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CARTA A UN AMIGO IMAGINARIO NI-NI
Publie le Sábado 9 de diciembre de 2006 par Open-Publishing1 comentario
Querido pana mío,
Si no eres, como dices, de la oposición -lo cual imagino, pues en verdad no te asimilo a la mojigatería- te ruego que me disculpes. Lo que pasa es que de vez en cuando me llegan correos tuyos con cosas como las fotografías de las marchas de Rosales, o aquel llamado a no votar por la opción de Chávez para la portada de la National Geographic, o este último vídeo que me mandaste donde aparentemente se manipula la transmisión de VTV en contra del bando opositor. Si todo esto no identifica al que envía esos correos como simpatizante de la oposición, entonces al menos se presta a pensarlo, ¿no?. Pero repito, de verdad te tengo en muy alta estima, pana mío, y te seguiría teniendo así, por encima de nuestras divergencias políticas.
Yo no soy un fanático tampoco, pero sí simpatizo con Chávez y con algunas de las personas que trabajan con él, así como con otras que simplemente lo apoyan, es decir la gran mayoría de los venezolanos. Te explico cómo veo la cosa, empezando por la parte teórica.
El discurso ideológico, la perspectiva política del socialismo que Chávez está tratando de definir, en tiempo real, a medida que transcurre su mandato, me parece algo original y adaptado a nuestros tiempos, y muy fundado en una tradición izquierdista, revolucionaria que antecede de lejos al marxismo, la cual encontramos representada no sólo en nuestros ancestros directos (Rodríguez, Miranda, Bolívar) sino desde luego en aquellos pensadores a quienes éstos estudiaron hasta el cansancio: Locke, Voltaire, Montesquieu, Rousseau, Condillac, Buffon, Mably, Diderot y Gibbon. Es decir, los protagonistas principales del Siglo de las Luces. Al mismo tiempo, Chávez, sin ser un heredero intelectual de estas luces, ni mucho menos, no obstante se ha venido instruyendo excelentemente al respecto, y de alguna manera parece instintivamente coincidir con las corrientes intelectuales post-izquierdistas de hoy en día, al punto que éstas han comenzado a tomarlo a él como referencia, a nivel mundial. Algunos ejemplos son Galloway, Lobowitz, Chomsky, Lemoine y Ruppert, sin contar con un resto de activistas altermundialistas que promulgan en los cuatro rincones del planeta el socialismo "a la" Chávez, sus misiones, sus bancos comunales, etc. Esto que se teme vulgarmente en Venezuela, a saber, que el país en manos de Chávez va directo hacia un castrismo cubano, o hacia una sovietisación comunista, es un temor completamente infundado, propio de quienes no han percibido el respeto silencioso con que la Revolución Bolivariana toma sus distancias respecto a todas estas piezas de la historia.
En el plano de la praxis, sin embargo, convengo en que la realidad ha de estar muy lejos del discurso teórico, incluso hasta el punto en que muchos (quizás también tú) comienzan a odiar y renegar completamente del mismo. Pero yo soy de los que piensan que la teoría, si es buena en sí misma, no puede ser culpable por su mala aplicación, y que no debemos en ningún momento confundir las cosas y terminar botando al bebé con el agua de la ponchera. La corrupción, el abuso de poder y el sectarismo, lamentablemente, plagan nuestra sociedad, y ello de forma épica. Yo recuerdo que, cuando era niño, una de las primeras cosas que resultaba evidente comprender en nuestro mundo (léase País) era que cuando algo "regalado" aparecía enfrente de nosotros nuestra conducta debía ser entonces la "rebatiña". Es decir, 1 + 1 = 3 ! En ello puede más o menos resumirse la naturaleza de nuestra estructura psicológica como pueblo, en ese "agarrando primero, preguntando después".
Quizás, si nos ponemos a buscar, podamos encontrar los orígenes históricos de este condicionamiento comportamental; tal vez se encuentren en la Colonia, en la fusión de culturas, en la dominación de unos por otros, en el ethnocidio, y mil otras cosas; pero lo importante es constatar que somos un pueblo extremadamente corruptible, e incluso violento. Dicho esto, pues, encuentro vano discutir acerca de cuál gobierno en Venezuela ha sido más corrupto, o acerca de cuándo ha habido mayor corrupción en el país. Es verdad que quizás ahora ésta sea mayor (la corrupción) pero es irrelevante discutir acerca de ello si también ahora es mayor la carnada: este tipo de apetitos van de la mano con las circunstancias, y es obvio que el crecimiento económico, para un pueblo esencialmente corruptible, no es precisamente el mejor antídoto a su tendencia. Por otra parte, el aumento del abuso de poder tiene también sus razones de ser: en un país donde un nuevo cuerpo social (los pobres) viene de tomar virtualmente el poder, el contraste histórico generado entre las clases no puede sino propiciar una inevitable psicología del desquite, donde se exacerban e instrumentalizan los rencores y se practica la exclusión, incluyendo el racismo positivo. Y todo ello ocurre, para colmo de males, en medio de un excelente crecimiento económico.
Yo no pienso que estás contingencias, verdaderamente, tengan que ver con la ideología en sí misma, sino con un reajuste interno de la sociedad, en todas sus partes, especialmente uno en el cual ella no sale ilesa, ni más unida por el momento, pero que constituye al mismo tiempo su prueba expiatoria, su salvoconducto para el futuro. De estos avatares una sociedad está siempre llamada a lograr un equilibrio cuya mayor expresión es la tolerancia, la receptividad del "otro", pero no sólo de un otro en tanto que ente inevitable sino como ente "necesario" a nuestra propia libertad. El pacto social rousseauniano que Sartre supo leer en Marx. Miremos la diversidad venezolana, quizás es precisamente lo más venezolano que hay. Es allí donde hay que buscar el origen de nuestros problemas, en plena conjugación dentro una sociedad escindida, extremadamente polarizada, pero propia a su momento histórico. Es por eso irrelevante en este momento, aunque ello parezca al mismo tiempo inevitable, jugar al ping-pong, lanzarse hasta el cansancio la bola de la corrupción, del abuso poder; más vale jugar al árbitro: la bola es rodonda por todos lados.
Por mi parte, sigo escuchando sin prejuicios las alocuciones de Chávez, y trato de ahorrarles a la ideología socialista, al proyecto revolucionario actual, el reduccionismo, el caricaturismo con el cual la oposición venezolana a venido deliberadamente interpretándolos. En cuanto a los medios de comunicación, veo ambos bandos, y procuro no caer en la dialéctica prefabricada de su mutuo negacionismo. No creo que el gobierno ande regalando el dinero en el extranjero, ni mucho menos, sino aplicando un tipo nuevo de comercio de solidaridad internacional, lo cual ofrece una resistencia muy eficaz a la hegemonía neoliberal que nos ataca en todas partes. En el gobierno, como siempre, debe haber todavía mucha gente robando, pero este gobierno también ha logrado alfabetizar, educar, sanar y mucho más, y ello en medio de un sabotaje mediático e institucional jamás visto. Tengo fé en que con el tiempo se irán mejorando muchas cosas más. "El tipo" ganó, decididamente, y con un porcentaje jamás alcanzado por ningún presidente venezolano; la aceptación de este hecho, de esta realidad, es pues el primer paso que debemos todos asumir dentro del pacto democrático, un pacto que constituye para la oposición su partida de nacimiento. Pero mientras "el tipo" haya sido elegido por la mayoría, y esté al mando del timón, más vale apostar a él que en su contra, ¿no te parece?.
Discúlpame pana mío por esta larga disertación, ya me dieron las 5 y pico de la mañana. Seguimos.
Xavier Padilla
Mensajes
9 de diciembre de 2006, 15:05
Señor Padilla
Su artículo me ha parecido muy interesante, porque no sólo nos habla de la necesidad de pensar desde las ideas presentadas por hombres de siglos anteriores, sino que en la actualidad hay que repensarlos con la contemporaneidad de ideas y situaciones que ellos no vivierón, pero que vislumbraron como una reflexión histórica valida.
La humanidad no es estática, ella vive permamente cambios y somos los hombres y mujeres del mundo que debemos continuar reflexionando para mejorarnos todos los dias.
Su artículo tambien, refleja tolerancia, respeto por el otro y la posibilidad de pensar con libertad pero con un compromiso frente a aquellos que con sus acciones estan demostrando que si es posible cambiar si la volunta política del pueblo y sus gobernantes van en el mismo sentido.
MaiRi