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500 mil niños y adolescentes : trabajo pesado, insalubre y sin ninguna seguridad

Publie le Viernes 17 de junio de 2005 par Open-Publishing

Trabajo pesado, insalubre y sin ninguna seguridad. Así es la realidad de los alrededor de 500 mil niños y adolescentes que muchas veces dejan de irse a la escuela para trabajar en la minería artesanal en Sudamérica.

Trabajo pesado, insalubre y sin ninguna seguridad. Así es la realidad de los alrededor de 500 mil niños y adolescentes que muchas veces dejan de irse a la escuela para trabajar en la minería artesanal en Sudamérica. En el Día Mundial contra el Trabajo Infantil, 12 de junio, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) llama la atención para la realidad de los niños y niñas trabajadores de la minería. Según la entidad, otros 135 mil estarían en riesgo de ingresar a esta peligrosa actividad. La condición de pobreza de las familias, la limitación en el acceso a servicios de calidad en educación o salud, la falta de alternativas para el uso del tiempo libre, factores culturales y escasas oportunidades de mejora de ingresos serían las principales razones de la existencia de esta legión de pequeños trabajadores. Esta realidad refuerza la situación de exclusión y marginalidad en la que viven millones de personas en el Continente.

La OIT estima que cerca de 50 mil niños y niñas peruanos están vinculados a la extracción del oro, mientras que en Colombia las cifras del Gobierno indican que alrededor de 400 mil estarían laborando en la explotación de oro, carbón, esmeraldas y arcilla en diferentes regiones del país. En Bolivia, más de 13 mil niños y niñas participan en la extracción de estaño, zinc y plata y en Ecuador el número de trabajadores infantiles mineros se estima en mil quinientos.

Hay canteras de piedras en la mayor parte de los países del mundo, y el trabajo infantil existe en ellas en muchos de los países en vías de desarrollo. Aunque los niños pueden ser vistos rompiendo piedras a lo largo de los caminos, o cortando y arrastrando rocas desde los fosos donde se producen estos materiales, nadie sabe realmente cuantos niños y adultos han hecho de este trabajo una manera de vida. La minería de pequeña escala y artesanal emplea aproximadamente 13 millones de personas en todo el mundo, un millón de los cuales son niños. Este número está aumentado dado que la tendencia actual es de trabajar más en la minería de pequeña escala que en las minas dentro del sector formal.

En Perú, por ejemplo, muchos pequeños comienzan ayudando a sus madres en tareas "sencillas" de selección de desmonte minero o bateando en el río durante largas horas a la intemperie. Luego empiezan a apoyar la extracción del mineral en los túneles, el transporte a la superficie y su procesamiento, proceso en el que se exponen a explosiones, derrumbes, asfixia y contaminación con sustancias tóxicas como el mercurio, cianuro y otros ácidos. El mismo ocurre en los demás países.

Estudios desarrollados por la OIT en diferentes países de Sudamérica han identificado que los niños y niñas trabajadores mineros presentan cuadros de desnutrición y retraso en su crecimiento, situaciones que se suman a casos de intoxicación crónica con sustancias utilizadas en el tratamiento de los minerales, deterioro neurológico ocasionado por los mismos agentes, así como otras lesiones y discapacidades originadas por accidentes y por condiciones de trabajo que superan ampliamente la capacidad física y la fuerza de los niños.

Centroamérica

La región de América Central no es ajena a este problema. En Guatemala, niños y niñas han sido detectados, en canteras, arrastrando cargas pesadas, respirando partículas contaminantes y utilizando peligrosas herramientas y equipos para el triturado de piedras y minerales. Mientras que en países como Nicaragua, por ejemplo se observan, confinados en la oscuridad de estrechos túneles, otros niños, niñas y adolescentes centroamericanos que laboran largas jornadas en minas, siendo expuestos a graves accidentes que afectan su seguridad y su salud, expresó Guillermo Dema, coordinador subregional del Programa Internacional para la Erradicación del Trabajo Infantil (IPEC) de OIT.

Esta vez el Día Mundial no será únicamente el evento de un día, sino el lanzamiento de una campaña de duración determinada para eliminar el trabajo infantil en las minas y canteras a través de una gran coalición de socios promovida por la OIT para lograr la eliminación de esta forma de explotación. El organismo internacional tiene la convicción que al cabo de 10 años se pueda retirar a un millón de niños de las minas y llevarlos a la escuela para que se forjen un futuro, y para poder crear estructuras que garanticen que no volverán a ser sometidos a esta peligrosa forma de trabajo.

Para ello, la OIT está trabajando conjuntamente con la CASM (Communities and Small-Scale Mining), una red mundial de agencias y especialistas de la minería de pequeña escala, que agrupa empresas, sindicatos, gobiernos de países donde existe este tipo de minería, donantes y otras organizaciones internacionales, así como el público en general, especialmente jóvenes.

Cifras alarmantes

 Hay 246 millones de niños que trabajan.

 73 millones de los niños que trabajan son menores de 10 años.

 Ningún país está libre de este fenómeno: hay 2,5 millones de niños que trabajan en los países desarrollados y otros tantos en las economías en transición.

 Cada año mueren 22.000 niños en accidentes relacionados con el trabajo.

 El mayor número de niños menores de 15 años que trabajan - 127 millones - se encuentra en la región de Asia y el Pacífico.

 La mayor proporción de niños que trabajan se encuentra en el Africa subsahariana: casi un tercio de los niños menores de 15 años (48 millones de niños).

 La mayoría de los niños trabaja en el sector informal, sin protección legal o reglamentaria.

 Un 70 por ciento lo hace en el sector agrícola, en la caza y la pesca con fines comerciales, o en la silvicultura.

 Un 8 por ciento en la industria manufacturera.

 Un 8 por ciento en el comercio al por mayor y al por menor, restaurantes y hoteles.

 Un 7 por ciento en el sector de servicios personales, sociales y comunitarios tales como el servicio doméstico.

 8,4 millones de niños están atrapados la esclavitud, el tráfico de niños, la servidumbre por deudas, la prostitución, la pornografía y otras actividades ilícitas.

 1,2 millones de esos niños han sido objeto de tráfico.

La experiencia del Programa Internacional para la Erradicación del Trabajo Infantil (IPEC) de la OIT en proyectos piloto en Bolivia, Colombia, Ecuador, Mongolia, Níger, Perú y Tanzania, demuestra que es posible eliminar el trabajo peligroso que realizan los niños y las niñas, ayudando a las comunidades mineras a adquirir derechos legales, organizarse en cooperativas u otras unidades productivas, mejorar la salud y seguridad en el trabajo y la productividad de los trabajadores adultos y asegurar servicios esenciales tales como educación, salud, agua potable y saneamiento en estas comunidades situadas a menudo en zonas muy alejadas.

La OIT lanzó el Día Mundial en junio de 2002 para dar visibilidad al problema de la explotación infantil y destacar el movimiento global para eliminar esta práctica, particularmente sus peores formas. Este año, durante el 12 de junio, y alrededor de esa fecha, se espera que las organizaciones locales y nacionales y los grupos de niños, niñas y adolescentes se unan a los esfuerzos de la OIT alrededor del mundo y a las actividades que se llevan a cabo durante la Conferencia Internacional del Trabajo en Ginebra para celebrar el Día Mundial y reclamar el retiro inmediato de los niños, niñas y adolescentes que están trabajando en las minas artesanales.

Actualmente, uno de cada seis niños en el mundo está implicado en alguna forma de trabajo infantil, realizando trabajos que perjudican su desarrollo psicológico, físico y emocional. Esos niños trabajan en diversas industrias, y en muchas partes del mundo. La gran mayoría desempeña sus actividades en el sector agrícola, en el que es posible la exposición a productos químicos y a equipos peligrosos. Otros son niños de la calle, que se dedican a la venta ambulante o hacen recados para ganarse el sustento. Algunos trabajan en el servicio doméstico, se prostituyen o trabajan en fábricas.


Publicado en Adital
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