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Por César Rojo
Lo más importante de la Otra Campaña (iniciativa que surge a partir de la Sexta Declaración de la Selva Lacandona del EZLN, junio de 2005) en esta primera etapa, es privilegiar el oído, esto es, aprender a escuchar para conocernos: quiénes somos, dónde estamos, cuáles son nuestras luchas, nuestras demandas, y cómo podemos unirnos, organizarnos, para solucionar nuestros problemas que son causa de un enemigo común: el capitalismo.
Para esto es necesario plantear de entrada algunos puntos fundamentales. No mirar hacia arriba sino hacia abajo, es decir, olvidarse de los partidos políticos, de la clase política poderosa; ya no tenemos que acudir a ellos pues la historia nos ha enseñado que la toma del poder sólo lleva a reproducir los mismos vicios que éste ha generado: burocracia, corrupción, jerarquía, explotación, injusticia, mentira, desigualdad social (al respecto se recomienda leer "Cambiar el mundo sin tomar el poder" de John Holloway).
Otro aspecto importante es aprender a respetar nuestra autonomía ya sea como grupo, como colectivo, organización social y política o ya sea como persona que trabaja a título individual. Es decir, no se trata de tomar el lenguaje o los símbolos de las luchas de otros movimientos, sino de reconocer nuestra propia identidad, nuestros alcances y límites en la lucha; de este modo, buscar el acompañamiento, los puntos en común y el apoyo a los movimientos campesinos, indígenas, laborales, de las lesbianas, los homosexuales, las amas de casa, de los estudiantes, etc.
La Otra Campaña no es algo ya establecido sino que se está construyendo a través de la escucha, es decir, privilegiando el oído con mucha paciencia y voluntad sincera. Una de las tareas apremiantes de la Otra Campaña es la difusión de los diversos movimientos que existen en el país. Esta difusión se ha depositado en la manos de los medios de comunicación alternativa, es decir, medios que no se venden, que no engañan a la gente ni alteran la información. El trabajo consiste en crear una red de comunicación desde abajo, esto es, crear objetos comunicativos que tanto el campesino, el indígena, la ama de casa, el estudiante, el homosexual, la lesbiana, el taxista, el vendedor de tacos, etc., tengan acceso a la información. Este trabajo requiere de mucha creatividad.
Lo trascendental de esta red comunicativa es que la gente sepa que no está sola, que su lucha, por ejemplo, contra las altas tarifas de la luz eléctrica es la misma lucha que existe en diversos puntos de la República Mexicana. La idea entonces, es que las diversas luchas separadas en el país contra las altas tarifas de la luz puedan conocerse y así, juntos, construyan una gran movimiento para solucionar este problema.
La Otra Campaña apuesta por Otra Comunicación, hecha para y por los de abajo, la gente humilde y sencilla dice la Sexta Declaración. La Otra campaña no busca puestos políticos ni los ofrece a quien le entre, tampoco hay dinero ni tortas, camisas o gorras. La Otra es un espacio para pensar cómo está nuestro país y cómo hacer para mejorarlo, para quitarle la mugre que tiene. Si algo ofrece la Otra, es tan sólo la satisfacción del deber cumplido.