Un grito formado con silencio

Esta es una época extraña,

todo gira en función de una mentira,

llamada: lucha por el poder,

las candidaturas eclipsadas del PSUV,

y las de oposición, que no es en realidad una oposición respetable,

no es creíble,

tan mala como el gobierno,

es una oposición gobiernera,

sin ideas,

sin conceptos,

sin líderes verdaderos,

son los mismos fósiles de siempre,

Ledezma, Perez Vivas,

incluso el Filósofo del Zulia es un candidato más,

sin ideas en la acción para cambiar,

Aristóbulo, Diosdado,

Mario Silva con su HOJILLA oxidada,

imágenes, simples nombres que arropa la figura sacrosanta de Chávez,

no existen diferencias entre ellos,

ni tampoco entre los candidatos del gobierno y de la oposición,

a la oposición le falta un despegue,

un alejarse de sus amos de siempre,

tiene un solo diálogo,

es el mismo discurso invertebrado y maloliente de los líderes rojos,

“el que no esté conmigo es un traidor a la revolución”,

¿Cuál revolución?

explíqueme cual socialismo,

identifíquelo con propiedad,

uno parecido al de Cuba,

un comunismo a ultranza,

con sus leyes y apuntes sacados con toda pulcritud,

copia al carbón de un estilo de vida de la Isla de la felicidad,

inyectada a la fuerza,

el Estado se retuerce como una víbora,

existen dos maneras de sobrevivir actualmente,

una es no abrir más tu boca, el silencio,

un grito de silencio, me gusta ese,

otra, la protesta cívica inteligente,

no como la de la Derecha Fascista,

con sus camisas negras,

sus caras blancas,

sus calaveras en el pecho,

su esencia de muerte,

existen dos maneras de actuar,

para escoger la manera,

el silencio o la forma.