituciones para niños dirigidas por la Iglesia católica. Le periodista Mary Raftery, que desde hace mucho tiempo trabaja con los niños víctimas de actos pedófilos, escribe en The Iris Times : “Hay una imagen fulgurante e indeleble que se encuentra en las páginas del informe. Se refiere al padre Noël Reynolds, que confesó haber abusado sexualmente de docenas de niños. Sometía a una niña pequeña, para insertar brutalmente para insertar brutalmente un objeto en su vagina, y luego en su ano. El objeto, era su crucifijo.
El informe narra con detalle cómo este hombre permaneció siendo cura de Glendalough (y responsable de la escuela primaria) durante casi tres años después de que los padres se quejasen de su comportamiento ante el arzobispo de Dublín, Desmond Connell, en los años 1990.” “En 1997, añade la periodista, fue finalmente trasladado, para convertirse en capellán del Hospital nacional de rehabilitación, en Dun Laoghaire, donde se encontraban… 94 niños enfermos hospitalizados (…) Unos niños que fueron sacrificados alegremente para proteger a sacerdotes, a la institución y sus bienes.”
Para el diputado Aengus O Snodaigh, portavoz del Sinn Féin (partido de base católica), el informe supone “una acusación agobiante contra la Iglesia católica y el Estado… una traición flagrante a generaciones de niños perpetrada por personas en posición dominante”. El ministro de Justicia, Dermot Ahen, reconocía, “un abuso de poder y de confianza sistemática frente a unos niños inocentes e indefensos”. Promete que “eso no se repetirá nunca más”. Esperemos que así sea.