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Bolívar abandonó furtivamente a sus tropas, esa misma noche

Publie le Viernes 7 de septiembre de 2007 par Open-Publishing

Escribió Marx en una bibiografía llamada Bolívar y Ponte, Simón “Durante algún tiempo se prosiguió la guerra contra los españoles, bajo la forma de escaramuzas, sin que ninguno de los contrincantes obtuviera ventajas decisivas. En junio de 1814 Boves, tras concentrar sus tropas, marchó de Calabozo hasta La Puerta, donde los dos dictadores, Bolívar y Mariño, habían combinado sus fuerzas. Boves las encontró allí y ordenó a sus unidades que las atacaran sin dilación. Tras una breve resistencia, Bolívar huyó a Caracas, mientras que Mariño se escabullía hacia Cumaná. Puerto Cabello y Valencia cayeron en las manos de Boves, que destacó dos columnas (una de ellas al mando del coronel González) rumbo a Caracas, por distintas rutas. Ribas intentó en vano contener el avance de González. Luego de la rendición de Caracas a este jefe, Bolívar evacuó a La Guaira, ordenó a los barcos surtos en el puerto que zarparan para Cumaná y se retiró con el resto de sus tropas hacia Barcelona. Tras la derrota que Boves infligió a los insurrectos en Aragüita, el 8 de agosto de 1814, Bolívar abandonó furtivamente a sus tropas, esa misma noche, para dirigirse apresuradamente y por atajos hacia Cumaná, donde pese a las airadas protestas de Ribas se embarcó de inmediato en el «Bianchi», junto con Mariño y otros oficiales. Si Ribas, Páez y los demás generales hubieran seguido a los dictadores en su fuga, todo se habría perdido. Tratados como desertores a su arribo a Juan Griego, isla Margarita, por el general Arismendi, quien les exigió que partieran, levaron anclas nuevamente hacia Carúpano, donde, habiéndolos recibido de manera análoga el coronel Bermúdez, se hicieron a la mar rumbo a Cartagena. Allí a fin de cohonestar su huida, publicaron una memoria de justificación, henchida de frases altisonantes.”
Nuevamente Marx escribe ahora relacionado con una etapa de la historia de Venezuela: El triunfo de Boves, el 8 de agosto de 1814. “Bolívar abandonó furtivamente a sus tropas, esa misma noche, para dirigirse apresuradamente y por atajos hacia Cumaná, donde pese a las airadas protestas de Ribas se embarcó de inmediato en el «Bianchi», junto con Mariño y otros oficiales.” ¿Estaba acostumbrado Bolívar a dejar a su ejército abandonado y desaparecer para salvar su vida? Parece que sí, en otras oportunidades también lo hizo, esta actuación lo compromete como militar y Jefe del Ejército, continúa Marx, narrando su versión de las cosas que sucedieron. Si Ribas, Páez y los demás generales hubieran seguido a los dictadores en su fuga, todo se habría perdido. Parece que las incongruencias y el terror de Bolívar y Mariño a Boves eran terribles. Además, en estos momentos de pánico Bolivariano, estaba por ejemplo Páez, el centauro de los llanos para dar la cara. Ahora, en nuestra época actual, en pleno gobierno Socialista Bolivariano, con una campaña de destrucción de su memoria, de su mérito como estratega y militar, Páez se podrá culpar de todos los errores habidos y por haber, pero no de cobarde. Nunca dejó a sus milicias, a su pueblo abandonado, estaba ahí al frente, “el Taita”, como le decían sus llaneros. Fueron tan grandes sus proezas militares que cuando el General Pablo Morillo jefe del Ejercito Realista, supo de sus proezas, le escribió al rey de España: “Dadme cien mil llaneros y me paseo por Europa en nombre del Rey de España.”.
Páez tenía una fina inteligencia, desde hace mucho tiempo se viene gestando una campaña en contra del Centauro de los llanos, convirtiéndolo en un ignorante y bruto, siempre al lado del culto e inteligente Simón. Desde la época de nuestros abuelos se vienen contando unos chistes que dejaban muy mal parado a Páez, ¿Quiénes hicieron esta campaña? La burguesía de épocas pasadas, que no podían perdonar que Páez, el centauro, fue entre otros Venezolanos, uno de los que entendió que la Gran Colombia no podía gestarse, era tan sólo una idea que nacía, ni siquiera fue del Libertador, fue de Miranda. No se puede unir lo fragmentado, lo que siempre nació mal, una unidad llena de grietas, convulsiones, intrigas. No se puede mantener una estructura tan compleja como la Gran Colombia en una época con deficientes medios de comunicación, que hacían difícil la integración. Eran más los elementos que nos separaban que los que nos unían. Ahora la campaña es para convertirlo en un traidor. No, Páez era un guerrero, uno de Venezolanos más inteligente del pasado, con gran capacidad de estratega, conocedor del Venezolano y de su pueblo. El centauro está en el espíritu del pueblo. Esperamos su llamado histórico, su grito de guerra. Es necesario y conveniente otro líder que surja del pueblo, que sepa ver la realidad actual del Venezolano, que nos una frente al dogmatismo y las fantasías de unidad que corren actualmente en el gobierno socialista. Unidad para el Continente y barbarie para el venezolano, donde no se les satisface ninguna de sus necesidades vitales, seguridad, alimentación, empleo, etc. Hoy amanecí recordando al Centauro, “el taita” de los llanos.