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Cine : Gustave Kervern y Benoît Delépine. Jubilan a Depardieu

Publie le Sábado 1ro de mayo de 2010 par Open-Publishing

Para su 4ª película, los dos guionistas y actores de “Groland” tuvieron una visión : Depardieu, cabellera al viento, montado en una Munch Mammuth a la búsqueda de sus primeros certificados de vida laboral para poder cobrar su jubilación. Resultado : una hermosa fábula social sobre las transformaciones del mundo del trabajo. Entrevista.

HD.- ¿Por qué elegir la jubilación en este cuarto filme ?

Benoît Delépine.- Cuando la administración te envía una lista de todos los curros que has tenido desde joven, y de los cuales forzosamente no te acuerdas, te produce un choque nostálgico. Ésta era una buena idea para un guión, que nos permitía tratar, como telón de fondo, el mundo del trabajo, como lo hemos hecho desde el principio en nuestras películas. No necesariamente con la forma de un filme comprometido, pero siempre con humor, y esta vez además con una cierta emoción.

HD.- “Mammuth”, toma rápidamente un giro poético : ¿el tema del trabajo no es un pretexto ?

Gustave Kervern.- Es verdad que el filme, luego, habla más de amor. En “Louise Michel”, éramos más comprometidos, las obreras se rebelaban y algunos patronos morían. Pero “Mammuth” sigue siendo un filme social. Serge (héroe del filme, interpretado por Gérard Depardieu, NDLR) llega a sitios donde la gente es muy agresiva, y se da cuenta de que mundo ha cambiado y él está desfasado, está en otra onda. Queríamos mostrar que en la actualidad la gente no es feliz en el curro. Es imposible realizarse en el trabajo, porque hay demasiada presión, y los propios jefes están bajo presión de otros jefes… Todo esto crea una especie de cadena de ansiedades.

B.D.- Mostramos esta realidad social, está ahí, no se puede hacer nada. Pero sin embargo hemos querido dejar una puerta de salida. Serge descubre que tiene un talento artístico del que ni siquiera sospechaba. Así pues, va a emprender, en el momento de su jubilación, la que será probablemente la parte más interesante de su vida. Cuando regresa de su viaje, ya no viaja en una moto sino en mobylette ; ya no lleva su cazadora, sino una djellaba. Se ha vuelto un soñador, lo cual es mucho mejor que morirse viendo la tele.

HD.- ¿Ustedes se consideran cineastas comprometidos ?

G.K.- Nuestro objetivo principal es mostrar cosas diferentes, es una forma de compromiso. La gente está tan habituada a un tipo de reglas que cuando se intentan formatos diferentes, como la película fotográfica “inversible”, que da una imagen más “sucia” o el blanco y negro, que utilizamos en nuestros dos primeros filmes, hay un 20% menos de espectadores. Como tenemos “Groland” ya detrás de nosotros, nos podemos permitir equivocaciones, por tanto no nos prohibimos nada.

HD.- ¿De dónde viene este interés por los personajes marginales ?

B.D.- Todos nuestros personajes consiguen salir adelante de este mundo demasiado normalizado, y es también lo que intentamos hacer en nuestros filmes. Se nos dice que sólo trabajamos con actores feos : no es que sólo nos gusten los feos, ¡es que nuestros amigos son como son ! Cuando hacemos localizaciones en una ciudad, nos encontramos irremediablemente con marginales, tenemos esta atracción por ellos. Los encontramos más hermosos, más poéticos, más interesantes. Aunque tienen dificultades, permanecen dignos.

G.K.- No estamos idealizando a los “currantes”, pero se encuentran personas más generosas entre la gente sencilla que entre la gente “con pasta”. Compartimos con ellos momentos de vida, les hacemos participar improvisar. A la gente le va el cachondeo, basta con perder la vergüenza. Partimos del principio de que nada es imposible. Visitamos a Depardieu, al que no conocíamos, nos escuchó y estuvo de acuerdo, todo en un cuarto de hora. La vida es mucho más sorprendente y la gente más abierta de lo que se cree.

HD.- ¿Os da miedo la jubilación ?

G.K.- No, pero más vale no pensar en ello. Yo terminé mis estudios tarde, he tenido periodos de paro, hace tiempo que comprendí que nunca cobraría la pensión, salvo si trabajase hasta los 90 años. Es similar para la mayoría de mi generación : se va de un curro a otro, por lo tanto no veo quién puede, hoy en día, llegar a trabajar toda la vida en la misma empresa, como nuestros padres, y después cobrar su escasa pensión. Es un asunto pendiente desde hace 20 años, se sabe bien que no basta con cotizar más, hay que encontrar otras soluciones.

Referencias :

Su filmografía

2008. “Louise Michel”

2006. “Avida”

2004 “Aaltra”

Traducción de J.A.

L´Humanité en español