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Rumania : dispuestos a llegar a las manos por sus derechos
Publie le Domingo 13 de febrero de 2011 par Open-Publishing1 comentario
El Código el Trabajo rumano es similar al francés. La mayoría de las medidas demandadas por el FMI para destrozar los derechos violan la Constitución rumana, las directivas europeas
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El presidente de Cartel Alfa, la principal confederación sindical rumana, nos lo dice : están dispuestos hasta en poner físicamente en apuros a los ministros si el proyecto del gobierno, sugerido por el FMI para desmantelar el Código del trabajo, es aprobado : Generalización del contrato temporal, supresión del capítulo sobre el derecho de huelga… tras la bajada del 25% del salario de los funcionarios, la subida del 5% del IVA, y con la explosión del paro, es ya demasiado.
Cada mañana desde hace 27 años, el mismo ritual para Marian. Este cincuentón, encargado de mantenimiento de una lavandería industrial de Bucarest, sale de su casa alrededor de las 5:30, fuma un cigarrillo, va a la tienda para comprar algunos bretzels y se mete en uno de los primeros trolebuses que le llevan al curro. “Al menos, tengo curro”, se consuela bien abrigado. Los rumanos nunca han dejado de creer en el trabajo como factor de estabilidad y de seguridad desde el comunismo. Hasta hoy que, con la gran crisis, el número de parados superó el año pasado el umbral histórico de los 700.000. “De un día para otro, varios de mis amigos que trabajaban en la construcción fueron despedidos, todavía no han encontrado curro. Hay que decir que nuestros dirigentes no hacen nada tangible para sacarnos de la miseria.”
Tras haber recortado los salarios de los funcionarios un 25%, disminuido las principales ayudas sociales un 15% y aumentado el IVA del 19% al 24%, el gobierno rumano pretende cambiar las reglas de juego del mercado de trabajo. Su objetivo : modificar en profundidad el Código del Trabajo introduciendo el concepto escandinavo de “flexiseguridad”. Una falsa buena idea que le ha propuesto el Consejo de inversores extranjeros y algunos miembros del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional (FMI). “Tengo la impresión de que los estadounidenses han tomado nuestro país como un laboratorio de experimentación” exclama soliviantado Mircea Diunitriu, presidente de la organización de Bucarest de Cartel Alfa, una de las principales confederaciones sindicales del país. “Si esto se lleva a efecto aquí, luego progresivamente, será aplicado el mismo modelo a los otros países del Este que son miembros de la UE, como Bulgaria, Hungría o Polonia.”
Concretamente, el gobierno propone de una manera embarullada privilegiar los contratos temporales, aumentar la duración del periodo de prueba y de preaviso, poner fin a los convenios colectivos y de rama… Modificaciones radicales del Código actual que suscitan temor e ira. “Quieren sumergir a los empleados rumanos en el siglo XIX, cuando el trabajador era prácticamente el esclavo del patrón.”, dice irritado Víctor Ponta, presidente del Partido Socialdemócrata (PSD). Mientras, los patronos y la delegación del FMI venida para negociar el nuevo préstamo (1) fingen preocuparse por estas medidas que podrían provocar una revuelta social y retrasar la salida de la crisis. Para el presidente de Cartel Alfa, Bogdan Hossu, es evidente que “el gobierno no pone un texto sobre la mesa sin la connivencia del FMI”. Para proteger lo esencial del texto actual, que está calcado de la legislación francesa, los sindicatos están ejerciendo la máxima presión sobre las autoridades. El 19 de enero decidieron apartar al ministro de Trabajo de las negociaciones y hablar directamente con el primer ministro, Emil Boc. “Se comportaba con nosotros como un dictadorzuelo, seguía en sus trece, hacía caso omiso de nuestras reivindicaciones, por lo tanto lo hemos quitado del medio, explica Bogdan Hossu. Pero no hemos conseguido nada todavía. Que quede claro que estamos dispuestos a llegar a métodos dignos de lo que vemos en Grecia. Manifestaciones por todas partes, huelgas generales y si llegase el caso podríamos poner físicamente en aprietos a los ministros.”
Antes de que el nuevo Código del Trabajo se debata en el parlamento, las primera manifestaciones ya han tenido lugar en el país. Los sindicatos de la Renault-Dacia han dado la nota, a finales de enero, reuniendo a más de 7.000 trabajadores en las calles de Mioveni (centro), la cuna histórica de la empresa. “No tenemos nada contra nuestro empleador pero Dacia es una firma rumana conocida en toda Europa, queremos que todos trabajadores sean solidarios y organicen manifestaciones en todo el país contra el gobierno”, ha declarado Nicolae Pavelecsu, que dirige el sindicato del automóvil Dacia (SAD).
Frente a esta presión, el primer ministro rumano parece querer dar marcha atrás en algunas propuestas. Pero los sindicatos siguen movilizados en tanto las negociaciones sobre la “flexiseguridad” no hayan conseguido garantías de seguridad suficientes para los trabajadores.
(1) El FMI otorgó un préstamo de 20.000 millones de euros que expira pronto a cambio de medidas de austeridad.
Traducción de J.A.
Mensajes
14 de febrero de 2011, 06:37, por Bacau
¡Aguanta Rumania! de meu inimai, tu este o tara mult buna. No permitas que "El imperio de la codicia" (el FMI) te aplaste.