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Aspectos culturales y morales en la construcción del Socialismo
Publie le Jueves 2 de octubre de 2008 par Open-PublishingEn los actuales momentos de lucha por la Liberación Nacional y construcción de la nueva sociedad socialista, una de las dimensiones fundamentales que debemos transformar radicalmente es la subjetividad del pueblo y fundamentalmente de las clases explotadas. No hay que olvidar que para los autores marxistas la dominación capitalista la ejerce la burguesía no sólo a través de la violencia monopolizada del Estado, sino también gracias a la dominación ideológica de las conciencias, “las ideas dominantes son las ideas de las clases dominantes” (Marx-Engels, La Ideología Alemana). En este sentido, Gramsci explicaba que la sola coacción violenta era insuficiente para garantizar la dominación, por lo cual las clases dominantes también utilizaban los consensos por medio del ejercicio de su hegemonía, concepto que para el comunista italiano era predominantemente cultural. Recordemos a Bolívar: “Un pueblo ignorante es instrumento ciego de su propia destrucción”, a lo cual pudiésemos agregar: dominación o explotación.
De acuerdo a esto es imprescindible que las clases dominadas además de tomar el viejo Estado y destruirlo para formar uno nuevo provisional, o de socializar los medios de producción, deba ante todo construir una contra-cultura que se vuelva hegemónica, es decir, a la hegemonía burguesa se le debe combatir construyendo una nueva hegemonía. Esto se sintetiza ante todo en la formación de un nuevo sujeto histórico, el hombre nuevo y la mujer nueva que tanto nos remachaba el Che, frente a esos paradigmas mercantiles que pretendían reconciliar planteamientos consumistas con la construcción del socialismo.
Para acometer este difícil cambio histórico es imprescindible la Revolución Cultural, que en todo momento debe ser acompañada de la Revolución Política y la Revolución Económica, hay que decirlo de forma reiterada, todas estas transformaciones se entrecruzan e interrelacionan, en un juego dialéctico lleno de contradicciones, donde aparece nítidamente la ley del desarrollo desigual y combinado, algunas veces los logros económicos pueden llevar la delantera y la conciencia social esta rezagada o viceversa, los cierto es que ninguna de estas dimensiones debe ser descuidada ni subestimada.
La Revolución Cultural pasa por la transformación de la moralidad de la sociedad, entendida esta como el conjunto de usos y costumbres que regulan la vida colectiva de los seres humanos, por esto son imprescindibles cambios en el accionar de la familia, el sistema educativo, los medios de comunicación y la sociedad en general.
Entre los cambios morales que debe registrar la sociedad socialista, se encuentran modificar el marco axiológico que orienta la praxis social en general, al individualismo, el egocentrismo y la competitividad exacerbada que promueve el capitalismo, deben oponerse valores que reivindiquen la solidaridad, la cooperación, la inclusión y el respeto. Por otro lado, la sociedad socialista debe potenciar la igualdad de género, la participación y respeto a la mujer en todos los ámbitos, el Socialismo con patriarcado es un proyecto incompleto. En la sociedad socialista no debe haber ningún signo de discriminación por el origen étnico, racial, la orientación sexual, por discapacidad física entre otros.
Otro aspecto imprescindible en la revolución cultural es la transformación profunda del sistema educativo (sus contenidos curriculares, filosóficos, epistemológicos, etc.), y la democratización plena al acceso a todos los niveles educativos, desde la educación inicial hasta la educación universitaria. Esto a su vez debe venir acompañado de un acceso democrático al aprendizaje de las ciencias y las artes. Solo así se logra una independencia plena del espíritu, y se construye al ser humano plenamente desarrollado, un ser humano que ha superado la división del trabajo intelectual y manual.
Finalmente en la actual era de la información, es imprescindible la socialización de la propiedad de los medios de comunicación, ya que es una falacia la afirmación de que los medios comunicación privados actuales reflejan la opinión pública, los mass media por el contrario son los que prefiguran la opinión pública, sujetos sociales programados y pensados por el sistema capitalista de dominación-explotación, frente a esto la sociedad en general debe tener acceso al uso y disfrute de los medios de comunicación como medida para erradicar la enajenación cultural.
Para concluir estas líneas, debemos decir que el pueblo venezolano se enfrenta a uno de sus principales objetivos históricos, reconstruir de nuevo su subjetividad, su sensibilidad estética, su moral, transformar su conciencia para colocarse a la altura de la construcción de una sociedad radicalmente distinta a la sociedad capitalista. El reto que se presenta para la humanidad es que muchas de estas exigencias son cuesta arriba mientras sigan existiendo las relaciones sociales capitalistas de explotación, dominación y subordinación, frente a eso los revolucionarios deben profundizar su conciencia de clase, su accionar, su movilización, organización y combatividad. Es necesaria la construcción del horizonte revolucionario que permita la síntesis de otro mundo posible y necesario, como lo es el Socialismo.