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Indígenas bolivianos ocupan plantas petroleras españolas e inglesas en su lucha antimperialista

Publie le Jueves 9 de junio de 2005 par Open-Publishing

En Bolivia, como en pocos lugares, se esta poniendo de manifiesto con una claridad meridiana, la lucha de los pueblos contra el imperialismo y su sistema económico: el neoliberalismo. Los que se creían que cambiando una vez más de Presidente y de imagen (Sánchez de Lozada, Mesa, Vaca,...), para que las empresas transnacionales puedan seguir esquilmando a sus anchas, iba a satisfacer a los millones de hombres y mujeres con conciencia de clase de Bolivia, estaban ante un craso error. El pueblo boliviano sabe que para salir de la miseria secular tiene que tener en sus manos las materias primas, los recursos naturales. Tan es así, que hace unas horas un grupo de indígenas han tomado siete campos de las petroleras Repsol (España) y British Petroleum (BP, Gran Bretaña) en la provincia de Santa Cruz, como parte de las movilizaciones sociales que exigen la nacionalización de los hidrocarburos en Bolivia. Es un acto que retrata la sabiduría de este pueblo, que indica cual es el camino correcto en la lucha por la liberación.

El Congreso sesionará hoy jueves a partir de las 10:30 de la mañana en la ciudad de Sucre, intentando por una parte destrabar la crisis política que vive Bolivia y alejándose también del eje Cochabamba - El Alto - La Paz, donde los movimientos populares mantienen completamente paralizadas y cortadas las carreteras.

Para el Presidente Mesa, y su cohorte dirigente temerosa de una revolución social en toda regla, la solución pasa por convocar a un proceso electoral de inmediato para modificar tanto el Poder Ejecutivo como ambas cámaras del Poder Legislativo y conformar definitivamente la Asamblea Constituyente; este proceso debe quedar bajo la conducción del Presidente de la Corte Suprema de Justicia y titular del Poder Judicial Eduardo Rodriguez.

Tanto Hormando Vaca Diez como Mario Cossío, se comprometieron con el Cardenal Julio Terrazas a renunciar a la sucesión constitucional para salvar la integridad del país al reconocer que los movimientos sociales no quieren solamente un recambio de titular al frente del Poder Ejecutivo sino una auténtica depuración de los poderes del Estado para avanzar en la agenda de emergencia nacional que incluye la Asamblea Constituyente, la Ley de Hidrocarburos con propiedad total de los recursos para los bolivianos y la situación del referéndum autonómico de la Provincia de Santa Cruz.

En Bolivia sin embargo circula una versión que cobró fuerza en las últimas horas que indica que el Presidente del Senado Vaca Diez estaría dilatando la reunión del Congreso para granjearse una serie de apoyos políticos en los partidos tradicionales para formar una coalición similar a la que sostuvo a Gonzalo Sánchez de Lozada, depuesto como Presidente luego de las sangrientas “jornadas de octubre” del 2003, donde murieron a causa de la represión militar decenas de manifestantes.

Tanto Evo Morales, titular del Movimiento al Socialismo (principal partido de oposición) como los principales representantes de los movimientos populares como la FEJUVE -Federación de Juntas Vecinales- han denunciado las maniobras de Vaca Diez para quedarse como titular del Poder Ejecutivo trayendo nuevamente a escena a políticos de los partidos tradicionales.

Abel Mamani, titular de la FEJUVE de El Alto advirtió que las movilizaciones y la huelga general que mantiene paralizada a esa ciudad y la vecina La Paz continuarán hasta que se efectivice la nacionalización total de los hidrocarburos y la renuncia de Vaca Diez y el Presidente de la Cámara de Diputados a la sucesión constitucional tras la renuncia de Carlos Mesa.

La Federación de Mineros por su parte rechazó de plano la posibilidad de la sucesión constitucional e incluso la salida mediante un llamado inmediato a elecciones generales, defendiendo en un comunicado emitido este martes que la salida pasa por el acceso de los obreros y sus organizaciones al gobierno. Esta posibilidad es manejada por un amplio espectro de organizaciones y movimientos sociales como la Central Obrera Boliviana (COB) y la Federación de Campesinos de La Paz.


Agencias/ inSurGente