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Vitol Group, sangre y petróleo para la bahía de Algeciras

par cooperacion alternativa

Publie le Domingo 26 de febrero de 2012 par cooperacion alternativa - Open-Publishing

A finales del pasado año, el nuevo alcalde de Los Barrios (Jorge Romero, del Partido
Andalucista), localidad gaditana situada en el arco de la bahía de Algeciras , anunciaba la
instalación de una gran terminal de combustibles por parte de una filial de Vitol Group1.
Para justificar una nueva agresión a la salud y el medio ambiente de este rincón de
Andalucía, donde la incidencia del cáncer y otras enfermedades es superior a la media
del estado español, el alcalde apelaba a la creación de empleo y a la responsabilidad
social (en materia de salud, seguridad, y medio ambiente) de la empresa en cuestión, tal y
como han venido haciendo todos sus antecesores en el cargo para hacernos tragar
nuevas industrias, en una zona ya de por sí sobresaturada.

Pues bien, dudamos de que se creen ese número de puestos de trabajo, por razones que
en los próximos días explicaremos, ahora, de lo que si estamos seguros, tratandose de la
transnacional Vitol Group, es que ni tiene ética ni conoce la responsabilidad. Quizás al
señor alcalde de Los Barrios, se le pasó por alto, que ademas de la salud, la seguridad y
el medio ambiente local, están los derechos humanos, que son algo universal, y que la
empresa que alaba, vulnera y viola de manera sistemática por todo el planeta.
En un tiempo en el que se habla tanto de la Responsabilidad Social de las Empresas
(RSE), nos preguntamos. ¿Se puede hablar de responsabilidad social de una empresa
que opera y obtiene beneficios de regímenes dictatoriales que agreden los derechos
humanos de la población? ¿puede hablar de transparencia una multinacional que paga
sobornos y oculta información? Las organizaciones firmantes pensamos que no, y
además nos negamos a aceptar con normalidad este tipo de practicas, a diferencia de lo
que hacen nuestros gobernantes.

En un tiempo en el que se habla tanto de la Responsabilidad Social de las Empresas
(RSE), nos preguntamos. ¿Se puede hablar de responsabilidad social de una empresa
que opera y obtiene beneficios de regímenes dictatoriales que agreden los derechos
humanos de la población? ¿puede hablar de transparencia una multinacional que paga
sobornos y oculta información? Las organizaciones firmantes pensamos que no, y
además nos negamos a aceptar con normalidad este tipo de practicas, a diferencia de lo
que hacen nuestros gobernantes.

VTTI (Vitol Tank Terminals International B.V.) es una empresa participada en un 50% por
Vitol Group y el otro 50% por MISC Berhad Malaysia International Shipping Corporation,
cuyo principal accionista es Petrolium Nasional Berhad (Petronas), dedicada al transporte
y almacenamiento de graneles líquidos, fundamentalmente derivados del petróleo.
El Grupo Vitol fue fundado en 1966 en Rotterdam, Holanda. Desde entonces la empresa
ha crecido de manera significativa para convertirse en un participante importante en los
mercados energéticos mundiales y ahora es uno de los mayores comerciantes de energía
independientes del mundo. Su cartera de negocios incluye el petróleo crudo y derivados,
gas natural licuado, gas natural, carbón, la energía, los metales y las emisiones de
carbono. Vitol Group apareció el pasado año en un reportaje del Daily Telegraph en el que
se desvelaba la identidad oculta de las principales 10 comercializadoras globales de
petróleo y materias primas.

En Pakistán, Vitol fue acusada de vender 280.000 toneladas de petróleo “contaminado”
con arena y sal procedente de los derrames de crudo de los pozos saboteados por las
tropas iraquíes durante la retirada de Kuwait, este petróleo fue utilizado en las estaciones
eléctricas del país provocando en enero de 1994 el corte de suministro eléctrico en
ciudades tan importantes como Lahore o Karachi, con unas perdidas millonarias para la
industria local, al parecer Vitol utilizó documentos falsos para ocultar el verdadero origen
petróleo.

Durante la guerra de los Balcanes, la ONU estableció sanciones económicas y declaró
ilegal el suministro de petróleo a Serbia hasta noviembre de 1995. Los documentos
obtenidos por The Observer revela que en 1995 Vitol firmó un contrato con una compañía
serbia, Orion, para vender miles de toneladas de petróleo, el acuerdo fue alcanzado en
Belgrado, en junio de 1995, mientras que el conflicto de Bosnia todavía estaba candente y
las sanciones de la ONU vigentes. Vitol insiste en que el petróleo fue entregado sólo
después de que las sanciones fueron suspendidas y que el acuerdo era por lo tanto,
completamente legal. Apenas unas semanas después de que el acuerdo fue alcanzado
las fuerzas serbias entraron en "zona segura" de las Naciones Unidas, en Srebrenica y
llevó a 6.000 musulmanes bosnios a la muerte, Vitol se defiende diciendo que entregó los
productos después de que se levantase la sanción.

Con el programa “Petróleo por alimentos” establecido por la ONU para aliviar el efecto de
seis años de sanciones internacionales contra Irak tras la invasión de Kuwait, se le
permitió al gobierno de Irak vender petróleo a cambio de alimentos, suministros médicos y
otras necesidades humanitarias. Tras el informe realizado por la comisión creada por la
ONU para investigar los pagos ilícitos dentro del citado programa Vitol fue acusada de
pagar sobornos al régimen de Saddan Hussein, siendo sancionada con 17,5 millones de
dólares, después de declararse culpable ante un tribunal estadounidense.

En Irán, a pesar de las sanciones económicas por parte de Estados Unidos, Vitol ha
estado comprando petróleo y vendiendole combustibles hasta el año pasado. Irán al igual
que otros países cuenta con pocas refinerías, dependiendo del exterior en lo que respecta
al consumo de refinados del petróleo.

Por operaciones en la República del Congo (Congo-Brazaville) Vitol fue acusada de pagar
sobornos (a altos cargos del gobierno y al hijo del presidente) y de corrupción, en relación
a la venta de crudo de ese país, pero como acostumbra esta corporación en lugar de
negar las acusaciones se resistió a testificar acogiendiose al priviliegio de la
autoincriminación. La actividades de Vitol Group han privado a la Hacienda congoleña de
fondos desesperadamente necesitados para su desarrollo. El Congo Brazzaville está
sometido a la dictadura del Presidente Sassou Nguesso, quien volvió al poder en 1997
como consecuencia de un golpe de estado. Si bien el país posee enormes recursos
petroleros, la población vive en la miseria, en un contexto económico y social muy tenso.
Los ingresos del petróleo lo aprovechan sólo los dirigentes. Las libertades individuales
están violadas y las fuerzas de policía ahogan todo tipo de movimiento de protesta.

El pasado año, en septiembre de 2010, Vitol fue sancionada por los reguladores federales
para materias primas de Estados Unidos, con el pago de 6 millones de dólares por no
revelar intencionadamente información de dos de su filiales.

Vitol ha sido la primera transnacional (todo ello dentro de una operación organizada por
militares y funcionarios británicos) en abastecer de combustible y comprar petróleo a los
rebeldes libios, antes incluso de la caída de Trípoli, previamente cortaron el suministro al
gobierno de Gadafi, el cual había reportado grandes ganancias a esta compañía de
petróleos.

Y si en Libia apostaban por los rebeldes para hacerse con contratos millonarios, en Siria
lo hacen por el gobierno de Bashar al-Assad, de momento.

En Paraguay, Vitol Group, se vio envuelta en un escándalo, al facturar una cantidad
superior a la acordada en el contrato de suministro a la estatal Petropar, aunque Vitol no cumplió los plazos de entrega del combustible, exigió 1.862.050 dólares más de lo fijado
en el contrato.

Por tanto estamos ante una transnacional que vulnera los derechos humanos, que apoya
o derroca dictaduras y gobiernos en función de sus intereses y no de los de la población
local, que su único interés es su propio beneficio económico sin importarles el impacto
social o medioambiental de sus acciones. Expertos a la hora de hacer negocios a costa
de la tragedia de muchos seres humanos, obteniendo la mayor parte de sus beneficios de
las guerras y muertes que occidente y las transnacionales del petróleo provocan y apoyan
en todo el planeta con el único objetivo de apoderarse de sus riquezas. La ética y la
responsabilidad social corporativa de la que ha hecho gala esta transnacional y sus
filiales, nos produce asco y miedo y nos negamos a que una corporación como esta se
instale en la bahía de Algeciras.

Desde, Agaden, Cooperación Alternativa y Acción Solidaria, CGT Campo de Gibraltar y la
Plataforma de Ciudadanos Rodeados por las Fabricas reiteramos nuestro rechazo a la
instalación de la terminal de combustibles de la empresa VTTI, y hacemos un llamamiento
a la población y a las organizaciones sociales y ecologistas del territorio español, para
que se opongan a este proyecto e iniciamos una campaña rechazando la instalación de
Vitol Group.

Las organizaciones interesadas en adherirse a esta campaña, lo pueden hacer enviando
el nombre de su organización a: general QgT cooperaciónalternativa.org, ó
campodegibraltar QgT agaden.com

Para más información: www.cooperaciónalternativa.org

1 Ver artículos publicados en rebelión.org.

http://www.rebelion.org/noticia.php?id=127298

http://www.rebelion.org/noticia.php?id=125763

http://www.rebelion.org/noticia.php?id=141182

http://www.cooperacionalternativa.org/index.php/home/1-general/193-vitol-group-sangre-y-petroleo-para-la-bahia-de-algeciras-