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CHILE: DEL GOBIERNO CIUDADANO AL MODELO PRETORIANO - Part I

Publie le Sábado 29 de septiembre de 2007 par Open-Publishing

INFORME DE COYUNTURA
por Omar Cid - Centro de Estudios Francisco de Bilbao

Se cumple un año más de la intervención militar y la fecha amerita -como se comprenderá- evaluaciones de diversa índole sobre el Chile que tenemos, digo tenemos, aunque el tener exhibe una estrecha relación con la palabra posesión y en ese sentido, no todos gozan ni se complacen en igualdad de condiciones. Asumiendo esta distinción, se puede afirmar, que luego de treinta y cuatro años y encontrándonos todos en el mismo barco, conviene revisar los hechos de este último tiempo con una dosis de paños fríos, para elaborar apreciaciones y juicios de toda envergadura.
Por opción metodológica se usa para este tiempo, dos hechos que marcaron la agenda política: el llamado de la CUT a realizar una jornada de movilización y acción sindical y el ambiente que rodeo un aniversario más del 11 de septiembre chileno, ambos acontecimientos, más que una fotografía son el relato de lo que ocurre en el Chile profundo.

El día que no pasó nada
Luego de la jornada del 29 de agosto, las palabras de Monseñor Alejandro Goic, cobran mayor sentido, el sueldo ético, los niveles preocupantes de injusticia social, son elementos esenciales que explican, el carácter nacional que lograra el llamado a movilización y acción sindical elaborado por los dirigentes de la CUT, con el apoyo de diversas colectividades políticas y sociales de izquierda.
Cuando la acción concertada de los trabajadores, resultaba inminente, surgieron una serie de propuestas desde diferentes ámbitos de la vida nacional. Para los empresarios, el gobierno debía asegurar el orden público y establecer claramente las reglas del juego, utilizando todos los medios de coacción de que dispone. En el Diario Financiero del 7 de Julio, Luís Schmidt, presidente de la S.N.A. advertía: “El gobierno va a tener que tomar un camino y aclarar los alcances de la Ley, porque cuando siembras vientos cosechas tempestades. Hoy es Enap, mañana Agrosuper, y la gente del retail… Estamos tremendamente preocupados por el clima de conflictividad que aumenta ahora con el anuncio de movilizaciones de la CUT”.

Desde las siete de la mañana pequeños piquetes de trabajadores interrumpían el tránsito en puntos neurálgicos de la capital, en regiones, actividades similares se repetían marcando con ello la pauta informativa de los medios de comunicación, cabe destacar la tergiversación discursiva, elaborada por los canales de televisión abierta, sin distinción alguna, cuando se referían a la jornada de movilización con el epíteto engañoso de PARO nacional de trabajadores.
En plaza Italia, zona vital de la ciudad, como en otros puntos de la capital, se registraron fuertes enfrentamientos entre trabajadores, estudiantes y organizaciones sociales, con las fuerzas de orden y seguridad, que tenían como misión despejar las arterias principales.
Desde las 18:00 horas en adelante la ciudad se despobló, la locomoción colectiva retiró sus máquinas, las empresas dieron la orden de salida más temprano a sus trabajadores. A esa misma hora, en las oficinas de la CUT la alegría era evidente. En palabras de Arturo Martínez “se avecinan nuevos tiempos para los trabajadores” (palabras del discurso del presidente de la CUT a través de Radio Nuevo Mundo).
Sin embargo, en el oficialismo y especialmente en el gobierno, las versiones eran encontradas, desde las reacciones del Ministro Viera Gallo, quién afirmó en relación a la movilización del 29 “hasta yo iría si fuera todo en paz”, porque en sus palabras “toda su vida ha luchado contra el modelo neoliberal”.
Sin embargo, para el gobierno no resultaba gracioso, ver a connotados dirigentes socialistas y demócrata cristianos, encabezando las movilizaciones, junto a comunistas, humanistas, integrantes del MPMR, entre otros.
En la derecha en tanto, las visiones eran muy diversas, para unos lo del 29 es una muestra más del nuevo contexto que vive el país, mientras para el candidato de RN la situación, requería respuestas muy fuertes.
Estas visiones se expresaron en dos declaraciones, que explican por sí misma la confusión o juego discursivo que esta desarrollando la derecha, por una parte el senador UDI, Hernán Larraín, manifestó: "Ojala el Gobierno pueda oír la voz de la gente y el malestar ciudadano que se está expresando en estos días y que nosotros venimos representando desde hace mucho rato" (Diario digital Clarín 29 de agosto 2007).
Sin embargo, unos cuantos días después, la respuesta de Sebastián Piñera, ante la pregunta de Raquel Correa, sobre la jornada de movilización de la CUT, es de antología:"Todos sabemos que estos paros terminan en violencia. Vi a delincuentes agrediendo a carabineros, lanzando bombas Molotov. Si yo fuera Presidente de Chile, le aseguro que perseguiré ¡hasta el fin del mundo! a los que agredan a carabineros o lancen bombas Molotov, para someterlos a la justicia y tengan el castigo correspondiente. Esto no es protesta; es casi terrorismo" . (El Mercurio lunes 3 de septiembre de 2007).
A pesar de lo expuesto, para el ministro secretario general de gobierno Lagos Weber, en Chile después del 29 de agosto, “no ganó nadie, ni pasó nada”.

El Estado de derecho ha muerto, Viva, el Estado de derecha.
Septiembre trae consigo la re-traumatización de la memoria, los muertos de ayer, son puro presente, quienes apoyaron el gobierno popular de Salvador Allende, sus detractores, divididos en golpistas y demócratas, los que lucharon contra la dictadura y quiénes la defendieron y defienden su legado, inexorablemente, se miran las caras, porque desde ese día, dejamos de ser los mismos.
Por eso, cuando el general Bernales, recuerda a la sociedad, que el asesinato del carabinero Cristián Vera Contreras, de la 26ª Comisaría de Pudahuel, es matar el derecho, sus palabras no pueden quedar en el vacío y deben ser contextualizadas.
Luego de la movilización de los trabajadores de finales de agosto, el gobierno y la propia derecha, toman la decisión de endurecer la mano.
De ahí la negativa a dejar rendir homenaje en Morandé 80 a los tradicionales manifestantes, convocados por la Asamblea Nacional de Derechos Humanos.
El centro de Santiago no exhibía tanta presencia policial desde los días del innombrable. Pese a las gestiones de todo tipo, no hubo caso, un pequeño grupo de familiares pretendió cruzar las "vallas papales", siendo detenidas con mucha violencia.
Las organizaciones no quedaron conformes y anunciaron su presencia el día martes 11. El gobierno entre tiras y afloja, concedió rendir homenaje a pequeños grupos de personas, que desfilaron dejando flores y entonando himnos, durante el transcurso de la mañana.
Algunos se pueden preguntar, qué valor tiene el transitar por esa calle en este día. La respuesta en este caso es una sola: se trata de la reivindicación histórica, de un acto de reparación personal y colectiva, de las víctimas de la catástrofe social.
Suponer entonces, que el Estado de Derecho, se asesina cuando un integrante de las fuerzas policiales cae abatido en el cumplimiento de su servicio, puede tener sentido, pero, ¿el Estado de Derecho se restringe solo a ellos? ¿qué ocurre cuando un obrero es asesinado por buscar mejores condiciones de vida?. ¿Cae nuevamente el Derecho de bruces?.
O cuando se desarrollan prácticas anti-sindicales, ha vista y paciencia de todos, ¿es únicamente una zancadilla al Estado de Derecho?
El general director de carabineros Bernales, tiene absoluta razón, el Estado de Derecho ha sido asesinado, y el carabinero Vera es una víctima más de ese homicidio, pero de éste asesinato en Chile, no ha quedado cuerpo del delito, los asesinos andan sueltos, sí, y existen puertas gubernamentales que se abren para recibirlos, nada de puertas giratorias, se encuentran en el Senado, en la Cámara de Diputados, como dueños de empresas y universidades privadas.
No satisfechos con lo anterior, quienes asesinaron el Estado de Derecho, lo suplantaron con el llamado Estado de Derecha, pontificado por la firma de Ricardo Lagos Escobar, bajo la excusa de un ordinario, maquillaje constitucional.