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Venezuela está recibiendo demasiadas agresiones de EE.UU.
par EMILIO MARÍN
Publie le Domingo 18 de septiembre de 2011 par EMILIO MARÍN - Open-PublishingEn los últimos meses hubo reiteradas medidas del gobierno norteamericano contra Venezuela. Demasiadas para ser casuales. En el fondo pueden ser el inicio de una campaña para tratar de impedir victoria de Chávez en 2012.
A fines de mayo se conoció la primera movida estadounidense contra el gobierno de Hugo Chávez en el lapso mayo-setiembre. El subsecretario norteamericano de Estado, James Steinberg, dio a conocer sanciones contra la petrolera venezolana (PDVSA), por considerar que había realizado comercio con Irán. Washington está en conflicto con Teherán y cree que todo el mundo debe actuar del mismo modo.
El tremendo “delito” chavista habría sido comerciar dos cargamentos de un producto que mezclado con el petróleo permite obtener una gasolina de mejor calidad. Caracas negó haber participado de ese negocio. No importó. Si el Departamento del Tesoro y el Departamento de Estado afirman algo, debe darse por válido y listo. La sanción quedó en firme, al igual que las dispuestas contra empresas de China, Siria y Belarús “por actividades de proliferación nuclear” con Irán y Corea Democrática Popular.
En Venezuela la respuesta no se hizo esperar. Multitudes protagonizaron la Gran Marcha de la Soberanía desde la Plaza Sucre, de Catia, en la parte oeste de la capital, hasta la Plaza O´Leary, en la misma zona. Allí se realizó el acto central de repudio a aquella disposición de la administración Obama.
Chávez no estaba en su patria sino en La Habana, tratándose de su cáncer, pero desde la isla alentó la movilización. El titular de PDVSA, Rafael Ramírez, fue uno de los oradores y caracterizó así al agresor: “el imperialismo es un gigante con pies de barro, con un serio problema energético y necesitan todo el petróleo del mundo”. Dijo que no temían a semejante enemigo porque además del fuerte apoyo interno de la población, tienen vínculos muy sólidos con el ALBA, el resto de América Latina y el Caribe, China, Rusia, etc.
Al actuar de ese modo con la petrolera venezolana, el gobierno estadounidense se está disparando a su propio pie. Es que PDVSA suministra diariamente a EE UU 1.2 millón de barriles de crudo. Si sigue atacando a esa firma, ésta puede dejar de venderle porque ya ha diversificado los mercados. Por ejemplo, a Beijing le manda 400.000 barriles por día y tiene acordado venderle 1 millón.
La comparación es simple: Caracas puede venderle a otros clientes que demandan su crudo; Washington tendrá que procurarse nuevos abastecimientos mediante nuevas guerras de agresión como en Libia.
La segunda hostilidad contra el país sudamericano ocurrió el 18 de agosto, cuando el Departamento de Estado publicó la lista de países que supuestamente son “patrocinadores del terrorismo”. Incluía a Cuba, Irán, Sudán, Corea Democrática y Popular y otros países. ¿Y al gobierno de Chávez? A este lo ubicó sólo en un escalón más abajo, pues el informe sostuvo que “por quinto año consecutivo el Departamento de Estado determinó que Venezuela no está cooperando totalmente con los esfuerzos antiterroristas estadounidenses”. La acusación fue que se mantienen los nexos con la guerrilla colombiana, que hay una notable cercanía con Irán y que el Hizbollah libanés recauda fondos en Venezuela. Lo primero es falso; los otros dos cargos son ciertos pero se trata de asuntos soberanos y legales del país.
¿Quién es el narco?
La tercera agresión, posiblemente la más grave junto a la mencionada en primer término, se conoció el 8 de setiembre, al acusar a cuatro personalidades venezolanas de estar conectadas con la guerrilla colombiana y el narcotráfico. La comunicación corrió por cuenta emitida de la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro.
Como presuntos colaboradores del narcotráfico fueron marcados al general de ejército Cliver Alcalá, el diputado a la Asamblea Nacional, Freddy Bernal (ex alcalde de Caracas); el ex presidente del Parlamento Latinoamericano, Amílcar Figueroa, y el oficial de inteligencia, Ramón Madriz.
La presunta fuente de información sería, en potencial, la información almacenada supuestamente en las computadoras de Raúl Reyes, abatido por los militares colombianos luego de un bombardeo a Ecuador, en marzo de 2008.
Ya se ha aclarado en la nota referida a las amenazas de muerte contra la ex senadora Piedad Córdoba, que esa información fue invalidada por la Corte Suprema de Justicia de Colombia (LA ARENA 2/9). La Sala Penal de ese tribunal resolvió que “todos los materiales fueron obtenidos de manera ilícita” y en consecuencia no los tuvo en cuenta como prueba. Para el Tesoro y el Departamento de Estado sí serían válidos…
La respuesta oficial provino del ministro de Relaciones Exteriores, Nicolás Maduro. “EE UU no tiene moral para calificar a generales y a dirigentes políticos de la República Bolivariana de Venezuela. Nosotros lo repudiamos y creemos que las mafias narcotraficantes están allí", contraatacó.
Ese mismo día el vicecanciller Temir Porras entregó una nota de protesta a la encargada de Negocios de la embajada norteamericana en Caracas, Kelly Keiderling. ¿Y el embajador gringo? No hay embajador, luego que Chávez se negara en octubre de 2010 a recibir a Larry Palmer, el diplomático designado. Este había asegurado que la moral de las Fuerzas Armadas venezolanas era baja y que en Venezuela tenían presencia las FARC y ELN con conocimiento de Chávez. Como castigo, el imperio decidió pedirle al embajador bolivariano en Washington que hiciera las valijas.
Justo el 9 de setiembre deliberaban en Caracas de los cancilleres del ALBA. Como era previsible, los representantes de Cuba, Antigua y Barbuda, Nicaragua, Ecuador, San Vicente y las Granadinas, Bolivia y Dominica se solidarizaron con Venezuela.
¿Objetivo el 2012?
Sin adquirir la gravedad de las tres campañas anteriores, tampoco cabe subestimar la cuarta: el 10 de setiembre desde EE UU se acusaba que en Venezuela no había libertad religiosa.
En este caso, la respuesta no vino solamente de algunos funcionarios del gobierno sino también de parte de la iglesia católica, no de su cúpula que está casada desde hace años con la oposición hoy nucleada en la Mesa de Unidad Democrática (MUD). Pero niveles inferiores de la Iglesia, como el padre Numa Molina, declararon al programa Toda Venezuela, transmitido por Venezolana de Televisión (VTV), que en la patria de Simón Bolívar hay plena libertad de culto y que eso está garantizado en la Constitución.
Un dato social fulmina esa acusación yanqui: el cáncer que se descubrió en Chávez hizo que sus seguidores apelaran a todos los rezos y ceremonias de las más diversas religiones implorando por su salud. Y es muy posible que los detractores del presidente hayan hecho lo propio, también en altares de todas las confesiones, pidiendo recónditamente lo opuesto, o sea “Viva el cáncer”.
¿Por qué Washington está tan lanzado en estas operaciones políticas, mediáticas y comerciales contra Chávez?
Hay una parte que resulta obvia. No le gusta que el petróleo sea de los venezolanos y que en estos años haya permitido una inversión social de 300.000 millones de dólares para beneficio de la población. Tampoco es de su agrado la política exterior de Chávez, pues la citada reunión de cancilleres del ALBA ratificó que el 2 y 3 de diciembre próximo verá la luz en Caracas la CELAC (Comunidad de Estados de Latinoamérica y el Caribe). Esta pinta como una OEA sin EE UU ni Canadá y el promotor sería Chávez.
El 8 de setiembre pasó por La Habana el vicepresidente primero iraní Mohamed Reza Raymi, acompañado por los ministros de Industria, Comercio y Minas, Mahdi Ghazanfari; de Energía, Majid Namdjoo; de Economía y Finanzas, A. Hosseini. Con lo que firmaron con su contraparte cubana ya hay 40 acuerdos comerciales entre Cuba e Irán, de lo que el Departamento de Estado culpabiliza a Chávez, considerado el representante americano de Mahmud Ahmadinejad.
¿Cuál será la táctica norteamericana para tratar de derrotar al mandatario bolivariano? Lo más grave sería que opte por una estrategia a lo Libia, de montar una provocación y justificar una agresión militar.
Dentro de lo malo, lo preferible es que siga con estas denuncias políticas y busque un objetivo muy esquivo: que la oposición unida derrote al mandatario en las elecciones que ya tienen fecha. Serán el 7 de octubre de 2012 y Chávez se tiene muchísima confianza al punto de fijar el objetivo de conseguir 10 millones de votos (la otra vez fueron 7 millones). La oposición todavía no tiene candidato y haría una interna en febrero de este año para seleccionarlo. Aunque tenga el visto bueno de la superpotencia y de los medios opositores, a ese candidato del MUD lo esperará Chávez con su bate de béisbol, alentado por una multitud, listo para poner la pelotita en las tribunas y pasar todas las bases caminando. En ese deporte se llama jonrón. En elecciones es ganar por paliza.