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AMERICA LATINA SE JUEGA EL FUTURO CONTRA EL IMPERIO

Publie le Jueves 14 de junio de 2007 par Open-Publishing

A partir del 3 de diciembre del 2006, la Revolución Bolivariana inició una nueva etapa que se caracterizó como la profundización del proceso revolucionario en la perspectiva del socialismo, el pueblo venezolano se pronunció mayoritariamente (62,84%) por la propuesta presentada: volver a reelegir al Presidente Hugo Chávez.

El 8 de enero del 2007, en la Juramentación del nuevo Gabinete Ejecutivo el primer mandatario presentó los “cinco motores constituyentes” que componen el proyecto central de la nueva era que se inicia y que se denomina “Proyecto Nacional Simón Bolívar 2007-2021”, en palabras del presidente “cinco grandes motores para transitar a lo largo de los carriles, como locomotoras victoriosa, las grandes líneas transformadora(…), en lo político, en lo social, en lo económico, en lo militar, en lo territorial, en lo internacional y en lo ético”.

Dos días después, en la juramentación del nuevo periodo presidencial, ante la plenaria de la Asamblea Nacional, solicitó al órgano legislativo el uso de una potestad presidencial constitucional denominado “Leyes Habilitantes” y anunció la nacionalización de la Compañía de Teléfonos CANTV y las empresas eléctricas, junto a ello, el Estado tendrá mayoría accionaria en las empresas operadoras de la Faja petrolífera del Orinoco.

Días antes, el 28 de diciembre del 2006 había anunciado que el Estado no renovaría la concesión de espectro radioeléctrico que ocupaba el canal de televisión privada RCTV, que vencía el 27 de mayo del 2007 y que en su lugar se crearía una Televisión de Servicio Público.

A partir de ese momento, en la medida que estos anuncios empezaban a concretarse y se daban cuenta que el proyecto de construcción de una nueva sociedad va en serio, el imperialismo y la oligarquía criolla decidieron hacer todo lo que sea posible para derrocar el gobierno constitucional y democráticamente elegido del Presidente Chávez y, con ello, el proceso de revolución continental en desarrollo. El momento tenía fecha, el 27 de mayo, por lo tanto, había que apurarse en el plan fascista.

Un elemento les cayó del cielo a la oposición, el proceso se quedaba sin partidos políticos organizados o, algunos, muy debilitados. La formación del partido unido de gobierno, el PSUV, tenia como condición la desaparición de todos los partidos que apoyaban el proceso y la fusión de estos a la naciente organización, lo que se inició desde el mismo 15 de diciembre cuando el presidente Chávez anuncia su creación y disuelve al partido mayoritario del chavismo, el MVR y luego le siguieron otros partidos menores. Los que no se disolvieron, algunos sectores del gobierno se dedicó a debilitarlos llamando a sus militantes a la indisciplina. El PCV sufrió también un pequeño desprendimiento, pero fue el menos afectado.

En este cuadro político se echa a andar el plan desestabilizador, una de las tareas casi imposibles para el imperio y la oposición, era lograr levantar la movilización de sus seguidores, golpeados fuertemente por una seguidilla de históricas derrotas, fracasos y desaciertos políticos. Sin lideres prestigiados y creíbles había que recurrir a caras nuevas y son los estudiantes, rostros nuevos y sin “pasado” político, los elegidos para lograr “calentar la calle” y el elemento político detonante la “libertad de expresión” a propósito del termino de la concesión de un canal de televisión.

Aunque los partidos opositores, por táctica no aparecen públicamente, ellos tienen el control y dirección de los dirigentes estudiantiles, casi todas las federaciones de estudiantes son dirigidas por militantes AD, UNT, BR, PJ y COPEI. Esto es producto de la falta de políticas unitarias de las fuerzas revolucionaria por influir en las universidades tradicionales y, por otro lado, la existencia de universidades privadas y elitistas, donde la gran mayoría de los alumnos vienen de sectores acomodados de la población y afines al oposicionismo.

Paralelamente a ello, se pone en práctica el plan nacional e internacional mediático y diplomático para desprestigiar al gobierno del presidente Chávez y mostrar al país envuelto en el caos, violador de los derechos humanos, etc. Aquí entran al juego las grandes cadenas privadas de televisión, el monopolio mundial de las comunicaciones encabezado por CNN, la BBC, FOX, todos los medios privados adheridos a la SIP y las ONGs que reciben recursos del Departamento de Estado norteamericano, como el caso de Periodistas sin Frontera.

En lo diplomático, es la presión del gobierno de los Estados Unidos sobre los gobiernos de la región que tienen tratado políticos, comerciales o de cooperación con el imperio y se arrodillan a sus políticas. Esta ofensiva es dirigida directamente por Bush, quien en marzo realizó una gira por 7 países y hoy se ven los frutos de esas presiones políticas.

La otra arista del plan es en el terreno militar, en la cual el gobierno colombiano, principal aliado del Imperio, juega un papel destacado a través del Plan Colombia y la narcoparapolítica. El PCV ha denunciado la presencia masiva en territorio venezolanos de elementos criminales de los paramilitares colombianos, de fuerzas de elite del ejército colombiano y de agentes de la CIA. Esto unido a la colaboración e influencia que tienen algunos sectores fascistas con miembros de las FAN venezolana.

El Plan desestabilizador esta en marcha, las piezas del rompecabezas del imperio están en sus posiciones, ahora solo falta que entren en funcionamiento. El objetivo es derrocar la Revolución Bolivariana para después ir por Bolivia, Ecuador, Nicaragua y, si es posible, contra Cuba, es decir, derrotar la revolución continental que está en proceso.

Pero hay un elemento clave que no maneja el Departamento de Estado, y este es el pueblo venezolano y la elevación de las conciencias de los pueblos Latinoamericanos y caribeños que se movilizan y que jugarán un papel vital en una nueva derrota que le propinaremos al imperio. La tarea es lograr detener el plan desestabilizador con la movilización inmediata de los pueblos, en particular del venezolano. Estamos a tiempo, no podemos esperar que exista un 11 para oponerle un 13, este último debe actuar antes.

El pueblo desmovilizado es la derrota de la revolución.

¡AQUÍ NO SE RIENDE NADIE!