Yo el Supremo

Venezuela nuestro bello país, nunca había estado colocado en una situación semejante de barbarie, solamente esa es la explicación cuando se observa por televisión la instauración del nuevo partido socialista PSUV, es precisamente el Vicepresidente Rodríguez el encargado de organizar, ser vocero del partido, o sea que los funcionarios del gobierno, del Estado les parece muy bien que todo su poder esté girando en la creación y organización de un partido político, que aunque sea muy grande, no representa a todos los venezolanos. Acaso se les paga a los funcionarios del gobierno y del Estado para que realicen funciones de propaganda de un partido político, como si esas actuaciones estuvieran relacionadas con el país, con sus problemas internos, la inseguridad, los secuestros en la frontera, la entrega exagerada de nuestros recursos por parte del Presidente a todos los países, vecinos o no vecinos, como si Venezuela fuera una potencia. El país no es de Chávez, el Contralor debería renunciar, ¿para que sirve?, la Asamblea Nacional también debería renunciar en bloque por incapaz, no tiene personalidad y su actuación es entreguista y pusilánime. La reforma a la Constitución es la instauración legal de una dictadura del Estado poderoso socialista con todos los defectos de la IV República pero a la enésima potencia. Seguiremos escuchando a la comunidad socialista del PSUV afirmando que ellos discuten todo en su partido, que nadie es mejor que nadie en su seno, sabiendo como sabemos, que aquí se discute lo que Chávez quiera que se discuta. Una gran mentira esa discusión interna, que no lleva a nada sino a la DICTADURA del Estado. Yo el Supremo dice Chávez, como Faraón de Egipto, dueño de nuestras vidas, nuestra conciencia, con su ideología aberrante, mezcla de Bolivarianismo, Marxismo, Comunismo y todos los ismos que existen. El Presidente soluciona todo, diciendo, "Yo soy Bolivariano", "Yo soy Católico", "Yo soy Cristiano", "Yo soy Budista". " Yo soy", es su frase predilecta, parece que el Presidente quiere ser todo, tener todos los poderes, todas las ideas, todos los atributos. Convirtiéndo a sus subditos y Ministros en lo que son: unos incapaces, unas eminencias grises. Posiblemente dentro de poco, sus seguidores hablarán que tiene poderes sagrados como los Farones de Egipto, posiblemente levantará su dedo y esa será la señal dada por el casi dios para jodernos más de lo que estamos.