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Ejercicio militar en Cuba, tercera epístola para Bush

Publie le Miércoles 15 de diciembre de 2004 par Open-Publishing

Por Miguel Lozano

La Habana, 14 dic (PL) El ejercicio militar en marcha en Cuba, Bastión 2004, se integra en una concepción defensiva sustentada en la determinación de hacer imposible por su alto costo cualquier agresión bélica contra la isla.

Las maniobras, en las que participan millones de cubanos del 13 al 19 de diciembre, constituyen más que expresión de fuerza, demostración del respaldo físico de advertencias reiteradas por los más altos dirigentes del país.

"Este pueblo puede ser exterminado -bien vale la pena que lo sepa-, barrido de la faz de la Tierra, pero no sojuzgado ni sometido de nuevo a la condición humillante de neocolonia de Estados Unidos", aseveró el presidente Fidel Castro el pasado 14 de mayo.

En esa ocasión ante una multitud reunida en el malecón de la capital cubana, el Jefe de Estado leyó su Proclama de un Adversario al Gobierno de Estados Unidos, la primera de dos epístolas dirigidas al presidente norteamericano, George W. Bush.

"Puesto que usted ha decidido que nuestra suerte está echada, tengo el placer de despedirme como los gladiadores romanos que iban a combatir en el circo: Salve, César, los que van a morir te saludan", expresó en esa ocasión el líder revolucionario.

La determinación de combatir hasta el último hombre y la última mujer es la base de la doctrina militar cubana conocida como Guerra de Todo el Pueblo, en la que las tropas regulares y sus reservas se fusionan metro por metro y casa por casa con la población.

En este objetivo se incluye la participación desde el más humilde de los cubanos hasta sus más altas personalidades en el escenario de guerra en caso de una agresión militar.

"Sólo lamento que no podría siquiera verle la cara, porque en ese caso usted estaría a miles de kilómetros de distancia, y yo estaré en la primera línea para morir combatiendo en defensa de mi patria", aseguró Fidel Castro en su epístola al mandatario estadounidense.

La explicación dada por el Presidente cubano para realizar aquella convocatoria, al conocerse nuevas acciones de Estados Unidos contra la isla, son también válidas para comprender las razones de la movilización actual.

El pueblo cubano, expresó Fidel Castro, no se reúne en gesto hostil contra el pueblo de Estados Unidos, cuyas raíces éticas, originarias de la época cuando emigraron a este hemisferio los primeros peregrinos, conocemos bien.

Es un acto -aclaró- de indignada protesta y una denuncia contra las brutales, despiadadas y crueles medidas que su gobierno acaba de adoptar contra nuestro país.

En el contexto de intimidaciones y amenazas de Bush de destruir el sistema económico-social de Cuba, el ejercicio Bastión 2004 constituye una respuesta lógica, según el precepto de que evitar una guerra equivale a ganarla.

Sería un error, sin embargo, interpretar la movilización como una expresión anti-norteamericana de un pueblo que, pese a décadas de enfrentamiento, no expresa posiciones xenófobas.

Nuestro pueblo, explicó Fidel Castro, no odia al norteamericano ni desea ver morir a jóvenes soldados de su país, blancos, negros, indios, mestizos, latinoamericanos, a quienes el desempleo los arrastró a enrolarse en guerras de conquista.

En una denominada Segunda Epístola al presidente Bush, el 21 de junio pasado, el Mandatario cubano reiteró que una marcha contra Cuba no será fácil.

Cuarenta y cinco años de lucha frente al bloqueo y la guerra económica, amenazas, agresiones, planes de asesinato a sus líderes, sabotajes y terrorismo, no debilitaron sino fortalecieron a la Revolución, expresó en aquella ocasión el líder cubano.

Esta expresión ha sido confirmada en la historia reciente en más de una ocasión, una de ellas hace 43 años cuando la invasión de Playa Girón (Bahía de Cochinos) fue destrozada en menos de 66 horas, frente a las proyecciones de un rápido triunfo de la agresión.

Teóricos de la contrarrevolución pensaron entonces que la población se sumaría a los invasores, lo que no sucedió, como tampoco ocurrió año y medio después frente a la amenaza real de un ataque nuclear.

Cuba resistió igualmente a decenas de años de guerra sucia, sabotajes y terrorismo y el derrumbe del campo socialista europeo, que hizo más difícil el bloqueo de Estados Unidos.

En su Segunda Epístola, Fidel Castro ratificó que la fuerza defensiva de la Revolución cuenta con un ejército y "más de 200 mil oficiales y jefes bien preparados"

Aquí, aseguró Fidel Castro al mandatario estadounidense, encontrará un pueblo unido por una cultura, un sentimiento solidario y una obra social y humana: Usted no se va a llenar de gloria con una acción militar contra Cuba.

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Prensa Latina