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Venezuela no posee un verdadero partido de la clase trabajadora
Publie le Sábado 20 de noviembre de 2010 par Open-Publishing3 comentarios
Hallándonos próximos al cierre de este año 2010, vemos que diariamente la oposición venezolana presenta a través de sus medios de comunicación, innumerables protestas y reclamaciones de obreros y sindicatos, a lo largo y ancho del territorio nacional; lo cual forma parte de una nueva maniobra que pretende hacer ver que la Revolución Bolivariana promueve desmejoras contra la clase trabajadora y que el empresariado privado es un patrono más responsable, generoso y eficiente. Dicha campaña mediática y política emprendida por la oligarquía criolla (que durante su largo reinado jamás promovíó el bienestar del pueblo) obliga al estamento revolucionario a desplegar una contraofensiva ideológica, organizativa y política para vincularse profundamente con el proletariado, reorganizarlo, promover la unidad sindical y profundizar su educación política, y al mismo tiempo velar por la eficiencia en la administración de las empresas nacionalizadas.
Véase que según cifras del Instituto Nacional de Estadísticas (INE): para el segundo semestre de 2007, de nuestros 27.403.078 venezolanos, 65% integramos una fuerza laboral de 19.110.435. En el primer semestre de 2007, unos 91.962 están en la agricultura, cría, pesca y caza; 1.328.699 manufacturan bienes; 1.025.197 construyen inmuebles; 91.962 extraen y ´procesan hidrocarburos; 964.752 transportan y almacenan bienes; 51.111 laboran en los servicios de electricidad, gas y agua. Es esta la clase llamada a protagonizar el proceso de cambio social en nuestro país, que hasta la presente fecha, se mantiene mayormente dispersa sin ningún partido o Estado Mayor que la aglutine, además de estar altamente despolitizada y sin ideología científica.
La clase trabajadora debe ser considerada una entidad con un significado mayor al de una mera población electoral, por ello, la socialización de la economía, la soberanía alimentaria y la producción al servicio de la utilidad pública que hoy noblemente se pretenden, jamás serán posibles sin el establecimiento de una verdadera vanguardia de la clase obrera que fije sólidos nexos con las organizaciones sindicales y desarrolle una política clasista proletaria.
Sin la implantación de una federación sindical única que brinde su fuerza de trabajo y pensamiento para el funcionamiento de la industria estatal y sin firme promoción de conciencia revolucionaria, el reparto de rentas y riquezas puede resultar insuficiente para consolidar el desarrollo económico popular e impedir que las macabras élites del pasado avancen en la reconquista del poder nacional. Es inadmisible la pasividad de ciertos sectores revolucionarios frente a la actual campaña del oposicionismo dirigida a asumir el liderazgo de la clase trabajadora y utilizarla para sus planes políticos de cara al 2012. Necesario es hacer que se corrijan los incumplimientos del Derecho Laboral de parte de los empleadores, tanto en el sector público como en el privado, para hacer justicia con la masa trabajadora y fortalecer la economía nacional.
Es igualmente importante dar a conocer los aciertos de la gestión revolucionaria, pues poco se comenta en la actualidad que el Gobierno Bolivariano en los últimos diez años destinó a la inversión social una cifra cercana a los 330 mil 580 millones de dólares (datos de Elías Eljuri Presidente del Instituto Nacional de Estadisticas), lo que prácticamente equivale a 5 veces lo invertido por los gobiernos de la década previa a la llegada de la revolución. De allí que si bien es cierto que falta mucho por realizar para implantar el socialismo y así erradicar todas las formas de pobreza, no es menos cierto que este proceso histórico ha impulsado grandes mejoras en la calidad de vida de nuestro pueblo, las cuales que nos conducen al desarrollo más significativo que se haya conocido en nuestra patria.
Urge, entonces, seguir desarrollando y activando las instancias del poder popular, tales como las comunas y los consejos comunales; esto en el entendido de que el Socialismo es precisamente el único sistema social donde el pueblo asume el control de los medios de producción y desde esa posición, ejerce el poder político. Es por esto que siguiendo el objetivo estratégico de construirlo con sus auténticos protagonistas (los trabajadores), Carlos Marx, el máximo dirigente obrero de todos los tiempos, fundó la Asociación Internacional de los Trabajadores o Primera Internacional (Londres, 1864), y bajo la consigna de “proletarios, uníos” procuró integrar a los obreros de diversos países. En Venezuela, su sucesora fue la llamada Central Única de Trabajadores de Venezuela (CUTV), una organización fundada por aquellos combativos comunistas de los años 60 del siglo XX, pero que fue lamentablemente disuelta hace pocos años.
En la actualidad, la clase trabajadora (llamada a ser protagonista) intenta reimpulsar sus luchas en el favorable escenario de la Revolución Bolivariana, pero carece de una auténtica vanguardia ideológica organizada que si tenga la capacidad de atraer a las masas y orientarlas hacia objetivos revolucionarios y clasistas, en vez de meras reivindicaciones económicas. Es por esto que el pueblo rechaza a los dirigentes que nunca han trabajado en la fábrica ni representan sindicatos, pero sin embargo viajan a conferencias europeas; no deseamos más oportunistas que usen "el sindicalismo sin sindicatos" como trampolín para ser diputados.
Quienes crecimos en la lucha sindical clasista, quien suscribe, abogado de los trabajadores y las trabajadoras, sabemos cuanta falta hacen hoy, sindicalistas consecuentes como Cruz Villegas, Carlos Arturo Pardo y Hemmy Croes entre otros pocos; por lo tanto, no queremos más jefes de cascarones vacíos arrodillados a una política de burocratismo, reformismo, economicismo, electoralismo y conciliación patronal; junto a esos “príncipes del proletariado” jamás haremos la revolución, ni nos liberaremos de los burgueses opresores, ni aboliremos las leyes que avalan la explotación, ni aprovecharemos la actual etapa histórica para definitivamente derrotar al capitalismo y acabar con la exclusión social.
(*) Abg. Constitucionalista y Penalista. Profesor Universitario.
Mensajes
21 de noviembre de 2010, 16:17, por niadeco,nicopeyanomuchomenoschavista
Ciudadano Hugo Rafael Chávez Frías
Presidente de la Republica
Sr. Presidente,
No lo veo desde hace casi 21 años, cuando nos
reunimos en mi despacho de Comandante del Ejército.
Como recordará, lo detuve porque tenía pruebas fehacientes
que Ud. preparaba un golpe para el día 6 de
diciembre de 1989. En esa oportunidad, un grupo de
altos funcionarios y oficiales, actuando como cómplices,
abogaron ante el presidente, quien decidió dejarlo en
libertad «por falta de pruebas». El mismo plan, entonces
abortado, Ud. lo repitió el 4F de 1992, luego de mi retiro.
Ese golpe fallido lo convirtió en una figura nacional y lo
llevó a Miraflores legalmente. Antes de esas elecciones
ningún militar amenazó con desconocer su posible
victoria. Si alguno lo hubiera hecho, yo mismo hubiera
salido a defenderlo a Ud. de ese chantaje.
Hoy en día, cumplidos 70 años, me preocupa su
decisión de defender en público al Mayor General Henry
Rangel Silva y ascenderlo in situ, como se hace con
quienes han ejecutado un acto heroico con peligro
inminente de su vida. Este indigno general lo único que
hizo fue jactarse de estar amancebado con Ud. y su
causa. Para él, la lealtad a la patria es a medias mientras
con Ud. es total. Ante esta escandalosa exhibición de
adulancia, Ud., en lugar de degradarlo, corrió a ascenderlo.
Antes de que la adulación del general Rangel Silva
fuese premiada con el impúdico ascenso, escribí un
artículo en «El Nuevo País» criticando las desdichadas
declaraciones del mencionado general. Luego, un coro
de protestas desde diferentes trincheras permitió palpar
el descontento popular. Ud. no lo percibió porque hace
tiempo perdió sintonía con el pueblo.
En vez del grotesco ascenso, el mal ejemplo merecía
una sanción y destitución. Pero esto no es lo que más
preocupa. Debemos acostumbrarnos a la idea de que
pronto tendremos docenas de generales en jefe y así el
grado que mereció Simón Bolívar, nuestro gran secuestrado,
se devaluará al igual que nuestra moneda. Lo
grave es que Ud. confirme de viva voz su decisión de
desconocer el resultado de las elecciones presidenciales
del 2012 si éste le es adverso. Semejante abuso de
autoridad no puede pasar desapercibido, aunque las
autoridades competentes no tomen las medidas para
condenarlo. Con este acto, Sr. Presidente, Ud. le ha
declarado de facto la guerra a más de la mitad del pueblo
venezolano.
Aunque tengo los setenta años de aquel personaje
histórico-legendario, no pretendo ser un moderno Alonso
Andrea de Ledezma, enfrentando a los bucaneros ingleses
que saquearon Caracas en 1595. Ni siquiera tengo un viejo
yelmo y armadura, ni una lanza oxidada. Pero tengo mi
conciencia y me considero en el deber de hacerle frente
y recoger el guante retador con que Ud. nos abofeteó a los
ciudadanos venezolanos. Nadie me ha seleccionado para
ocupar esa posición, pero como soldado de la república
considero mi deber asumir el riesgo. Después de todo, a
Ud. tampoco nadie lo ha autorizado a ejercer chantaje
electoral. Estamos en igualdad de condiciones, salvo que
Ud. es Goliat. Soy un viejo que siendo todavía adolescente
juró defender las instituciones hasta perder la vida si fuera
necesario, y sigo fiel a ese compromiso. Ya viví bastante
y la muerte no me asusta.
Por lo expuesto, Sr Presidente, le notifico que las
fuerzas democráticas de la patria lo retan a enfrentarse
en las metas electorales y aceptar el triunfo del que
obtenga la mayoría. Si trata de poner en práctica sus
amenazas del uso de la fuerza antes o después de esas
elecciones, resistiremos con las mismas armas que Ud.
utiliza. También le participamos que el nombramiento
del general Rangel, o cualquier otro oficial señalado
como presunto narcotraficante, como ministro de la
defensa para el momento de las elecciones, será tomado
como una señal de que Ud. sigue con los planes de
desconocer los resultados electorales en el 2012.
Le advierto que sólo habrá paz si respeta la Constitución
y a la voz de la mayoría del pueblo. Hasta ahora
sus constantes violaciones de la Carta Magna se han
pasado por alto, pero la acumulación de desacatos se
está haciendo intolerable. El posible aborto de las elecciones
del 2012 o el desconocimiento de un resultado
adverso a sus intereses políticos liberará los demonios
que están represados. Los venezolanos queremos la
paz, pero al mismo tiempo rechazamos las dictaduras de
cualquier color. A partir de este momento estamos
velando las armas de la democracia y al mismo tiempo
rogamos porque no se desate una guerra civil.
No pretendo ser el jefe de un movimiento en su
contra, sólo soy un humilde mensajero. Sobran líderes
jóvenes, inteligentes y corajudos dispuestos al combate.
Espero que esta tragedia no sea necesaria. El ejército
forjador de libertades no va a asesinar venezolanos.
Esto no es una amenaza de golpe o el inicio de una
conspiración, es un campanazo para que Ud. entienda
que estamos dispuestos a luchar por la libertad y a
impedirle consolidar una dictadura siguiendo las líneas
que recibe de La Habana. No queremos que el sueño de
Bolívar se convierta en una pesadilla castrista.
En aras de un poder pasajero y de una ideología
obsoleta y ruinosa Ud. no puede iniciar una guerra
fratricida que lo convertirá en un monstruo ante la
historia. No llame más a Fidel para pedir instrucciones.
Dedíquese a gobernar a Venezuela con los venezolanos.
La gran unidad hispanoamericana nunca se logrará con
el modelo comunista. Es más, si sigue el patrón de
gobierno de la Sra. Bachelet o de Lula hasta podría
cambiar la tendencia actual y ganar en el 2012. Le
garantizo que si Ud. gana limpiamente, su triunfo será
reconocido como debe ser. Vuelva a ser venezolano,
deje morir a Fidel en paz para que Venezuela pueda vivir
en concordia.
Le prevengo de reaccionar con los habituales insultos
y descalificaciones. Siempre estaremos listos para
actuar como personas racionales y decentes, de acuerdo
a lo que nos enseñaron en la academia que nos formó
como ciudadanos y soldados. Entierre el hacha de la
guerra dirigida desde Cuba. Venezuela lo reclama.
Atentamente,
General de División
Carlos Julio Peñaloza Zambrano.
14 de enero de 2011, 03:20, por Arturo Méndez
Si el autor de este artículo vive en Venezuela debe saber que en Venezuela el Partido de la Clase obrera es el Partido Comunista de Venezuela que existe como otros Partido Comunistas en otros paises y está activo.Es un verdadero Partido de la Clase Trabajadora y así lo vemos los trabajadores
14 de enero de 2011, 03:58, por Arturo Méndez
Venezuela si tiene un Partido de la Clase Obrera, que es el Parido Comunista de Venezuela.