Nuevamente cambian de penal a Rafael Caro Quintero

– Detectan otra red de corrupción en Puente Grande

Por Gustavo Castillo G. y Erika Arriaga

A menos de una semana de que el secretario de Gobernación, Santiago Creel, afirmara que las prisiones federales y específicamente las denominadas de "máxima seguridad" estaban limpias, ayer se descubrió que en Puente Grande, de donde se fugó El Chapo Guzmán Loera en 2001, ya existía otra red de corrupción, lo que obligó al traslado de siete presos al penal de Matamoros, entre ellos el narco Rafael Caro Quintero.

Ayer, alrededor de las 12 del día, y en medio de un fuerte dispositivo militar y de la Policía Federal Preventiva (PFP) se llevó a cabo el cambio de prisión de Rafael Caro Quintero y así dejó la cárcel que se localiza en Jalisco, que fue su centro de operaciones y ahora se encuentra en la misma que su hermano Miguel Angel, aunque en distintos módulos, por lo que supuestamente no podrán tener contacto.

Del Centro Federal de Readaptación Social (Cefereso) II de Puente Grande, como oficialmente se le conoce, salieron dos camiones del Ejército Mexicano con aproximadamente 40 militares y 15 elementos de la PFP para escoltar una camioneta en la que viajaban ocho custodios y dos personas más, todas encapuchadas, y entre ellos Rafael Caro Quintero cubierto con una manta.

Días atrás, en círculos judiciales surgieron versiones que aseguraban que Caro Quintero había sido trasladado del penal de La Palma, en el estado de México, a Puente Grande, tras pagar una suma millonaria a autoridades penitenciarias.

Ayer, el procurador general de la República, Rafael Macedo de la Concha, aseguró que su traslado se dio "por razones de seguridad y por la preocupación que había provocado en la sociedad jalisciense" su estancia en el penal de Puente Grande.

Además, de manera oficial, la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) federal informó que como parte del operativo en el cual se cambió de prisión a Caro Quintero, se trasladó al centro federal de Matamoros "a seis internos del fuero común, cuya peligrosidad los hace reunir un perfil para ser ingresados en un penal de máxima seguridad".

Los nuevos internos del penal de Matamoros son: Juan Carlos Espinoza Gutiérrez El Ceviche; Adolfo Muñoz Castañeda El Fito; Juan Ramón Ramos Trujillo El Jetón; José Luis Cortés Murillo El Joe; Alejandro García Quirarte El Tyson, y Carlos González Rocha El Balazo".

De acuerdo con información obtenida en la dependencia que dirige Ramón Martín Huerta, en Puente Grande ya se había formado una red de corrupción, que aunque no era de la misma dimensión que en La Palma, ya había vulnerado el reglamento.

Además, los seis acompañantes de Rafael Caro Quintero en el traslado "se encontraban recluidos en el Centro de Readaptación Social número 1 y el Reclusorio Preventivo, ambos del estado de Jalisco, por delitos como: secuestro, violación, robo calificado, asociación delictuosa, posesión de arma de fuego, robo con violencia, cohecho, desobediencia o resistencia de particulares, asalto en carretera, privación ilegal de la libertad. Y dichos internos representaban un factor constante de desestabilización en esos centros". (con información de Javier Santos)

Fuente: La Jornada