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Arrancó el Foro Social Mundial en Caracas
Con una manifestación multitudinaria en la que participaron diversos sectores de la sociedad venezolana junto a miles y miles de delegados y participantes del FSM, hombres y mujeres, venidos de todos los países del Continente de América y de otros continentes de mundo, se inició este ayer martes 24 de enero, la sexta versión del FSM, segunda versión del FSA.
Los miembros de Pastora Social-Cáritas que estuvimos trabajando en el II Taller de Incidencia y Participación (desde el 21 al 23 de enero) acudimos a la cita en la Universidad Nacional de Venezuela en donde participamos de la celebración ecuménica organizada por el Colectivo Iglesia. De allí salimos para integrarnos al la “marcha contra el imperialismo y por la paz” convocada por el comité coordinador del FSM.
Alegría, alegría, entusiasmo, esperanza, cantos, consignas y mucho colorido. Por todos lados, gente de pie y sentada esperando el inicio de la marcha. Conversado, organizada en grupos de amigos; de compañeros y compañeras de fe y militancia. Evidente el reencuentro alegre que se podía percibir en los abrazos entusiastas y efusivos. ¿De dónde sale tanta gente viva y crítica al sistema neoliberal que arrasa con tantos pueblos, naturaleza y seres humanos en tantas partes del mundo? ¿Cómo hace el imperio para mantener a nuestros pueblos aislados, dominados y sometidos en la división, el odio y el rencor?
El FSM es un espacio y tiempo en donde se construye lo alternativo, pero también nos muestra lo mejor de los seres humanos; su capacidad de paz, de ser solidarios y de luchar en la más amplia diversidad, con respeto a todos los interlocutores, por otro mundo que no sólo es posible, si no necesario.
Aquí está la presencia de la Iglesia-Pueblo de Dios, y no es sólo una presencia simbólica y organizada, de la Pastoral Social-Cáritas. Hemos visto y oído en el FSM un pueblo creyente, que asume y participa en los más diversos movimientos sociales para expresar sus justas aspiraciones. ¿Por qué deberíamos los seres humanos renunciar a los derechos y a la dignidad que nos ha sido dada a todos los hombres y a todas las mujeres al ser hechos a imagen y semejanza de Dios? ¿Por qué deberíamos resignarnos a la humillación y colonización de nuestros pueblos por parte de la primera prepotencia mundial acostumbrada a maltratar pueblos y países del Continente como si fuéramos su patio trasero?
Iniciamos la marcha el canto y la poesía. Globalizando la lucha, globalizamos la esperanza. Globalizando la esperanza, globalizamos la lucha. Aplaudan, aplaudan, no dejes de aplaudir, el neoliberalismo tiene que morir... Somos Iglesia, al lado de los pobres; al lado de los pobres, somos Iglesia. Al lado de los empobrecidos, maltratados, explotados, excluidos, marginados, despreciados, expulsados, perseguidos, olvidados y maldecidos; hombro a hombro, mano con mano, acompañándolos e insertándonos en sus luchas, allí somos Iglesia, pobre, profética y pascual.
El canto y la alegría atrajeron a un grupo de jóvenes de la revolución bolivariana. Entusiasmados aportaron en nuestras filas un nuevo canto, un nuevo grito en el repertorio... Alerta, alerta, alerta que camina, la espada de Bolívar por América Latina, creativamente lo recogimos y transformamos mostrando otra faceta de la misma lucha. Alerta, alerta, alerta que camina, la lucha por la vida en América Latina.
Para que la cosa quedara clara, ahora, con megáfono en mano, por las calles de Caracas, la Pastoral Social-Cáritas en el VI FSM, con el alma en la voz, gritamos: ¿Quiénes somos? ¡CÁRITAS! ¿Qué queremos? JUSTICIA... Justicia, Justicia, Paz y Libertad. Esta es la incidencia y la participación que estuvimos analizando en el II Encuentro Continental de Incidencia y Participación que realizamos previo al VI FSM.
Terminada la marcha, mas saludo y más abrazos con gente conocida. De regreso a la casa de hospedaje, al lado de una pequeña fonda en donde unos venezolanos tomaban ron, tomé la última fotografía de este hermoso día que se nos había convertido en una hermosa noche, era el mismo Simón Bolívar, que desde un graffiti en la pared, nos hablaba: “Los Estados Unidos de América parecen predestinados por la providencia para plagar de miseria nuestros pueblos”.
Héctor Endara Hill
Caracas, Venezuela, VI FSM y II FSA.